Richard Liebreich (1830-1917)

En historiadelamedicina.org hemos insertado una nueva biografía. Se trata de Richard Liebreich. Nacido en Königsberg en 1830, estudió medicina en su ciudad, en Berlín y Halle. Uno de sus profesores fue Herman von Helmholtz (1831-894), inventor del oftalmoscopio. El nuevo instrumento cambió por completo el panorama de la oftalmología.

Después Liebreich se formó con tres prestigiosos oftalmólogos, Donders (en Utrech), Brücke y von Graefe. Después de permanecer unos años como asistente en la clínica de éste último, marchó a París y de aquí a Londres, donde ejerció en el St Thomas Hospital. Regresó a París donde abandonó la oftalmología por el arte. Después de una estancia en Catania, Sicilia, volvió a la capital de Francia, donde falleció en 1917.

Liebrerich se caracterizó por relacionar las lesiones de fondo de ojo con varias enfermedades. Mejoró la fotografía de la retina e inventó un oftalmoscopio para demostraciones y la enseñanza, y otro pequeño para la práctica diaria. Publicó tanto en alemán, como en fracés e inglés.


Imagen procedente de Biographisches Lexikon
hervorrrangender Ärzte, Berlin-Wien, 1901

Biografía más extensa en html
Biografía en formato pdf
Biografía en page-flip

‘Estudios de caso en Atención primaria’. OpenCourseWare de la Johns Hopkins

La Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Johns Hopkins University participa desde hace años en el programa OpenCourseWare. Entre sus ofertas más recientes se encuentra un curso dedicado a enseñar los orígenes, conceptos y desarrollo de los servicios comunitarios de atención primaria. El modelo consiste en abordar diferentes estudios de caso tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo. Sus autores son Henry Taylor y Henry Perry  y su título Case studies in Primary Health Care. Lo ofrece el Departamento de Salud internacional.

Los estudios de caso pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades para resolver problemas en situaciones prácticas. También se abordan los enfoques participativos tanto en la organización como en la gestión de los servicios de salud. Se tienen en cuenta, además, factores como la igualdad, el cambio sociocultural, la protección del medio ambiente, etc.

Como suele ser habitual en este tipo de cursos, el estudiante dispone de una breve descripción del curso y una noticia de sus autores en la página de inicio. En la misma, parte izquierda, se halla el menú compuesto por los siguientes elementos: ‘Home’, ‘Syllabus’, ‘Schedule’, ‘Lecture materials’, ‘Readings’ y ‘Assignments’.

En el Syllabus, programa o guía del curso, se describen los objetivos generales, las expectativas, bibliografía básica y la evaluación. A diferencia de los programas que solemos ver en nuestras universidades con largas listas de objetivos y competencias, aquí se expone todo de forma muy sintética.

En el plan se exponen las tareas a realizar en cada una de las ocho semanas que dura el curso. En ‘Materiales de lectura’ se indican las lecturas que hay que hacer cada semana y se acompañan de presentaciones de diapositivas en formato pdf junto con audios en formato mp3. Todo el material tiene licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike License.

En el siguiente apartado, Readings o lecturas, se exponen los documentos sobre Atención primaria de salud, las Guías de una selección de conferencias, y una serie de cuestionarios para ser discutidos por los estudiantes. A continuación, los temas y los correspondientes documentos para leer cada semana. Todos los documentos contienen un enlace que lleva a su contenido.

Finalmente, en Assignments, se proporcionan las instrucciones para la elaboración del proyecto final.

Es interesante echar un vistazo al curso tanto para aquellos que se interesan por la atención primaria, como para los profesores y estudiantes con el fin de que analicen la organización y planificación de un curso de estas características. Aunque en apariencia lo que se muestra tiene un aspecto sencillo, detrás debe haber muchas horas de trabajo.

El Instituto Médico Valenciano en 1909

El año 1909 fue un año de gran actividad en Valencia. La labor del Instituto se mantuvo a pesar de que muchos de sus integrantes también participaron en los acontecimientos que tuvieron lugar en la ciudad.

En 1908 vimos que la Academia Médico-Escolar se refundó y sus componentes decidieron vincularse al Instituto Médico Valenciano, situado dos portales más allá del Ateneo, en la misma calle del Mar, del que habían formado parte. A principios de año sus asociados, encabezados por Salvador Monmeneu Jorro, comenzaron a organizar un acto conmemorativo para celebrar el centenario del nacimiento de Charles Darwin. Desde el principio tuvo connotaciones progresistas y anticlericales. Invitaron a Amalio Gimeno, Odón de Buen y Miguel de Unamuno. Finalmente fue este último el que se trasladó a Valencia. Los estudiantes tuvieron de su lado a Peregrín Casanova, propagador del darwinismo en España, el diario republicano El Pueblo, y al Ayuntamiento republicano de Valencia, excepto los concejales y funcionarios más conservadores. También recibieron ayuda económica del Instituto. Finalmente el acto se celebró en febrero en el Paraninfo de la Universidad con la participación de Unamuno, Bartual, Casanova y Boscá. Se implicaron además Peset, Pastor, Morote, Gil y Morte y Concepción Aleixandre, una de las primeras licenciadas de España. El acontecimiento tuvo mucha repercusión en la prensa local y nacional tanto a favor como en contra. Finalmente se publicó un número especial de Tribuna médica, órgano de la Academia Médico-Escolar, que recogió, entre otros, las intervenciones de la noche del 22 de febrero. Hubo otras conferencias en 1909 organizadas por los escolares, cuya referencia se indica al hablar de Las Provincias.

En el mes de mayo se inauguró la Exposición Regional de Valencia, muestra de carácter comercial e industrial organizada por el Ateneo Mercantil. A su alrededor tuvieron lugar multitud de actividades. En el mes julio, por ejemplo, se celebró el Congreso Escolar de Valencia, de carácter nacional, y en el que algunos profesores y estudiantes de Medicina desempeñaron un papel destacado. Uno de sus objetivos fue la regeneración escolar en nuestro país.

En diciembre de 1909 se puso la primera piedra del edificio actual de la Facultad de Medicina. Con tal motivo se invitó a Amalio Gimeno Cabañas, al que distintas corporaciones valencianas rindieron homenaje. Fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad. El Instituto Médico Valenciano se encargó de coordinar algunos actos y la cena que se celebró en su honor en el Gran Casino de la Exposición. En la Universidad también se le tributó homenaje y se descubrió el retrato que hizo Juli Cebrian i Mezquita (1845-1926), óleo que se incorporó al Paraninfo. Recordemos que Amalio Gimeno fue estudiante y más tarde profesor de la Universidad de Valencia, y senador de la misma en Madrid durante muchos años.

A pesar de estos acontecimientos, la labor del Instituto continuó como todos los años. Hubo sesión inaugural que se aplazó al mes de octubre, pero faltó la apologética. En la sesión solemne intervino como conferenciante el Dr. Chabás, uno de los más críticos con la labor científica del Instituto, como se puede comprobar en las Actas. Su discurso trató de demostrar la necesidad de renovar la Corporación y acomodarla a las necesidades modernas. Fruto de esta iniciativa la Junta acordó dirigir una circular a los médicos, farmacéuticos, veterinarios y corporaciones invitándoles a participar y aportar ideas. Se acordó que el Instituto debía contar con una publicación, pero que no llevara el título de Boletín.

13 de enero de 1909, Junta directiva
Se produjo la toma de posesión de los nuevos cargos.
Se aprobó el pago de algunos gastos.
El estado de Caja presentado por el Tesorero fue el siguiente:
– Caja: 435,83 pesetas
– Fundación Röel: 6.328,92 pesetas, descontado ya el primer premio de 1.500 pesetas.

La Presidencia informó sobre el Congreso. Dijo que la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias admitía al Instituto como un gran núcleo concediéndole la independencia mediante el ingreso de 500 pestetas, siendo la cuota individual de diez pesetas para el socio y de veinte para el que no lo era. Tendrían cabida los médicos de partido, rebajando la cuota, y la clase escolar con una rebaja aún mayor.

