Historia de la medicina. Noticias de interés en español (agosto, 2020 #3)

La medicina basada en el humanismo y el rol del conocimiento. Por Enrique de Rosa
Fuente: infobae

René Laënnec, inventor del estetoscopio. Por Rangeli Félix Bravo.
Fuente: Diario Salud

La historia de las vacunas
Fuente: El Territorio

‘Hipócrates’ (Filmin) y otras grandes series de bata blanca y hospitales
Fuente: El Confidencial

Finlay: camino a la eternidad.
Fuente: tv avileña

Perú busca rescatar la quina, el amenazado árbol que salvó millones de vidas.. Por Fernando Gimeno.
Fuente: Diario de Sevilla

En el centenario de Luis S. Granjel. Por José M. Urkia Etxabe.
Fuente: Noticias de Gipuzkoa

Anuncian segunda edición de Cátedra Bicentenario.
Fuente: Andina. Agencia Peruana de Noticias

Historia de las mascarillas a través de los siglos. Por Florence Gaillard
Fuente: France 24

Alfredo Jadresic: la historia de la medicina chilena en primera persona. Por Jennifer Abate C.
Fuente: nodal

Orlando Mejía Rivera: médico, escritor y humanista. Por José Miguel Alzate
Fuyente: EJE21

Pandemias en la historia: cómo ha sobrevivido la humanidad
Fuente: Revista de Medicina y Salud Pública

‘Aragonautas’: Jerónimo Soriano, un pediatra turolense del siglo XVI
Fuente: Aragón cultura

¿Qué significa diabetes mellitus? Breve historia y cronología.
Fuente: Unión Jalisco

Historia de la medicina. Noticias de interés en español (agosto, 2020 #2)

Breve historia de las vacunas.
Fuente: montevideo.com

Éter, cloroformo y Santiago de Compostela: una ruta por la Historia de la anestesia. Por Maite Vence.
Fuente: Quo

El lavado de manos de Semmelweis aportación mundial a la medicina, salva millones de vidas.
Fuente: Diario 16

El seguntino Javier Sanz publica ‘De Reyes y dentistas: la Odontología y la Casa Real española. De Carlos V a Felipe VI.
Fuente: lacomarcadepuertollano

Rosalind Franklin, la científica olvidada que nos mostró la estructura de la vida. Por Regina de Miguel
Fuente: NOBBOT

‘Pandemias, la amenaza invisible’, entrega especial de «Vamos a Hacer Historia».
Fuente: eitb.eus

Rastros visibles de un enemigo invisible: las epidemias en la historia. Por Margarita López, Andrés Felipe Cardona Zorrilla.
Fuente: El Espectador

Las láminas anatómicas de Ramón y Cajal.
Fuente: Aragón Cultura

En Internet, historia de pestes en Europa
Fuente: Cuarto Poder (Chiapas)

Maurice Hilleman, el gigante de la medicina que fue el creador de vacunas más rápido de la historia. Por Helen Grady
Fuente: BBC Mundo

Una noble y necesaria profesión. Por Arlette López.
Fuente: Milenio

Así doblegaron la curva del tifus en el gueto de Varsovia. Por Laura Chapero.
Fuente: agenciasinc.es

Alzira fue cobaya del mítico doctor Ferrán. Por Aureliano J. Lairón.
Fuente: Levante-emv

El primer transplante de corazón en el IMSS.
Fuente: La Razón (México)

El doctor Amílcar Morera: «Cirujano excepcional que marcó una época en la historia de la medicina palmera. Por Manuel Lorenzo Arrocha.
Fuente: elDiario.es

Publicado el ‘Diccionario Histórico de Autoridades Científicas de la provincia de Guadalajara’.
Fuente: LaCerca.com

Historia de la medicina. Noticias de interés en español (agosto, 2020 #1)

En Internet, historia de pestes en Europa. Por Mónica Mateos-Vega
Fuente: La Jornada

De pandemias y mujeres sanadoras. Por Javier Medrano
Fuente: eju! tv

Irun 1522, de nuevo en marcha. La Fundación presentó el jueves el libro ‘Jornadas de Historia Sanitaria aplicada a la mejora de las consecuencias del campo de batalla’. Por Ana M. Seisdedos.
Fuente: El Diario Vasco

Las sanadoras renacentistas, historia de la medicina universal
Fuente: Radio Euskadi

Hospital San Juan de Dios, una historia de abandono y negligencia
Fuente: Caracol radio

Denia «Calle a calle»: la historia de traiciones al médico Manuel Vallalta
Fuente: denia.com

Descolonizar la ciencia: ¿qué es «parachute science»? Por Paola Estrada Villafuerte
Fuente: Observatorio de Innovación Educativa

