Historia de la medicina. Noticias en español (julio, 2021 #1)

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La oveja Dolly, el experimento que revolucionó la biología. Por Javier Tovar.
Fuente: Salud

Breve repaso a la historia de la Odontología con la Clínica Dental Urbina en Salamanca.
Fuente: Europa Press

María Teresa Calderón al frente Museo Historia de la Medicina y Salud de Zafra
Fuente: RegionDigital.com

El manicomio de Málaga, un lugar donde «corregir» a las mujeres.
Fuente: Canal Sur

Cirujanos y barberos. Por Héctor Zagal.
Fuente: 24 horas (México)

El mundo de la salud rinde homenaje a Jerónimo Forteza, el «médico total». Por Alberto Mahía.
Fuente: La Voz de Galicia

Nuevo hito en la historia de la medicina.
Fuente: La Vanguardia

Juan Bosch Miralles en el callejero de la capotal grancanaria. Por Teresa Delgado Daria.
Fuente: La Provincia

‘La trepanación en Sevilla’, del doctor Muñoz, desde la didáctica a las curiosidades de su historia.
Fuente: Europa Press Sevilla

Érase una vez el cuerpo humano. Por Luis Pardo
Fuente: hoyesarte.com

90 años del mayor descubrimiento de Fleming, la penicilina
Fuente: Medicina y Salud pública

«Mary Kills People», la serie canadiense que toca la problemática del suicidio asistido.
Fuente: Continental (Argentina)

190 Aniversario de la creación de la Facultad de Medicina de la BUAP.
Fuente: MundodeHoy.com

Granada cuenta con un Museo de la Salud
Fuente: Canal Sur

La inabarcable historia del color, en la Fundación Telefónica
Fuente: ABC Cultura

Historia de la eutanasia
Fuente: Cinconoticias

La Materia Farmacéutica en la obra de Santa Hildegarda de Bingen.
Fuente: Diario de Jerez

Museo de la Salud de Granada: entre la enfermedad y la lucha por tratarla.
Fuente: Granada Hoy

Santiago Ramón y Cajal, Nobel de Medcina gracias al fisioculturismo.
Fuente: El Correo Gallego

Una profesora de la UMA, premiada por su investigación sobre asistencia psiquiátrica a mujeres en el antiguo manicomio.
Fuennte: Europa Press

Vetada, invisible, enferma: la historia truncada de la mujer y la medicina. Por Manuela Sanoja
Fuente: Forbes

Historia de la ilustración anatómica I

Hemos insertado en el canal Youtube Medicina, historia y sociedad la segunda parte de La ilustración anatómica. Como es habitual a continuación ofrecemos la transcripción de la primera parte. La bibliografía se incluirá en el siguiente vídeo (La ilustración anatómica II).

[Intro]

A pesar de su importancia, el estudio de la ilustración anatómica, se ha realizado de forma parcial y desde puntos de vista diferentes.  

Un clásico es el libro Geschichte und Bibliographie der anatomischen Abbildung nach ihrer Beziehung auf anatomische Wissenschaft und bildende Kunst (Historia y bibliografía de la ilustración anatómica: en su relación con la ciencia anatómica y las artes visuales), que fue escrito por Choulant en 1857.  

Uno mucho más reciente es el de Roberts y Tomlinson,  The Fabric of the Body: European Traditions of Anatomical illustration, de 1992.

Se trata de un mundo complejo en el que coinciden médicos, artesanos como escultores, pintores, dibujantes, grabadores, imprentas y editores de libros, comerciantes…  

En esta ocasión no me voy a referir al periodo anterior a la aparición de la imprenta ni a las obras que no iban destinadas a las distintas ramas sanitarias.      

[Título]

Algunos autores, como el historiador de la medicina Charles Singer, establecen diferentes etapas en la ilustración anatómica, en las que nos vamos a basar aunque sea sólo en parte.  

La primera, la más larga, que abarcaría desde la Antigüedad hasta los precursores de Vesalio y que, como hemos dicho, no vamos a ver.  

La segunda, por el contrario, sería muy corta (unos veinte años). Comenzaría en 1521 con Berengario da Carpi y terminaría en 1543 con la publicación de la Fabrica.  