13 de enero de 1909, Junta general ordinaria
Se acordó constara en Acta el sentimiento de la Corporación por el fallecimiento de la esposa del Dr. D. Antonio Casanova.
Se informó a continuación de las memorias recibidas que aspiraban a alguno de los Premios convocados:
1-Indicaciones de la intervención quirúrgica en la apendicitis aguda. Lema ‘Ubi certitud est’
2-Estudio comparativo de las diversas aguas que se consumen en Valencia. Lema: ‘El agua es el principal elemento de la vida’.
3-Indicaciones de la intervención quirúrgica en la apendicitis aguda. Lema: Jenner-Pasteur-Lister’
4-Etiología y patogenia del reumatismo agudo y crónico. Lema: ‘El título más honroso que puede ostentar un hombre, es el de trabajador’
5-Indicaciones de la intervención quirúrgica en la apendicitis aguda. Lema: ‘¿Hay cosa más inútil que el apéndice ileo-cecal?’
6-Estudio comparativo de las diversas aguas que se consumen en Valencia. Lema: Die Gesundheit ist das Vermögen von Leben’
7-Contribución al estudio de la intervención quirúrgica en algunos traumatismos del cráneo. Lema: ‘El cirujano es esclavo del diagnóstico’
8-Indicaciones de la intervención quirúrgica en la apendicitis aguda. Lema: ‘Ocassio promps’
9-Estudio comparativo de las diversas aguas que se consumen en Valencia. Lema: ‘Untergrundwasser’
10-Modo de acción de los procedimientos principales empleados en el tratamiento de la tuberculosis. Lema: ‘In tempore opportuno’

Fueron nombrados Cubells, Claver y Dómine para juzgar los trabajos 4 y 10. Para los trabajos números 1, 3, 5, 7 y 8, los Sres. Garín, López Romeu y Carsí. Para el tema de la Fundación Röel, trabajos números 2, 6 y 9, los Sres. Peset Cervera, Guillén y Trigo.

Se acordó suscribir revistas de asuntos generales siempre que no se excediera la partida para ello consignada en los presupuestos y que no se eliminaran las de Farmacia. También se dijo que se mandara una nota a los diarios para que estuvieran enterados los socios.
Respecto al Congreso, se acordó reunirse en unos días para elegir el Comité.

18 de febrero de 1909, Junta directiva
No hubo asuntos que tratar.

18 de febrero de 1909, Junta general ordinaria
Fueron propuestos como socios residentes D. Juan Bautista Peset Aleixandre (doctor en medicina), José M. Castañer Martí (licenciado en medicina), José García Marín (doctor en medicina), Eduardo Pérez López (licenciado en farmacia); y como socios correspondientes a Manuel Real Rigant, Francisco Baixauli Perelló, Diego Brú Gomis, Enrique Canalejas Cisneros, José Fernández Salvador, Vicente Ferrer Ciurana, Jerónimo Forteza Martí, Luis Gabarda Setjer, José González García, Ricardo González Frau, Daniel Lledó Rodríguez, Práxedes Llisterri Pérez, Eliseo Muro González, Federico Parreño Ballesteros, Pascual Pery Carbonell, Juan Romeu Cualladó, José Salvat Martí, Salvador Sansano Vives, y Luis Torres Ibarra (licenciados en medicina). José Moncho (Villamarchante) y Rafael Candel, ambos licenciados en farmacia, y los veterinarios Pantaleón Corella, Vicente Sobrevich, Ricardo Muñoz, Pablo Codergue, Enrique Guillén, Ramón Villanueva,  Leandro Rodríguez, Juan Bort Cerdá y Miguel Trigo Mesquita.
Reingresaron como residentes D. Vicente Domínguez Roca y D. Manuel Portaceli.
La Presidencia propuso la conveniencia de que el Instituto contribuyera en la medida de sus fuerzas con una cantidad para la Academia Médico Escolar que se había propuesto conmemorar el centeneario del nacimiento de Darwin. Visto el estado de Caja, se concedieron cien pesetas.

27 de marzo de 1909, Junta directiva
Se aprobó el pago de diversos gastos

27 de marzo de 1909, Junta general ordinaria
Fueron admitidos todos los socios residentes y correspondientes propuestos en la sesión anterior.
Se propusieron como socios residentes a D. Rafael Pastor Reig y D. Antonio Crú Miralles, doctores en medicina.
Quedó designado a propuesta de la presidencia para integrarse en la Comisión censora de los trabajos de cirugía, D. Vicente Arau.
Fueron nombrados los doctores Peset Cervera, Carsí y Giner para realizar propuestas de los temas del concurso de premios.
Pasó a correspondiente el socio residente D. Abel de los Ríos.
Se acordó prorrogar la sesión aniversario.
Se acordó dar de baja como socio a Arturo Villarroya por no satisfacer las cuotas y, en general, que para volver a ser readmitidos los socios que no pagaban su cuota, deberían abonar los atrasos.

25 de abril de 1909, Junta general ordinaria
Se acordó que constara en Acta el sentimiento de la Corporación por el fallecimiento de la madre del Dr. Moscardó.
Se acordó el reingreso de D. José M. Quilis como socio residente.
Fueron votados y admitidos como socios los Sres. Pastor y Crú.
Se aprobó el informe de la comisión sobre las memorias de medicina. Se quemaron las plicas debido a que ningún trabajo merecía ser acreedor de premio alguno.
Leído el dictamen de la comisión del premio de la Fundación Röel, Pérez Fuster solicitó que quedara sobre la mesa para poder estudiarlo. Aguilar Jordán opinó que el Instituto había depositado su confianza en los miembros de la Comisión y que debía respetarse su dictamen. El Dr. Peset señaló que no había inconveniente en acceder a lo solitidao por Fuster.
De nuevo intervino Fuster para decir que la situación ya se había dado con anterioridad y que nadie era infalible.
El Sr. Trigo, miembro de la Comisión, dijo que quedara el dictamen sobre la mesa durante quince días.
Las memorias de tema quirúrgico estaban pendientes todavía de informe.
Se aprobó a continuación el programa de premios para el siguiente año:

-Tema I: Bacteriología y clínica de la fiebre de Malta endémica en algunos puertos de España
-Tema II: Indicaciones de la intervención quirúrgica en la litiasis biliar
-Tema III: Estudio crítico de los medios propuestos para la investigación urológica de la glucosa.
-Asunto libre: Resolución de un punto importante de las ciencias médicas o sus auxiliares, a juicio del autor.

Premios Fundación Röel
-Tema I: Topografía médica de uno de los municipios de la provincia de Valencia
-Tema II: Trabajo de investigación científica personal sobre un asunto de medicina o cirugía.

La cuantía se discutiría cuando se fallaran los premios del año en curso.
Respecto al Congreso, la Presidencia informó que el Instituto no podía satisfacer las 500 pesetas que se le habían solicitado. Por tanto, los que quisieran inscribirse debían abonar veinte pesetas. Se propuso que se pagaran quince, de las cuales cinco era para que el Instituto pudiera abonar las quinientas y las diez restantes para pagar como socio de la Corporación.
El Sr. Torrens señaló que de esa manera no se inscribirían nuevos socios ya que éstos debían satisfacer, además, las cinco pesetas para ingresar en el Instituto, con lo que sumaban veinte.
Se aprobó la propuesta de la Presidencia y se abrió una lista de socios que desearan participar con la cuota de quince pestetas.

27 de abril de 1909, Junta directiva
Se aprobaron diversos gastos

27 de abril de 1909, Junta general ordinaria
Se leyó una invitación del Colegio de médicos de Madrid al Instituto para participar en una sesión apologética en honor del Dr. Faustino Röel. Se acordó aceptar y nombrar como representante de la Corporación a D. Amalio Gimeno Cabañas.
El Sr. Pérez Fuster agradeció a la comisión que hubiera dejado su dictamen sobre los premios para que pudiera ser examinado. Dijo que algunos de los trabajos se habían realizado en el Laboratorio bacteriológico municipal y que la comisión no estaba demasiado de acuerdo con las cifras presentadas.
El Dr. Trigo señaló que en el dictamen no había ninguna palabra que pudiera ser ofensiva para él.
Pérez Fuster citó otros trabajos que indicaban que las aguas del río Turia variaban entre 32º y 47º hidrométricos. Hizo referencia a las causas que podían influir en un análisis químico bacteriológico de las aguas y especialmente de las de pozo. Propuso a la Presidencia que se sometiera a votación si se concedía o no el premio.
El Sr. Ciriaco Giner señaló que reconocía que las personas nombradas para juzgar las memorias gozaban de la confianza de todos, pero que se habían empleado en el dictamen expresiones duras para unos compañeros incógnitos. Pidió que se retiraran esas palabras y que se reconociera la gran labor realizada por los autores de las memorias.
El Sr. Peset hizo uso de la palabra y explicó a los Sres Fuster y Giner que nunca se había pretendido ofender a nadie en la redacción del dictamen. Tanto él como sus compañeros estaban dispuestos a retirar del informe emitido lo que hiciera falta.
Peset dijo que el asunto tenía tanta importancia para Valencia, que si el Instituto hubiera premiado dichas memorias, hubiera incurrido en una gran responsabilidad. Enumeró los motivos por los cuales consideraba deficientes los trabajos presentados y terminó afirmando que en su sentir no debieron haber sido informadas por carecer de los datos indispensables en este tipo de trabajos.
El Sr. Pérez Fuster insistió en lo que había dicho.
La Presidencia expuso una síntesis del debate haciendo hincapie en la gran trascendencia del asunto para la Corporación y para Valencia.
Sometido el dictamen a votación; obtuvo el respaldo de una amplia mayoría.