La gripe española de 1918: la peor catástrofe sanitaria de la historia. RNE.
Fuente: Jerez sin fronteras

Dos estudiantes y un historiador trabajan el sueño de un Museo Nacional de Medicina. Por Analñia Filosi
Fuente: El País (Uruguay)

Rafael probablemente murió de pulmonía y no de sífilis, según un estudio
Fuente: La Vanguardia

Preservativo: su historia y su verdad II parte. Por Mauro Fernández
Fuente: La Prensa libre

Trailer de ‘Radioactive’. La historia de Marie Curie de la mano de Satrapi
Fuente: Las cosas que nos hacen felices

Quién es Henrietta Lacks, la mujer con células inmortales que ha salvado millones de vidas
Fuente: El Imparcial

«Argentina, de la lepra al COVID», por Federico Andahazi
Fuente: Radio Mitre

La singular historia del plasma rico en plaquetas, una de las maravillas de la medicina moderna. Por el Dr. Ramón Castellanos
Fuente: El Nuevo Herald

De Louis Pasteur a la pandemia: una semana de conferencias vía El Colegio Nacional
Fuente: Aristegui Noticias

«En la historia de las epidemias, nunca tuvimos una fuerza científica tan importante como hoy» Oscar Bottasso dirige el Instituto de Inmunología Clínica y Experimental en Rosario y es investigador del Conicet.
Fuente: El Ciudadano

Sobre anacronismos y torquemadas. Por José Manuel Sánchez Ron
Fuente: El Cultural

¿Por qué hoy se celebra el Día de la Medicina Social?
Fuente: Filo.news

Historia del tratamiento de la sífilis

Como siempre, cuando subimos un nuevo vídeo al canal de Youtube «Medicina, historia y sociedad», proporcionamos en este blog la transcripción del vídeo anterior junto con una selección bibliográfica.

En esta ocasión se trata de la Historia del tratamiento de la sífilis. Se han añadido algunos fragmentos que fueron suprimidos del vídeo a última hora para ajustarse al tiempo.

La sífilis es conocida como una de las nuevas enfermedades que surge en el Renacimiento. Se presentó en Europa de forma epidémica a finales del siglo XV tras el descubrimiento de América. Durante siglos se ha debatido si su origen es americano o europeo.

Se alternan básicamente tres teorías: la llamada “precolombina”, que afirma que las enfermedades treponémicas, incluida la sífilis, se propagaron por el Viejo y el Nuevo mundo. En Europa se confundían con la lepra. En sucesivas mutaciones fueron apareciendo diferentes enfermedades. La sífilis de transmisión sexual surgió de la sífilis endémica en el sudoeste de Asia, debido a las temperaturas más bajas de la era postglacial y se extendió a Europa y al resto del mundo. Inicialmente se manifestó como una enfermedad leve, que eventualmente se agravó y creció en virulencia a fines del siglo XV.

La hipótesis “unitaria”, bastante parecida a la anterior, que defiende que las enfermedades treponémicas siempre han tenido una distribución global. Según esta teoría, tanto la sífilis como las enfermedades treponémicas no venéreas son variantes de las mismas infecciones y las diferencias clínicas se deben a las variaciones geográficas y climáticas y al grado de desarrollo cultural de las poblaciones dentro de áreas dispares. Así, la pinta, el pian, la sífilis endémica y la sífilis venérea se consideran respuestas adaptativas de T. Pallidum a los cambios en el medio ambiente, las diferencias culturales y el contacto entre varias poblaciones.

Por último la hipótesis conocida como “colombina”, que stablece que los navegantes de la flota de Colón habrían traído una nueva enfermedad a su regreso del Nuevo Mundo en 1493. Para los indígenas era una enfermedad conocida (bejel y pian). En Europa la bacteria pudo haber evolucionado a una nueva subespecie del Treponema pallidum.

Con la investigación de esqueletos europeos y americanos con nuevas técnicas, vuelve a cobrar fuerza esta teoría. Se ha descubierto que la sífilis venérea guarda estrecha relación con las cepas de pian de transmisión no sexual de América del Sur.

¿Cómo ha luchado la humanidad contra la sífilis?

Lo habitual para un médico del siglo XVI era acudir a los clásicos para ver qué es lo que estos recomendaban. Sin embargo, no encontraron nada porque para ellos era desconocida.

Esto supuso una ventaja pues los liberaba en buena medida de su autoridad. Podían buscar, probar, establecer diferentes puntos de vista… aunque en el fondo las ideas galénicas seguían estando ahí para justificar cualquier elección.