Se caracterizó por el uso de xilografías que llegaron a tener gran precisión en la época, sobre todo las realizadas por alemanes e italianos. Entre sus características está la representación preferente de todo el cuerpo en vez de sus partes aisladas, el uso de fondos paisajísticos, un diseño de las figuras que parecen vivas y no cadáveres, etc.    

Berengario, que lo ubicamos siempre en la “anatomía prevesaliana”, se graduó en medicina en Bolonia en 1489 y fue catedrático de cirugía en 1502 donde enseñó durante veinticinco años. Fue de los primeros anatomistas en utilizar ilustraciones basadas en la observación. Anatomistas y artistas (dibujantes y a veces dibujantes y grabadores) comenzaron una larga etapa de relación que perduró siglos.  

Las láminas que vemos pertenecen al Isagogae breves de Berengario de 1525. Se cree que el artista fue Hugo da Carpi (1455-1523).  

La siguiente fase, la tercera, duraría ochenta años. Comenzaría con Vesalio y terminaría en 1627.  

En un vídeo anterior (aquí arriba aparece el enlace) repasábamos la importancia que tuvo la edición de la Fabrica de Vesalio con sus ilustraciones. De alguna manera no sólo comenzó a cambiar los contenidos anatómicos sino que influyó también en la ilustración anatómica basada en la observación directa. Las xilografías que contiene marcaron la pauta de lo que vendría posteriormente durante muchos años.  

Una buena parte de las ilustraciones fueron hechas por Johannes Stephanus de Calcar (ca1499-1546), discípulo del artista veneciano Tiziano. Los grabados se llevaron a Basilea para que los imprimiera Joannis Oporini, un destacado editor que eligió una excelente tipografía y realizó una maquetación impecable, entre otros aciertos. Vesalio supervisó las tareas.

Sus ilustraciones fueron muy copiadas especialmente por reconocimiento de una gran obra pero también por plagio.  

De los posvesalianos mencionaremos la Historia de la composición del cuerpo humano (1556), del castellano Juan Valverde de Amusco, que goza de características propias.  

A diferencia de Vesalio, que publicó su obra en un exquisito latín, Valverde usó la lengua vulgar, en este caso el castellano (después fue traducida al italiano) que acercó la anatomía a sus verdaderos destinatarios, los cirujanos quienes socialmente estaban en un nivel inferior a los médicos y tenían formación artesanal. No nos referimos aquí a los médicos-cirujanos, una excepción que se dio en Italia y España.  

La calidad de sus imágenes es extraordinaria ya que se utilizó la calcografía, es decir, planchas metálicas. El autor fue Gaspar Becerra (1520-1568), artista nacido en Baeza que se formó en Roma con mucha influencia de Miguel Angel.  Nicolás Beatriced o Beatrizius (ca 1507-1570) fue el grabador.  

Esta lámina, la del cuerpo que se despelleja a sí mismo (conócete a ti mismo), tiene sus similitudes con esta otra de la Capilla sixtina. Determinados autores señalan otro periodo importante (el cuarto): el que marcó el grabado y aguafuerte en plancha de cobre entre 1627 y 1730.  

Ejemplos: la Anatomia anatomicæ de Giulio Casseri, que nació en Piacenza en 1552, estudió en Padua y fue ayudante de Acquapendente aunque sus relaciones no fueron siempre buenas.    

Su tercera gran obra Tabulae Anatomicae LXXIIX  visa omnes novae nec ante hac fue  publicada 11 años después de su muerte y fue editada en 16 ocasiones desde 1627.

A finales del siglo XVII se sacrificó en ocasiones la precisión científica por cuestiones artísticas.  Las láminas de la anatomía de Godefridi Bidloo, dibujadas por Gérard de Lairesse, son magníficas obras de arte y, sin embargo, contienen numerosas inexactitudes anatómicas.  Los diseños de Gerard de Lairesse son una desviación total de la tradición idealista inaugurada por las xilografías vesalianas.  