17 de mayo de 1909, Junta general ordinaria
Se informó de haber recibido un ejemplar de la colección de artículos de medicina del Dr. D. Francisco Carbonell Solís.
El Sr. Carsí presentó una proposición de modificación de los artículos 75 y 76 del reglamento:

“Artículo 75: El Instituto celebrará todos los años la sesión pública inaugural del curso en la primera quincena de octubre. En esta sesión, a la que serán invitadas las autoridades y corporraciones científicas, se leerán la memoria de secretaría y el discurso inaugural, que versará sobre un tema científico; se distribuirán los premios adjudicados en el último certamen y se publicará el programa del siguiente”.
“Artículo 76: El Instituto celebrará otra sesión pública el día 31 de marzo, aniversario de su fundación. En esta sesión se leerá la apología de un valenciano ilustre en alguna de las ciencias médicas”

Se aprobaron las proposiciones sin debate.
Se admitieron como socios correspondientes a D. Ricardo González Marco, veterinario de Lérida; Ramón Alonso Conde y Nicolás Alonso Conde, veterinarios militares; y Agustín Plater  Gómez y Narciso Francolí Armengod, médicos miliares. También fue admitido como socio residente Joaquín Vila, y Constantino Rever Tarín y Francisco López Ibáñez como correspondientes.
La presidencia propuso que de los fondos Röel se premiara un solo trabajo con tres mil pesetas con el fin de estimular la participación.
Los Dres. Blanco, Chabás y Peset Aleixandre propusieron que fueran tres premios de mil pesetas cada uno.
La Presidencia insistió en su criterio y resaltó la importancia que daría a la Corporación ofrecer un premio cuantioso que permitiera a los ganadores adquirir libros y material.
El Sr. Carsí propuso, y así se aprobó, destinar quinientas pesetas para los gastos de impresión de los trabajos premiados con el fin de no mermar la cantidad que obtuviera un premiado.
López y Carsí popusieron que el premio fuera de dos mil quinientas pesetas. Los Sres. Blanco, Chabás, Peset Aleixandre, Aguilar y Fuster preferían dos premios aunque había disparidad en las cuantías.
La Presidencia propuso la votación dadas las distintas propuestas. Se optó por un premio de mil quinientas pesetas y un accésit de mil.
El plazo para la admisión de trabajos finalizaba el 31 de mayo de 1910.
Por indicación del Sr. Olmos se acordó agradecer al Dr. Gimeno Cabañas haber aceptado la representación del Instituto en la sesión apologética que había de celebrarse en el Colegio de Médicos de Madrid en honor del malogrado Dr. Röel.

6 de octubre de 1909, Junta directiva
Se acordó que constara en Acta el sentimiento de la corporación por el fallecimiento de la esposa del Dr. Torrens.
Se informó de haber satisfecho las quinientas pesetas a la Asociación general española para el Progreso de las Ciencias para participar en el Congreso.
Se acordó comunicar a la Sociedad Médico-escolar que debía satisfacer las cuotas.

6 de octubre de 1909, Junta general ordinaria
Se informó de haber satisfecho el Instituto la cuota de 500 pestetas para el Congreso.
El Sr. Carsí leyó el dictamen emitido sobre los trabajos de cirugía que optaban al premio. El Sr. Torrero manifestó su extrañerza de que se concediera el primer premio a un trabajo que carecía de valor absoluto y que no aportaba nada nuevo.
Se produjo una breve discusión. El Sr. Carsí señaló que, efectivamente, las memorias no aportaban nada nuevo, pero que una recopilación tan copiosa y amplia merecía ser premiada. Al tener que adaptarse a otorgar un solo premio se habían decantado por el que llevaba el lema  ‘Ubi certitud est?’, que estudia el tema como estába anunciado circunscribiéndose a él. La otra memoria con el lema ‘Jenner, Pasteur, Lister’ era una exposición monográfica que abarcaba toda la descripción de la enfermedad.
La Presidencia optó por aceptar el dictamen y formuló la pregunta de si la publicación de la primera memoria menoscababa el prestigio de la Institución.
Carsí contestó diciendo que la memoria era completa, estaba bien razonada y tenía buena redacción.
El Sr. Chabás opinó que no debía dársele el primer premio ya que, según el Reglamento, no aportaba datos originales.
El Sr. Torrero propuso que se le diera el segundo premio, y el tercero para la memoria que se había propuesto para el segundo.
Se votó y se aprobó el dictamen de la comisión con los votos en contra de Iborra y Torrero. Abierta la plica resultó ser el autor D. Julio Alonso Marcos, doctor en medicina, de Val de San Lorenzo (León).
Abierta la del segundo, apareció una tarjeta en blanco cortada diagonalmente. Se acordó hacerlo público en la prensa por si el autor quería darse a conocer y recibir el premio.
Se quemaron las plicas de los dos restantes.
Respecto al dictamen sobre el asunto libre, se premió la memoria ‘Contribución al estudio de la intervención quirúrgica en algunos traumatismos de cráneo’. Se aprobó por unanimidad. Abierta la plica, el autor resultó ser D. Enrique Slocker de la Rosa, médico numerario por oposición del Hospital de la Princesa (Madrid).

19 de octubre de 1900, Sesión inaugural
Se dedicaron sentidas frases por el fallecimiento de los Dres. Enrique Brines, Adolfo Royo y José Aveñó Lanuza.
A continuación el Dr. Chabás leyó su discurso aportando observaciones encaminadas a dar una nueva orientación al Instituto. Al efecto citó como ejemplo otras corporaciones de España, análogas al Instituto, que habían experimentado una transformación que a su entender podría servir de modelo.
Se entregó el premio al padre del Dr. Slocker de la Rosa y el otro, el de Julio Alonso Marcos, quedó depositado en Secretaría por no haber podido asistir al acto su autor.
Finalizó el acto con un discurso del Presidente del Instituto, D. Enrique López Sancho.

9 de noviembre de 1909, Junta directiva
Se aprobó el pago de diversas facturas.

9 de noviembre de 1909, Junta general ordinaria
Como el motivo de la Junta era nombrar las personas que se encargarían de la redacción de los discursos inaugural y apologético del año siguiente, el Srt. Chabás propuso aplazar la decisión, para que se convocara una Junta para tratar las propuestas de cambio que había sugerido en el discurso inaugural.
Quedaron de acuerdo sobre la proposición y convocaron Junta para el día 11.
Se comisionó al Presidente para participar en una reunión preparatoria para realizar un homenaje a D. Amalio Gimeno Cabañas

11 de noviembre de 1909, Junta general
La Presidencia hizo un resumen de la situación del Instituto y manifestó que era escéptico respecto a los entusiasmos del Dr. Chabás. Propuso crear una comisión que se encargara de hacer un llamamiento a la clase médico-farmacéutica:
-Dr. Gómez Ferrer por la Facultad de Medicina
-Dr. Antonio Casanova, por la Academia de Medicina
-Dr. Tomás Blanco, por la Beneficencia provincial
-Dr. José Chabás, por la Beneficencia
-Dr. José Mosacardó, por la Beneficencia
-Dr. Juan Bort, por los veterinarios

El Sr. Carsí propuso que se nombraran los encargados de los discursos del siguiente año, porque así lo mandaba el Reglamento. Juan Peset Aleixandre fue designado para el apologético, y D. Manuel Portaceli para el inaugural.

18 de noviembre de 1909, Junta general
El Sr. Chabás leyó el llamamiento a la clase médico-farmacéutica. La presidencia solicitó que se manifestaran opiniones y se presentaran enmiendas al texto. El Sr. Domínguez Roca manifestó que al Instituto le hacía falta un Boletín o Revista que recogiera la actividad de la Corporación y trabajos científicos. De esa manera circularía la información sobre el Instituto. Todos estuvieron de acuerdo.
El Sr. Martínez Seguí, último director del Boletín, señaló que debía cambiarse el nombre, ya que en su última etapa sólo incluía recortes extraidos de otras revistas. No había trabajos originales. Se adhirió a la propuesta el Dr. Villanueva.
El Sr. Pérez Feliu propuso que se incluyera en el llamamiento que se facilitarían a los médicos de partido cuantos datos necesitaran sobre asuntos de su práctica diaria.
Finalmente se acordó aprobar la circular con los añadidos sugeridos y enviarla. Se recomendó esperar el reparto y la recepción de contestaciones para que la comisión comenzara a estudiar el tema.
Se informó de la invitación de la Academia Médico-escolar para el acto de inauguración del curso.

6 de diciembre de 1909, Junta directiva
Se acordó pagar todos los gastos de la impresión de la memoria del Dr. Slocker.
También se leyó la súplica del Dr. Torrero de que no se le eligiera para la próxima Junta ya que tenía que ausentarse de Valencia.

6 de diciembre de 1909, Junta extraordinaria
Como todos los años se procedió a elegir a los nuevos cargos del Instituto para 1910. Los resultados fueron:

-Vicepresidente: Vicente Carsí
-Secretario general: Manuel Olmos
-Contador: Joaquín Iborra
-Bibliotecario: Enrique Gay
-Presidente sección de cirugía: Anatonio Casanova
-Presidente sección de Epidemiología: José Chabás
-Vicesecretario de Actas: Lorenzp Qrroyo
-Vicetesorero: Joaquín Aguilar

A propuesta del Sr. Portaceli se acordó agradecer al Sr. Torrero el haber desempeñado con celo el cargo de Bibliotecario.