Guayaco
En la edición de la Materia médica de Dioscórides de Andrés Laguna se encuentran ya algunos medicamentos americanos. En el capítulo dedicado al Ébano Laguna dice:

“Hallándose muchas especies de Ebano, entre las cuales es una, y la más excelente aquel bendito y Santo madero llamado vulgarmente Guayaco, el cual por divina bondad, y misericordia, fue comunicado a los hombres. Porque dado que es Dios todo poderoso, por nuestras maldades y excesos nos castiga con infinitas enfermedades, todavía como padre piadoso, para que nos desesperemos, juntamente con cada una de ellas, nos da subido el congruente remedio…»

Se trataba de un medicamento diaforético. Claro, si se tomaba en infusión caliente se sudaba, lo que “cuadraba” bien con las teorías médicas entonces vigentes. Se reforzaba el efecto con baños de sudor, por donde se eliminaba el humor causante de la enfermedad.

El guayaco tuvo defensores como Ulrich von Hutten que en 1519 escribió: De guaiaci medicina et morbo galico. Los banqueros y comerciantes holandeses también lo apoyaron, como los Fugger. La corona española les concedió la exclusiva de su comercio con lo que obtuvieron grandes ganancias.

Junto con el guayaco se usaron otros sudoríficos como la zarzaparrilla.

Mercurio
Pero ya en el siglo XVI se dieron cuenta de que la eficacia de los sudoríficos no era la esperada. Se recuperó un medicamento que ya se había utilizado en la Edad Media para problemas de piel. Venía recomendado por el entonces prestigioso Guy de Chauliac en su Cirugía magna (1363).

Parece que fueron los cirujanos los que primero utilizaron el mercurio contra la sífilis. Hay que tener en cuenta que entonces la cirugía se consideraba como una ocupación socialmente inferior a la del médico, a excepción de los médico-cirujanos españoles e italianos.

Un ejemplo es Arias de Benavides que fue a Nueva España (México) y alabó el uso del metal contra las bubas. Dirigió durante unos años el Hospital del Amor de Dios de la capital mexicana donde se trataba esta enfermedad.

En Europa defendieron su uso Ruy Diaz de Isla, Paracelso y Fracastoro.

El mercurio tenía un problema. Era muy tóxico. Como muchos minerales y metales, se usaba por vía externa, sobre todo de dos formas. Se encerraba a los enfermos en una especie de estufas en cuya base se quemaba cinabrio (sulfuro de mercurio). Se liberaban vapores de mercurio que actuaban sobre la piel de los enfermos y también se podían respirar. A veces se producían accidentes graves.

Aquí tenemos dos muestras de cinabrio de las minas de Almadén.

Otra forma era aplicar el mercurio con fricciones sobre la piel, o en emplasto sobre las úlceras. Dependía de los productos con los que se mezclara, los compuestos a los que daba lugar y de las cantidades utilizadas que resultara más o menos tóxico o venenoso.

Lo único que podemos decir del mercurio es que resulta ser un ligero antiséptico o bacteriostático. Quizás por este motivo siguió siendo el tratamiento de elección hasta principios del siglo XX.

Las formas de administración cambiaron. Se prefería la vía oral. En el siglo XVIII –se confundía mucho con la gonorrea–, el cirujano van Swieten popularizó el uso del licor de Swieten (sublimado corrosivo o cloruro mercúrico). En forma de pastillas estuvieron de mnoda las “píldoras de Dupuytren”. Ricord creó las suyas (píldoras de Ricord) a base de yoduro mercurioso. También se usaron los calomelanos o cloruro de mercurio.

Algunos dermatólogos de la época prefirieron la inyección intramuscular y muy pocos la intravenosa de algunos de estos productos.

El Tratado de Terapéutica de finales del siglo XIX del químico y médico Vicente Peset, en el capítulo de los mercuriales, se refiere a varias docenas de preparados con este metal. Señala que en su época comenzaron a aclararse las acciones de algunos de estos fármacos. Poco a poco fueron desapareciendo de los manuales de farmacología.

Yoduros
El uso de yoduros –especialmente el youduro potásico– procede del irlandés William Wallace quien señala que los utilizó con éxito en los años treinta del siglo XIX. Posteriormente fue el francés Ricord quien difundió su uso en Europa para la sífilis terciaria. Algunas veces se asociaba con productos mercuriales, como el que mostramos.

Es una mezcla de bi-ioduro de mercurio y de ioduro potásico, elaborado por el Laboratorio de Esterilización B. Martín, de Madrid, premiado con la Medalla de oro en la Exposición de París de 1915 y registrado en la Dirección General de Sanidad en 1921.