6 de diciembre de 1909, Junta general
Se presentaron los presupuestos para 1910. Quedaron designados para su estudio los Sres. Bueso, Colomer y Oltra.
El Sr. Chabás preguntó a quién se encargaba la distribución de las circulares.
El Presidente contestó que podía hacerlo el cobrador.

El Instituto Médico Valenciano en el diario Las Provincias

Pocas fueron las referencias al Instituto en el diario Las Provincias en 1909. El motivo es doble. Por una parte de tipo técnico. Dados los acontecimientos que se celebraron en Valencia aquel año, especialmente la Exposición Regional, los ejemplares que quedan están en muy mal estado. De hecho no hemos podido consultar ninguno en papel y hemos tenido que recurrir a las copias en microfilm cuya lectura es difícil ya que no está bien fotografiado. Esto habrá supuesto la pérdida de alguna referencia.

Por otro lado, las visitas de autoridades de la capital ese año a Valencia y la celebración de la Exposición Regional acaparó prácticamente la totalidad de las páginas del diario.

Las referencias se relacionan exclusivamente con las convocatorias de Juntas:

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta]
Las Provincias, 13 de enero de 1909, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta general ordinaria]
Las Provincias, 27 de marzo de 1909, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta general ordinaria]
Las Provincias, 27 de abril de 1909, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta general ordinaria]
Las Provincias, 9 de mayo de 1909, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta general ordinaria]
Las Provincias, 17 de mayo de 1909, p. 2

Actividades de la Academia Médico-Escolar:

-Círculos y Sociedades. Academia Médico Escolar [Organiza un homenaje a Darwin]
Las Provincias, 2 de febrero de 1909, p. 2

-Círculos y Sociedades. Academia Médico Escolar [Conferencia del doctor D. Juan Cogollos, ‘La oprecaión de Freyer en la hipertrofia de la próstata]
Las Provincias, 5 de febrero de 1909, p. 2

-Círculos y Sociedades. Academia Médico Escolar [Conferencia del doctor Antonio Oliete, ‘Aspectos higiénico, estético y de ahorro de ejercicio físico]
Las Provincias, 11 de febrero de 1909

-Círculos y Sociedades. Academia Médico Escolar [El homenaje a Darwin tendrá lugar el 21 de Febrero]
Las Provincias, 12 de febrero de 1909, p. 2

-Círculos y sociedades. Academia Médico Escolar [Conferencia de Miguel Martí Pastor sobre ‘Tokurgia’]
Las Provincias, 24 de febrero de 1909, p. 2

[Estas anotaciones se han podido realizar gracias al Proyecto de Investigación del Ministerio de Educación, HAR2008-04023].

El negocio de la publicación científica

Mucho se ha hablado del negocio que existe en torno a las publicaciones científicas. En este blog nos hemos referido al tema en alguna ocasión. No obstante, los aspectos económicos no son los únicos que afectan a la difusión de la producción de los investigadores. Habría mucho que hablar.

Sin embargo, el negocio, que se ha ido concentrando en unas pocas editoriales es más que vidente. Hay quien paga por publicar, por la revisión de su trabajo, y a su vez, los que quieren acceder a él, también tienen que abonar sumas bastante altas.

Es frecuente buscar información a través de la red y llegar a páginas de revista en las que encuentras la típica barrera: introduzca su ‘usuario/palabra clave’ para acceder, o si quiere el artículo lo puede adquirir por una cifra que suele estar en torno a los treinta euros. La solución suele ser consultar el artículo a través de las instituciones que abonan cuantiosas sumas por las suscripciones. Pero a veces surge otro problema. Los historiadores buscamos generalmente trabajos publicados hace décadas que, casi siempre, quedan fuera del periodo suscrito.

En definitiva se trata de negocios que giran en torno al dinero público, porque todo acaba cargándose a los proyectos de investigación o a los presupuestos de las instituciones públicas. En definitiva, de los impuestos de los ciudadanos.

No hablemos ya de que esa concentración editorial ha acabado con numerosas revistas científicas que no pretendían tener ningún impacto y que tenían su público. Cada país o región tenía las suyas. Con ellas también se ha evaporado el uso de muchas lenguas para la comunicación científica en favor del inglés. Son muchos los investigadores que corean de forma irreflexiva y acrítica el gran logro que esto supone, según ellos. Para otros, en cambio, significa un empobrecimiento.

Contra esto muchas instituciones académicas, especialmente las universidades, han tratado de luchar creando los repositorios abiertos, que han tenido una aceptación desigual. Uno de los motivos es el constante establecimiento de baremos a los que se somete la producción científica, uno de los terrenos que cada vez más se acerca a lo escatológico en sus dos acepciones: como algo relativo a las postrimerías de ultratumba, o bien como algo relativo a los excrementos y suciedades. Al fin y al cabo se trata de una de las muchas pautas de conducta muy arraigadas en el mundo académico y de la investigación.

Volviendo al tema del negocio perverso de la publicación científica, que se agrava en la situación económica presente, vale la pena leer las anotaciones o entradas que se recomiendan en el blog Denken über:

-‘Princeton goes open access to stop staff all copyright to journals – unless waiver granted‘ (28 de septiembre de 2011), en el Blog The Conversation

-‘Explainer: Open access vs traditional academic journal publishers‘ (27 de julio de 2011),  en el Blog The Conversation

Geolocalización en el estudio de la fiebre tifoidea en Katmandú

Nuevas tecnologías que no resultan ya ‘tan novedosas’ como Google Earth, han sido utilizadas en ocasiones en la investigación científica. Estos días hemos sabido que investigadores del programa exterior del Wellcome Trust en colaboración con las Unidades de Investigación Clínica de la Universidad de Oxford ubicadas en aquél país y en Nepal, han utilizado la técnica de secuenciación de ADN y el GPS para cartografiar los brotes de fiebre tifoidea y su propagación. Los resultados se publicaron en la revista abierta Open Biology (Stephen Baker et al, Research article: Combined high-resolution genotyping and geospatial analysis reveals modes of endemic urban typhoid fever transmission, Open Biol October 2011 1:110008; doi:10.1098/rsob.110008).

La fiebre tifoidea o tifus abdominal es una enfermedad infecciosa epidémica febril, de larga duración, que se caracteriza por cursar con esplenomegalia y dolor abdominal y fiebre diaria remitente que se acompaña de escalofríos, sudoración profusa, aumento de la frecuencia y debilidad del pulso, adelgazamiento y diarrea. El agente causante es la Salmonella typhi o bacilo de Eberth-Gaffky o Salmonella paratyphi A, B, o C. El mecanismo de contagio es, igual que el cólera y otras, fecal-oral a través del agua y de alimentos contaminados con deyecciones.

Durante siglos se confundió esta afección con otras enfermedades, especialmente con las que producían estupor. Entre los primeros que la estudiaron encontramos a Pierre Bretonneau (1778-1862), y Pierre Charles Louis (1787-1872). Los ingleses Alexander Stewart (1813-1883) y William Jenner (1815-1898) contribuyeron a diferenciarlas del tifus exantemático. Fue Karl Eberth (1835-1911) el que aisló los bacilos en los ganglios mesentéricos y en el bazo de los cadáveres con la enfermedad. Robert Koch también colaboró en su estudio, y Georg Gaffky (1850-1918) los aisló y cultivó en medios artificiales, con lo que se estableció definitivamente la relación entre el bacilo y la enfermedad.

El perfil epidemiológico de la fiebre tifoidea es peculiar debido a su estrecha conexión con la distribución de las aguas potables y el alcantarillado. Ha habido epidemias que se han estudiado a fondo e incluso se ha visto que se realizaron minuciosas cartografías en las que se registraban los casos por casas, por calles y por barrios, llegando  incluso a identificar el origen del foco. Hubo brotes serios, por ejemplo, en España, en Madrid y Barcelona entre el último cuarto del siglo XIX y el primer tercio del XX.

Aunque las técnicas actuales son más fiables y exactas, en las zonas con una carga alta de morbilidad y una diversidad genética de los gérmenes, sigue siendo difícil analizar cómo aparecen los brotes y se propagan. En el caso al que nos referimos, se han creado mapas genéticos geográficos y precisos de la evolución de la fiebre tifoidea permitiendo rastrear de forma fácil la fuente de las bacterias. Los investigadores visitaron a lo largo de cuatro años los hogares de Katmandú con afectados, registraron su ubicación con GPS y posteriormente se analizó el genotipo de la cepa responsable. Tres cuartas partes de los pacientes se habían infectado con la Salmonella typhi y el cuarto restante, con la Salmonella paratyphi A. Genéticamente son muy diferentes, pero han evolucionado dando lugar al mismo cuadro sintomático.

Los autores del estudio comprobaron que las personas que vivían cerca de las fuentes de agua y en zonas de menor altitud eran más propensas a infectarse. Asimismo, pudieron poner de manifiesto la importancia de los portadores sanos en la propagación de la infección. No eran significativos el tamaño de la población ni la densidad, contrariamente a lo que podía pensarse. Los hallazgos pueden ser de gran interés para el control de la fiebre tifoidea y pueden servir de modelo para el estudio de otras enfermedades.

Para el que esté interesado, diríjase al artículo original mencionado.

This image was published in a Public Library of Science journal. Their website states that the content of all PLoS journals is published under the Creative Commons Attribution 2.5 license.

El Instituto Médico Valenciano en 1908 (II)

El Instituto Médico Valenciano en el diario Las Provincias
El diario Las Provincias se hizo eco de algunas reuniones y actividades del Instituto Médico Valenciano. Llama la atención, sin embargo, que no recogiera el cambio de sede. Éstas fueron las referencias:

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sigue la sesión sobre deontología]
Las Provincias, 2 de enero de 1908, p. 2

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sigue la sesión sobre deontología]
Las Provincias, 16 de enero de 1908, p. 2

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sigue la sesión sobre deontología]
Las Provincias, 6 de febrero de 1908, p. 2

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Conferencia del Dr. D. Antonio Casanova, sobre ‘Embalsamamientos’]
Las Provincias, 11 de febrero de 1908, p. 1

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sigue el tema del embalsamamiento]
Las Provincias, 8 de marzo de 1908, p. 2

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [el Dr. Vicente Pallarés Iranzo hablará de ‘Juicio crítico e indicaciones de la histerectomía abdominal total o subtotal]
Las Provincias, 12 de marzo de 1908, p. 1

-Sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sigue el tema del embalsamamiento]
Las Provincias, 17 de marzo de 1908, p. 2

-Instituto Médico Valenciano [Reseña sobre la conferencia de D. Antonio Casanova]
Las Provincias, 18 de marzo de 1908, p. 2

-Instituto Médico Valenciano [Comentarios a la sesión sobre embalsamamiento]
Las Provincias, 3 de abril de 1908, p. 2

-Instituto Médico valenciano. Concurso Médico
Las Provincias, 2 de julio de 1908, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Sesión de inauguración]
Las Provincias, 9 de octubre de 1908, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico valenciano [Reunión para celebrar un congreso en la Exposición Regional]
Las Provincias, 4 de noviembre de 1908, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Junta general extraordinaria]
Las Provincias, 7 de diciembre de 1908, p. 2

-Círculos y sociedades. Instituto Médico Valenciano [Enrique López Sancho elegido presidente]
Las Provincias, 8 de diciembre de 1908, p. 2

 

[Estas anotaciones se han podido realizar gracias al Proyecto de Investigación del Ministerio de Educación, HAR2008-04023].

El Instituto Médico Valenciano en 1908 (I)

El año 1908 fue un año de cambios para el Instituto Médico Valenciano y de bastante actividad. Por fin parece que se produjo el traslado de domicilio aunque, de momento, no hemos encontrado las referencias exactas del lugar. Ocuparon el local que utilizó el Círculo de Bellas Artes, asociación cultural creada por un grupo de artistas en 1893. Éste se ubicó en algún edificio de la calle Avellanas. Después de la guerra civil lo hizo en otro de la plaza de Mariano Benlliure, pero parece que previamente cambiaron de sede varias veces sin salir nunca de la calle Avellanas. Por tanto, el Instituto pasó de la calle del Mar, número 55, a la calle Avellanas, uno de cuyos extremos tiene el origen en aquélla. Según leemos en las Actas, también se renovó parte del mobiliario.

En lo relativo a la actividad científica el curso continuó con el debate iniciado en 1907 sobre unas bases deontológicas que presentó el Dr. Brines. Cerrado el mismo tras largas sesiones, su autor falleció a los pocos meses. No quedó constancia en las Actas de dos o tres conferencias que impatió Antonio Casanova, hermano del más conocido Peregrín Casanova, sobre el Embalsamamiento, y que sí fueron recogidas por la prensa, igual que la conferencia de Vicente Pallarés Iranzo sobre la Histerectomía abdominal. Se otorgó por vez primera el Premio Röel, que recayó en una Memoria presentada por el socio Dr. Oliete. El acto conmemorativo anual se retrasó al mes de octubre debido a los cambios de sede. El discurso corrió a cargo del Dr. Torrens, farmacéutico, que habló de Fermentos solubles.

Otro hecho relevante es que la Academia Médico Escolar pidió adherirse al Instituto. Estuvo ligada con anterioridad al Ateneo científico. Tuvo ésta mucha actividad durante algunos años y de forma muy especial en 1909 con el Homenaje que organizaron a Charles Darwin.

Por último, en las Actas quedó reflejado el interés de celebrar un Congreso con motivo de la gran Exposición Regional que iba a organizar Valencia en 1909.

2 de enero de 1908, Junta directiva
Tomaron posesión los nuevos miembros de la Junta.
Se acordó agradecer el envío de la obra del Dr. Röel sobre la pelagra.

2 de enero de 1908, Junta general ordinaria
El Sr. Brines se lamentó de la escasa concurrencia a pesar de que se estaba tratando un tema importante para los profesionales.
Continuó el debate en torno a la deontología. Se leyó la base 15. El Sr. Torrero manifestó no estar conforme en que el médico de cabecera fuera el único que formulara prescripciones, porque podía ver el consultor la necesidad de alguna modificación y debía serle permitida, pues de lo contrario, su papel se vería algo desairado.

El Sr. Brines aclaró la base y añadió que en otra se indicaba y se hacían todos los distingos referentes a la buena asistencia del enfermo. Lo que de ordinario ocurría era que uno se erigía en director y formulaba y, harta la familia, miraba de forma despreciativa a los otros que llenaban indicaciones. Quedó aprobada la base.
Ocupó la presidencia el Dr. Carsí.
Se leyó la base 16 y quedó aprobada.
Se leyó la base 17. El Sr. Torrero dijo que, al ser sustituido el médico de cabecera por la familia, debía llevarse a cabo poniéndose de acuerdo con los compañeros y, de este modo, se evitarían asperezas y discusiones.
El Sr. Brines defendió la base, acordándose a propuesta de la presidencia, que en este caso vería el médico si decorosamente le era posible continuar visitando al enfermo.
Se acordaron todas las bases hasta la número 21.
Leída la base número 22, quedó redactada de la siguiente forma: “Cuando asisten varios médicos a un enfermo, la responsabilidad alcanza a todos. Ninguno podrá considerarse exento de ellas, pues cuando algo no sea de su agrado, deberá consignar claramente su protesta retirándose si no fuesen atendidas las indicaciones que considere necesarias”.
El Sr. Torrero preguntó si debía admitirse a consulta al médico homeópata o dosimétrico, y en caso afirmativo, si la familia podía obligar al médico a que visitara a pesar de no hallarse conforme con las ideas del tratamiento.
Tanto el Sr. Brines como la presidencia manifestaron que en las bases aprobadas ya se indicaba lo que había que hacer, pero como al mismo tiempo existían otros medios exclusivos para tratar las enfermedades constituyendo la fisicoterapia, la electroquímica, etc., si se quería, podía estudiarse de nuevo el asunto para ver lo que procedía.
Se levantó la sesión quedando pendiente para la próxima, el debate del segundo grupo de bases.

9 de enero de 1908, Junta general ordinaria
Continuó el debate sobre deontología.
Ante la base nº 6 modificada por el Dr. Perales, el Sr. Brines defendió la del proyecto presentado, manifestando que debía considerarse cuando el compañero hubiera obrado de mala fe por intereses mezquinos u otro móvil; con respecto a la amonestación, la creía impracticable ya que era difícil marcar la graduación entre los médicos para la categoría respectiva de primera, segunda o tercera clase mediante nuevos exámenes. En relación a la censura pública también era difícil su realización, y de llevarla a la práctica sobre hechos concretos, siendo harto inmoral decir a la familia que el médico había incurrido en un error.
El Dr. Perales señaló que entendía que lo mejor era suprimir de un plumazo la base en cuestión, pues en la anterior y posterior ya se citaba lo que debía hacerse sobre el particular.
Rectificó el  Sr. Brines defendiendo la permanencia de la base.
El Sr. Torrero manifestó no parecerle bien la palabra ‘honradez’ pues era difícil manifestarlo. El Sr. Brines le constestó que esto podía realizarse igual que ocurría en el comercio, la industria,.. etc. Se refirió a un caso de un médico que dejaba mucho que desear por sus actos, pero que no se le denunció por miedo a quedar aislado por el resto de sus compañeros.
El Sr. Torrero le dio la razón.
El Sr. Bartrina opinó que debía suprimirse la base. Lo mismo dijo el Sr. Carsí así como Perales, Brunenque, Gil Roca, Torrero, Olmos y el Presidente. Quedó, por tanto, suprimida por votación.
Transcurrido el tiempo se levantó la sesión.