Atoxyl
Aquí mostramos el Atoxil, uno de los arsenicales con los que comenzó Ehrlich a trabajar para obtener su bala mágica. Se usaba contra las tripanosomiasis. Era muy tóxico; podía producir ceguera. Este procede del Laboratorio de Hipodermia de París.

Salvarsán
Los cambios en la medicina durante el último tercio del siglo XIX y los primeros años del siglo XX fueron extraordinarios. Ya hemos dicho algo de ello en los vídeos anteriores. Nos centraremos en la síntesis del salvarsán por parte de Paul Ehrlich.

Para él la obtención del 606 supuso ‘siete años de desgracia con un éxito’. Para ello fueron necesarias, según él, las 4 Gs: Geld, Geduld, Geschick y Gluck ; ew decir, dinero, paciencia, habilidad y suerte.

Según Ehrlich obtuvo una sustancia de dos átomos de arsénico de doble enlace, cada uno unido a un grupo aminofenol. En 2004 se despejó la duda. En realidad se trataba de una mezcla o compuesto de especies de arsénico cíclico, de un trímero cíclico y un pentámero. Esto se pudo saber gracias al análisis espectroscópico ESI (espectrometría de masas que utiliza la ionización por electrospray.

El salvarsán y sus análogos fueron el tratamiento estándar de la sífilis hasta el final de la Segunda guerra mundial cuando fue posible fabricar penicilina en grandes cantidades.

Aquí tenemos un envase de madera de Salvarsán o arsfenamina fabricado ya en Nueva York. Como se traduce de los vídeos anteriores, la inyección de este producto era difícil. Se preparaba con una solución de sosa cáustica. Al tener mucha afinidad por el oxígeno del aire, se oxidaba rápidamente y se transformaba en sustancias tóxicas. El producto venía envasado en una ampolla seca y libre de aire. Tenía que prepararse bien y rápidamente.

A partir del mismo se obtuvieron otras fórmulas más estables y fáciles de administrar. Uno era éste que presentamos el “Salvarsán sódico”, que ya llevaba incorporado el sodio de forma estable. Sólo había que disolverlo en agua. Se usaba por vía intravenosa en el caso de que después de un tratamiento normal el paciente siguiera presentando un Wassermann positivo. También en casos de sífilis terciaria.

Uno de los preparados salvarsánicos más icónicos fue este: el Sulfoxil-Salvarsán. Difícilmente se oxidaba y ya venía listo para inyectar. Permanecía mucho tiempo en el organismo antes de eliminarse. Se usaba en los periodos terciarios y para los casos tratado habitualmente pero que seguían presentando Wassermann positivo.

Otro de los preparados fue el conocido como 914 o Neosalvarsán. Se trataba de una solución estable y dispuesta para su uso. Se administraba por vía intramuscular en el cuadrante superexterno del glúteo mayor.

También circuló el Solusalvarsán, dispuesto para inyección tanto intramuscular como intravenosa. De utilidad en todos los estadios de la enfermedad, especialmente en el periodo inicial.

Por último mostramos el Neo espirol, = al 914 fabricado por Laboratorios del Dr. Esteve, el primer salvarsán fabricado en España. Se administraba por vía intravenosa.

Bismuto
El origen del uso del bismuto está en los trabajos de Benjamin Sauton de 1914. No pudo proseguirlos porque murió en la primera gran guerra. En 1921 Robert Sazerac y Constantin Levaditi demostraron que el bismuto tenía eficacia contra las trepanomatosis. A ello se unía baja toxicidad. A pesar del éxito de los salvarsanes, acabó desplazando al mercurio.

Aquí vemos una caja de inyectables de un “poderoso antiluético a base de protóxido de bismuto en ampollas esterilizadas de 2 cc de suspensión oleosa”. De Laboratorios Pons, de Lérida.

Penicilina
La penicilina se creó en un momento social, político y económico difícil. Transcurría la Segunda guerra mundial. Se probó su eficacia en humanos en 1941. En 1943 ya se comercializaba.

En la sífilis la introdujeron John Mahoney, Richard Arnold y AD Harris ese mismo año. La administraron a un paciente cada cuatro horas durante ocho días. Dados los buenos resultados, en 1945 se generalizó su uso.

Se administraba Penicilina G benzatina o procaína por vía parenteral en cualquiera de los tres periodos de la sífilis. La benzatina o la procaína tenían la finalidad de alargar su vida en el organismo. Se administraba por vía intramuscular.

Mostramos este vial de Farmaproina, penicilina G Procaina de 600.000 UI. Fabricada por Compañía Española de Penicilina SA en 1966, con el permiso de Merck & Co.

Después se han ido creando nuevos antibióticos.

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