16 de enero de 1908, Junta general ordinaria
Continuó el debate sobre deontología. Se volvió a la base 14 que había quedado en suspenso. Torrero señaló que no veía la necesidad de ofrecer siempre el puesto de cabecera al consultor, pues había ocasiones en que se llamaba a un especialista y éste no quería o no le era posible ver asiduamente al enfermo. Si no fuera así, se convertiría en el de cabecera y aquél en el consultor.
El Sr. Perales defendió la redacción como estaba.
El Sr. Ivorra manifestó su opinión de que continuara el mismo de cabecera y que se retirara cuando captase desconfianza hacia él.
El Sr. Brines defendió la base y dijo que era preferible retirarse dignamente ofreciendo el puesto, a que luego forzosamente le echaran. Señaló, además, que podía existir un médico pegajoso para la familia y ésta, por delicadeza, tolerarlo.
La Presidencia propuso sustituir la palabra ‘exigir’ por ‘invitar’.
El secretario actuante contestó al Sr. Brines que atendiendo a la modificación establecida en la base 13 relativa a que cuando un médico de cabecera creyera que la consulta había sido motivada por desconfianza, debería ofrecer retirarse, dejando para que continuara la asistencia el médico consultor, advirtiendo a los interesados la causa de ello, y teniendo en cuenta lo que se indicaba en la base 17, pudiendo la familia cambiar de médico de cabecera. El ofrecimiento, pues, podía parecer a la familia prueba de ineptitud u otra cosa peor.
Terminada la discusión, quedó redactada la base 14 de la siguiente forma: “Si la familia manifiesta que desea que continúen asistiendo los dos, se le deberá invitar a que designe médico de cabecera para lo sucesivo; en el caso de declinar tal designación, se realizará por los mismos compañeros y cuando no haya avenencia, decidirá la familia”.
A continuación se abordaron las bases del Segundo grupo: Relación del médico con el cliente.
Leída la primera fue aprobada igual que la segunda.
En cuanto a la tercera, el Sr. Brines aclaró que su objeto al redactarla era hacer opinión y educar al cliente a que hiciera lo propio.
El Sr. Perales propuso su supresión. Señaló que la sociedad dividía las profesiones en dos grupos; unas de fin utilitario en las que se toleraba hasta el robo, y otras que no tenían dicho fin directo entre las que se encontraba la medicina, siendo inmoral que el médico estipulase antes los honorarios.
El Sr. Brines contestó señalando que, aunque la sociedad hacía esa distinción, no le satisfacía que la virtud no fuera premiada y el vicio castigado.
Transcurrido el tiempo, se aplazó la discusión.

23 de enero de 1908, Junta general ordinaria
El Sr. Brines manifestó que debía considerarse este conjunto de bases redactadas por personas extrañas, no por ‘nosotros’, y hacer la propaganda para que el público supiera a qué atenerse y se acostumbrara, y así como preguntaba cuánto costaba lo que adquiría, hiciera lo propio respecto a los honorarios.
La presidencia presentó una enmienda y en relación a ella quedó redactada la base en la forma siguiente: “Al solicitar los servicios de un médico éste considerará siempre correcto que se le pregunte por la cuantía de sus honorarios; en el caso de no poder satisfacerlos, podrá rebajar el médico lo que prudencialmente crea oportuno”.
Leída la base 4, el Sr. Torrero manifestó que una vez modificada la base anterior, debía hacerse lo propio con ésta, siendo el médico el que remitiera periódicamente la nota.
El Sr. Fajarnés dijo que si se cobraba al día, sobraba la base.
El Sr. Brines propuso la lectura de la base 5 y que se discutieran conjuntamente.
El Sr. Torrero propuso que se dejara a criterio del médico pedir los honorarios al día o periódicamente, pues había casos en los que existía temor de no cobrar y en otros se trataba de casas de confianza y amistad.
El Sr. Fajarnés dijo que dándole al público la costumbre, lo haría general.
El Sr. Brines defendió la base diciendo que había personas que no pagaban ni al médico, ni al farmacéutico, ni al tendero.. y cambiaba de compañero haciendo la rueda. Por eso era mejor pagar al día aunque fuera violento.
El Sr. Villanueva propuso que el pago se hiciera al contado y al día y que, cuando se tratara de un cliente de confianza, que no se aplicara el acuerdo.
Fundidas las dos bases en una, quedó redactada de este modo: “El médico deberá cobrar sus honorarios en el acto de prestar servicio, sea visita, consulta, operación, certificado, reconocimiento o cualquiera otro de su profesión”.
Leída la base 6, que resultó ser ahora la 5, el Sr. Villanueva accedió pero sin mentar para nada el reglamento de Barcelona.
Manifestando el Dr. Torrero que el Reglamento del Colegio Médico lo establece, se acordó la redacción de la base del modo siguiente: “En armonía con lo dispuésto en el Colegio Médico, el Instituto acordó abrir un Registro de los clientes morosos, en el cual cada profesor podrá anotar los nombres, profesión y domicilio de los clientes que no satisfagan los honorarios, añadiendo, además, cuantos datos consideren pertinente a cada caso”.
Se designó a los Sres. Brines y Perales para formular definitivamente las bases relacionándolas con los acuerdos tomados.

30 de enero de 1908, Junta general extraordinaria
El Dr. Brines leyó las bases deontológicas formuladas en relación a los acuerdos tomados en sesiones anteriores. Al llegar a la número 10 se entabló un debate entre Pérez Fuster, Brines y Chabás, acerca de si a la familia se le debía facilitar el diagnóstico acordándose a propuesta del último, que si fuese preguntado, se le contestaría lo fundamental del mismo.
La base 12 quedó así: “Cuando no hay acuerdo se propondrá a la familia que designe otro médico consultor o que se decida por el plan propuesto por uno de ellos, debiendo el otro retirarse o proponer a costa suya consulta con otro compañero; el tercer médico se eligirá de común acuerdo entre la familia y los dos que han consultado”.
En la base 15, ‘poner entre paréntesis (ver la siguiente)’.
En la base 17, donde dice ‘el de cabecera’ sustituirlo por ‘el médico de cabecera’.
En la base 18, ‘Después de la consulta, los médicos visitarán al enfermo simultáneamente o separadamente según convenga’.
La base 23 como sigue: “Cuando hayan desaparecido los motivos de la consulta, el enfermo se encuentre mejorado o se consideren innecesarios los servicios de los médicos consultores, estos deberán retirarse a menos que la familia insista en que continúen”.
Transcurrido el tiempo, se levantó la sesión.

6 de febrero de 1908, Junta directiva
El Tesorero dio cuenta del estado de la Caja a 31 de dieiembre de 1907:
Saldo: 2.736,72 pesetas. En la Caja de Ahorros, 2071,66 pesetas. En la caja social, 665,06 pesetas.
Se acordó bonificar al Conserje con 5 pesetas por la copia del mensaje al Dr. Ferrán.

6 de febrero de 1908, Junta general ordinaria
Se aprobó el reingreso como socio residente de D. Adolfo Batllés.
Se propusieron como socios a D. Luis Puchades Gozalvo (residente) y D. Fernando Muñoz Pechuán (corresponsal).
Se designó a los Sres. Aveñó, Guillén, Cubells, Gómez Ferrer y López Romeu para formar la comisión del programa de premios.
Respecto al tema de la deontología, se aprobaron todas las bases del segundo grupo.
El Sr. Brines indicó si sería conveniente una base en la que se hiciera constar el orden de hablar en las consultas.
El Sr. Torrero señaló que era costumbre que principiara el médico de cabecera exponiendo la historia clínica; siguiendo los más jóvenes haciendo observaciones, encargándose de la presidencia el de más edad.
El Sr. Albiol dijo que no siempre ocurría así y que la presidencia debía recaer en el más idóneo y a mayor abundamiento si se trataba de afecciones de índole especialista.
La base quedó redactada de la siguiente forma: “El orden en el uso de la palabra para celebrar la consulta se hará en la siguiente forma: primero el médico de cabecera; en segundo lugar los que fuesen llamados sucesivamente, y de los últimamente llegados, se concederá la presidencia al más antiguo o al de mayor categoría’.
La presidencia preguntó qué se hacía con las bases aprobadas. Si se hacían públicas y con qué carácter. El Sr. Brines señaló que había redactado las bases para dar vida al Instituto y crear opinión entre los compañeros, así como para que fueran de utilidad para el ejercicio de la profesión.
El Sr. Villanueva propuso que se publicaran en los periódicos profesionales y que también se enseñasen en la Facultad de Medicina.
A propuesta de la presidencia se acordó enviarlas al catedrático de Medicina legal para que las diera a conocer a sus alumnos.

9 de marzo de 1908, Junta directiva
Se aprobaron gastos

9 de marzo de 1908, Junta general ordinaria
Se acordó el reingreso de los Sres. Luis Vidal Vidal y Antonio Villanova.
Se aprobó el ingreso propuesto en la sesión anterior de los Sres. Puchades y Muñoz Pechuán.
Se presentó el programa de premios.
El Sr. Pérez Fuster se lamentó de que no se presentaran memorias sobre análisis de aguas potables, debido a que suponía un coste en aparatos, reactivos, etc. Propuso que este tipo de trabajos se integraran en los premios Röel.
El Sr. Carsí recordó que el año anterior el premio estaba dedicado a cirugía y que ahora correspondía por turno a medicina. En todo caso se podía dejar libre este asunto pudiendo presentarse a él trabajos sobre aguas potables.
El Sr. Pérez Fuster se opuso a la medida porque era más difícil juzgar trabajos de temas heterogéneos que si todos hacían referencia a un mismo asunto. Incluso se podía referrir a ‘aguas que se consumen en Valencia’ en vez de ‘se importan’. Se aprobó la propuesta.
El Sr. Aveñó propuso el tema ‘Régimen alimenticio que conviene al hombre actual’ para colocarlo en lugar del tema 3.
El Dr. Carsí propuso que se conmsultara al Sindicato de Röel si se podían extender las topografías médicas a las demás provincias del Reino de Valencia.
Se aprobó también que podían concurrir a todos los premios los médicos y alumnos de España.
El programa de premios quedó, por tanto, de esta forma:

-Tema 1: Etiología y patogenia del reumatismo agudo y crónico
-Tema 2: Indicaciones de la intervención quirúrgica en la apendicitis aguda
-Tema 3: Régimen alimenticio que conviene al hombre moderno
-Asunto libre: Resolución de un punto importante de las ciencias médicas o sus auxiliares a juicio del autor.

Premios de la Fundación Röel:
-Tema 1: Topografía médica de uno de los municipios de la provincia de Valencia
-Tema 2: Estudio comparativo de las diversas aguas potables que se consumen en Valencia

Se dio lectura después a un oficio del Dr. Ferrán dando las gracias por el mensaje que se le remitió.
También se leyó la petición de la Sociedad Odontológica de que se le rebajase a cien pesetas su cuota de alquiler, en vista de que se había reducido mucho el número de sus socios. Se acordó la petición.
La presidencia informó de sus gestiones para el traslado de local. Propuso que se nombrara una comisión para visitar de nuevo la casa y emitir el correspondiente dictamen. Fueron nombrados para ello a los Sres. Guillén Marco, Casanova, Carsí y la propia presidencia.

12 de marzo de 1908, Junta general ordinaria
El Sr. Carsí propuso que se estudiara mejor el tema de extender las topografías médicas a los municipios de las otras dos provincias. Asi se acordó.
Se propuso como socio residente a D. Mariano Pérez Feliu, licenciado en Medicina.
La presidencia comunicó que el Círculo de Bellas Artes iba a desalojar el local en breve y que dejaría unos enseres que podrían ser de utilidad al Instituto. Se acordó quedarse con la instalación eléctrica, algunas alfombras y una librería.
Se facultó a la Comisión gestora del traslado para que visitara al dueño de la casa para manifestarle que el Instituto deseaba alquilar el local en cuanto el Círculo de Bellas Artes lo dejara.
A continuación el doctor Pallarés presentó la comunicación Indicaciones de la histerectomía total o subtotal.

24 de marzo de 1908, Junta general ordinaria
Se admitió como socio a Mariano Pérez Feliu.
La presidencia abrió el debate sobre el traslado al nuevo local. Propuso que se asignaran fondos ya que el dueño no iba a hacer reformas a su costa.
El Sr. Carsí señaló que las reformas no eran muchas y que el Tesorero podía indicar la cantidad de que se disponía.
El Sr. Casanova propuso dejar libertad a la comisión que se encargaba del tema. Se acordó.
El Sr. Torrens indicó que se podía disponer de dos mil pesetas de la cuenta de la Caja de Ahorros y de quinientas en efectivo, pero que era más importante aumentar los ingresos para poder hacer frente al nuevo alquiler.
Después se dio lectura al dictamen de la comisión que juzgó la memoria sobre la Topografía de Manises. Se declaró no tener la suficiente altura científica y por unanimidad  se desechó.
Se leyó el dictamen sobre la memoria presentada al premio Röel. Se le concedió.  Abierta la plica, resultó ser el autor D. Antonio Oliete Balader, socio de la Corporación.
El Sr. Gómez Ferrer propuso que en futuras ocasiones se supiera el nombre de los autores antes, ya que no se podía saber si la autoría era real.
La presidencia dijo que la apreciación del Dr. Gómez Ferrer era atinada y abrió debate sobre el asunto.
El Sr. Carsí propuso que se podía abrir la plica del trabajo ganador para ponerse en contacto con él y que pudiera demostrar de algún modo que se trataba de un trabajo original.
Se aprobó la propuesta del Dr. Carsí después de ver que no se entraba en contradicción con las bases del Concurso.

12 de junio de 1908, Junta directiva ordinaria
Se aprobó el pago de varios gastos relativos al nuevo local: dos docenas de sillas de Viena, madera volteada; dieciocho escupideras blancas de Manises; dos mesas de escritorio para la secretaría y la sala de Juntas; dos mesitas de mármol para tomar café; una silleta escalera para la Biblioteca; un plumero, cepillo y objetos de escritorio; un traje uniforme para el conserje para los actos solemnes.
Se propuso aumentar el sueldo mensual del conserje a sesenta pesetas si lo permitía el presupuesto y que se encargara él de cobrar los recibos.
Se acordó aumentar la cuota mensual de socio a dos pesetas y que se comunicara al Gobernador. También se acordó comprar revistas para la sala de lectura.
Se acordó retirar de la cuenta de la Caja de Ahorros la cantidad de 2.100 pesetas y acceder a la cesión del local del Instituto solicitado por el Inspector provincial de Sanidad para celebrar en él una reunión el día 25.

16 de junio de 1908, Junta general ordinaria
Se aprobaron los acuerdos tomados en la Junta directiva y posponer el acto inaugural para octubre. También publicar el programa de premios y prorrogar el plazo de presentación de los mismos.
El Dr. Torrero manifestó su oporsición a que la tarea de cobrar los recibos quedara en manos del conserje, ya que el cobrador actual realizaba su cometido correctamente por solo un real diario.
La presidencia manifestó que quizás el conserje pudiera realizar esta labor de forma más seria, pero que no quería hacer cuestión del tema.
El Sr. Ivorra añadió que por deficiencias en la cobranza se le relevó del cargo (al conserje).
El Sr. Oliete propuso que siguiera el mismo cobrador y que al conserje se le aumentaran 30 reales mensuales.
Siguió el debate y se votó, resultando que seguiría el actual cobrador y que al Conserje se le aumentaría el sueldo en 30 reales mensuales si el presupuesto lo permitía.

20 de julio de 1908, Junta directiva
Se informó haber recibido un ejemplar de la Memoria de los trabajos realizados por el Círculo Valenciano de Buenos Aires. También se informó de que querían hacer una visita al Instituto.
Se aprobó pagar varios gastos.

8 de agosto de 1908, Junta directiva
No hubo asuntos que tratar

12 de septiembre de 1908, Junta directiva
No hubo asuntos que tratar

1 de octubre de 1908, Junta directiva
Se aprobó pagar varios gastos.

14 de octubre de 1908, Junta directiva extraordinaria
Se acordó pagar algunos gastos.
Se leyó la invitación a participar en la celebración de las fiestas del centenario de San Luis Beltrán y adornar e iluminar la fachada con tal motivo. Se rechazó por no disponer de elementos para ello y por huir de significación alguna.

28 de octibre de 1908, Junta directiva
La Academia Médico-escolar solicitó incorporarse al Instituto, cuyos socios satisfacían la cuota de una peseta mensual, de la que se descuentaban veinticinco céntimos para la publicación de su Boletín.
El Sr. Olmos se mostró en contra porque no estaba previsto en el Reglamento.
El Sr. Ivorra propuso que se adhirieran como lo habían hecho los farmacéuticos y los odontólogos. Así se aprobó.

23 de octubre de 1908, Sesión inaugural
El discurso corrió a cargo del Dr. Torrens, que habló de los Fermentos solubles.
Se le entregó después al Dr. Oliete el premio obtenido de la Fundación Röel consistente en el título de socio de mérito, medalla de plata y mil quinientas pesetas.
Después se dio lectura al nuevo programa de premios.
Terminó el acto el Dr. López Sancho con un breve discurso.

28 de octubre de 1908, Junta general ordinaria
Se propusieron los siguientes socios: José Benito Climent (residente); Manuel Desfilis Pascual (residente); Carmelo Aranda Martínez (residente); Ricardo Muños Carbonero (corresponsal, Burjasot); José Muños (farmacéutico de Burjasot).
Se acordó oficiar al Sr. Arroyo para que firmara las actas que no firmó el Dr. Brines, por fallecimiento.
Se aprobó que constara en acta el sentimiento de la Corporación por la defunción de D. Enrique Brines.
Se dio lectura a los oficios del Rector de la Universidad y de la Academia Médico-Escolar.
Se aprobó la incorporación de la Sociedad Médico-Escolar al Instituto como Sociedad agragada.
Se eligió al Dr. Chabás para que redactara el discurso inaugural del año siguiente. Aceptó éste el encargo.
Se dio cuenta de la solicitud del Dr. Machí para celebrar un Congreso Médico-farmacéutico. Se aceptó la proposición y se tomó el acuerdo de celebrar una reunión para ver la forma de llevar a cabo el mencionado congreso.

11 de noviembre de 1908, Junta directiva
Se aprobaron algunos gastos.
Se presentaron los presupuestos para 1909. Se acordó presentarlos a la Junta general.
Se acordó “avistarse con el Sr. Dómine para que presente a una Comisión de la Directora al Comité del progreso de las Ciencias para ver si nos autoriza para celebrar el Congreso de Medicina por iniciativa o dirección del Instituto, quedando encargado o designado el Sr. Chabás de avisar cuando sepa algo respecto a lo que haya de particular sobre dicho asunto».

11 de noviembre de 1908, Junta general ordinaria
Se aprobó la admisión como socios de: José Benito Climent, Manuel Desfilis Pascual, Ricardo Muños Carbonero, José Muñoz Parou, Carmelo Aranda Martí.
Se leyeron los presupuestos y se comisionó para estudiarlos a los Sres. Oliete, Emilio López y Alfredo Moscardó.
La presidencia transmitió a los asistentes la posibilidad que tenían de suscribirse al Boletín de la Academia Médico-Escolar.

7 de diciembre de 1908, Junta directiva
…”se dio lectura a una carta circular firmada por el Sr. Setier y dirigida al Sr. Carsí de los médicos titulares tratando de celebrar un Congreso durante la Exposición Regional. No tomándose acuerdo de alguna especie porque aun no sabía la Junta directiva qué clase de Congreso se habría de celebrar por no haber tenido contestación del Comité Central, quedando encargado el Sr. Presidente de esta Corporación de avistarse con el Sr. Giménez Valdivieso, Presidente del Ateneo”.
Se aprobó pagar diversos gastos.

7 de diciembre de 1908, Junta general extraordinaria
Tuvo lugar la elección de los cargos que debían renovarse por Reglamento. Fueron elegidos:

-Presidente: Enrique López Sancho
-Secretario de actas: Alfredo Moscardó
-Tesorero: Francisco Torrens
-Presidente de la Sección de Medicina: Francisco Villanueva
-Presidente de la Sección de Farmacia: Agustín Trigo
-Vicesecretario general: Adolfo Batllés
-Vicecontador: José Baldoví
-Vicebibliotecario: Clemente Ramón

7 de diciembre de 1908, Junta general ordinaria
Se discutieron los presupuestos. Se acordó ingresar el dinero sobrante en la cuenta de la Caja de Ahorros.
El Sr. Chabás propuso que se llevara a Junta la relación de revistas, obras y demás fuentes de estudio necesarias. Se acordó que el Bibliotecario y los presidentes de cada sección elaboraran la mencionada lista.

[Estas anotaciones se han podido realizar gracias al Proyecto de Investigación del Ministerio de Educación, HAR2008-04023].

Moncofa comenzó el siglo XX con el miedo a una epidemia

El siglo XX, 1900, comenzó en Moncofa, provincia de Castellón, con la alarma de una epidemia. Motivos tenían porque todos sabían que en Oporto había peste desde junio del año anterior, Madrid había tenido problemas con el tifus y en Quero (Toledo), lo que se creía una grave enfermedad infecciosa acabó siendo una intoxicación por plomo que afectó a muchas personas.

En la prensa de Madrid de enero de 1900 se podía leer:

Desde el 20 de diciembre venía notándose en dicho pueblo que la mortalidad superaba a la normal, causando las defunciones un padecimiento que empezado por el tubo digestivo producía bajas temperaturas que terminaban por altísimas fiebres (El Imparcial, 12 enero)

Según leemos, los pacientes llegaban a perder el conocimiento y en muchos casos fallecían. De 300 vecinos, a mediados de enero, había 20 afectados. Habían fallecido 10.

El mecanismo de alarma de entonces se iniciaba con informar al gobernador civil quién constituía la Junta de Sanidad. La formaban los inspectores médicos de Sanidad de la provincia y farmacéuticos. Junto con el subdelegado médico de Nules marcharon a Moncófar a recoger datos sobre el terreno.
Visitaron también Vall d’Uixó, Villavieja y Nules.

En Moncofa vistaron los siete enfermos que había. Uno de ellos estaba muy grave. Determinaron que se trataba de casos de gripe de carácter grave que afectaba a meninges cerebrales y raquidianas.

Según esta comisión, había habido en total 15 casos, de los que 11 habían finalizado en defunción. En Vall d’Uixó hallaron 3 casos de los que dos fallecieron.

Se acordó el cierre de las escuelas de Moncofa y la obligación de las autoridades de los pueblos del alrededor para que informaran puntualmente de cualquier caso (El Imparcial, 13  de enero).

Posiblemente no se tratara del virus de la gripe sino de alguna infección cerebroespinal. La gripe llegaría a ser triste protagonista dieciocho años después en buena parte del mundo. Por otra parte, las meningitis cerebroespinales de carácter epidémico eran relativamente frecuentes en este periodo.

Acceso a los medicamentos para las enfermedades no transmisibles en los países en vías de desarrollo

Las enfermedades no transmisibles representan actualmente la mayor carga de morbilidad y mortalidad en el mundo. En los países en vías de desarrollo, la adopción de hábitos occidentales no saludables ha conducido a una mayor prevalencia de los factores de riesgo. Por otra parte, en muchos de ellos no se han resuelto muchos de los problemas producidos por las enfermedades infecciosas. Por tanto, faltan recursos para hacer frente con medicamentos a estas dos situaciones.

En septiembre pasado en el contexto de las Naciones Unidas se celebró una reunión de alto nivel sobre enfermedades no transmisibles con el fin de establecer una nueva agenda global.

El documento de trabajo utilizado (Improving Access to Medicines for Non-Communicable Diseases in the Developing World) viene a ser una propuesta de investigación para mejorar el acceso a los medicamentos sin dejar de lado la promoción de la salud y el desarrollo de medidas preventivas de las enfermedades no transmisibles. La industria farmacéutica juega un papel fundamental.

El marco de referencia se ha elaborado a partir de una recogida de datos intensiva procedentes de bibliografía y de internet sobre las organizaciones y sus actividades, así como de entrevistas realizadas a expertos, investigadores del mundo académico y no académico, a políticos, etc. Los obstáculos no son pocos. Las enfermedades no transmisibles son el resultado de múltiples causas a lo largo de la vida y requieren un enfoque horizontal integrado en la atención al paciente, la familia y toda la comunidad como participantes activos. Factores como el desarrollo de nuevos fármacos y el precio de los mismos son también decisivos, así como que la industria farmacéutica pueda recuperar las inversiones realizadas. Ese marco conceptual se describe de forma sintética con una serie de preguntas: ¿Existen medicamentos eficaces?, ¿Están disponibles en un país determinado?, ¿Llegan a las farmacias y a las clínicas?, ¿Tienen acceso los pacientes a la atención?, ¿Es adecuado el uso?

El documento de trabajo tiene 66 páginas. Aparte de un resumen y de la bibliografía, está dividido en 6 secciones: (1) Una introducción, (2) La creciente carga de enfermedades no transmisibles en el mundo en desarrollo, (3) Obstáculos para acceder a los medicamentos contra las enfermedades no transmisibles, (4) Ideas prometedoras para mejorar el acceso a los medicamentos contra las enfermedades no transmisibles, (5) Implicaciones, (6) Próximo paso: una invitación a que colaboren los interesados.

Entre los redactores del documento figuran Soeren Mattke, Marla C. Haims, Nono Ayivi-Guedehoussou, Emily M. Gillen Lauren Hunter, Lisa Klautzer y Tewodaj Mengistu. La esponsorización procede de la International Federation of Pharmacuetical Manufacturers and Associations.

El tema de la dificultad de acceso a determinados medicamentos por parte de algunos países pobres y en vías de desarrollo está en los medios de comunicación desde hace tiempo. El entendimiento entre los diferentes gobiernos y la industria farmacéutica es, con frecuencia, difícil. Personalmente creo que las reuniones de alto nivel y la acción de los organismos internacionales nunca se caracteriza por grandes éxitos. No obstante, este documento contiene ideas, datos y propuestas que pueden tener interés. Juzguen ustedes.

Enlace a la página web de RAND Corporation (Objective analysis, effective solutions)

Lo que leía la generalidad en 1899

Me he encontrado con este gráfico informativo que se publicó en El Imparcial en 1899. Su títulko: Lo que lee la generalidad. Para muchos hoy sería una ‘infografía’. Hace referencia al género de libros que se leían en esa época. Me da la sensación de que apenas ha variado. Quizás deberíamos sustituir ‘novelas de folletín’ por bestsellers y libros de autoayuda.