Las figuras se muestran con realismo y sensualidad cotidianos, contrastando las partes crudas y disecadas del cuerpo con las superficies suaves y llenas de carne sin cortar que las rodean. Aparecen figuras atadas y desolladas en ropa de dormir o ropa de cama ordinaria; así como objetos (un libro, un frasco, una mosca…)  

De lactibus (1627) de Gaspare Aselli  (ca 1581-1626)), que no sólo anunció el descubrimiento de los vasos quilíferos, sino que también representa el primer intento de utilizar el color para distinguir diferentes partes del cuerpo, en este caso estos vasos de los vasos sanguíneos y las vísceras, con la ayuda de un xilografía de claroscuro impresa en color. También fue durante este período cuando las espléndidas planchas grabadas de Bartolomeeo Eustachi (ca 1500-1574), que habían estado perdidas durante 162 años, fueron redescubiertas y publicadas por primera vez en 1714 por Giovanni Maria Lancisi a expensas del papa Clemente XI.  

Aquí quiero colocar también el Atlas anatómico de Crisóstomo Martínez. Valenciano de nacimiento, fue coetáneo de Marcelo Malpighi, Lorenzo Bellini y Antony Leeuwenkoek. Aprendió y luego ejerció en Valencia de pintor, grabador y decorador de muebles. Hacia 1680 comenzó a realizar un Atlas para lo que recibió una ayuda que el Ayuntamiento y de los diputados de la Generalitat solicitaron a Carlos II. Realizó parte del mismo en París. Destaca el detalle del estudio textural del tejido óseo. Dedicaremos un vídeo para hablar del mismo.  

El quinto periodo abarcaría de 1730 a 1778 y estaría marcado por la obra de  Bernhard Siegfried Albinus (1697-1770)   Anatomista conocido por sus Tabulae sceleti et musculorum corporis humani, un volumen ilustrado, que se publicó por primera vez en Leiden en 1747.   Contrató a un gran artista, Jan Wandelaar (1690-1759), para ejecutar los dibujos bajo su estrecha supervisión. Las placas resultantes, que combinan una gran precisión científica con logros artísticos, se convirtieron en la nueva norma que eventualmente reemplazó a las imágenes vesalianas que habían sido el pilar de la ilustración anatómica durante más de doscientos años.  

También podemos mencionar las placas preparadas por el pintor y grabador Jan van Rymsdyk (ca 1700/1730-1788/1790) para la Anatomia uteri humani gravidi de William Hunter (1774) (hermano del conocido cirujano John Hunter) y para los atlas anatómicos de otros autores.   

El papel vital del artista, más que el del anatomista solo, comienza a ser reconocido cada vez más, y los nombres del artista e incluso de los grabadores a veces ocupan un lugar destacado bien en las portadas bien en la parte dedicada a las cuestiones preliminares.  

El gran potencial del color en la metodología de la ilustración no se realizó plenamente hasta un período posterior.  

Aquí tenemos Ilustración de vísceras humanas de Paulo Mascagni (1755-1815) ‘tórax explotado’, prosector de Anatomía en la Universidad de Siena, lo que significaba que era responsable de dirigir la disección para la demostración y la investigación.   Su Anatomia Universa (1823-1832) fue una obra completa de anatomía con cuarenta y cuatro láminas coloreadas a mano posiblemente por Antonio Serrantoni.    

El último periodo fue el que marcó  De basi encephali  de Soemmering  de 1778 hasta mediados del siglo XIX.   Una característica de esta fase es un mayor cambio hacia la anatomía de los órganos internos, a la luz de los nuevos descubrimientos realizados como resultado de un estudio más especializado.   La mecanización de la imprenta en el siglo XIX, junto con la invención y el desarrollo de la litografía, hizo que los textos y las ilustraciones pudieran producirse en masa y distribuirse ampliamente a través de redes de editores y libreros.  

Con la introducción de la cromolitografía en la década de 1830, la ilustración anatómica alcanzó quizás su nivel más alto en el atlas de ocho volúmenes de Bourgery.   

Bourgery empezó a trabajar en su magnífico atlas en 1830 en colaboración con el ilustrador Nicolas Henri Jacob (1782-1871), un alumno del pintor francés Jacques Louis David. Los primeros volúmenes se publicaron al año siguiente, pero completar el tratado requirió cerca de dos décadas de esfuerzos; Bourgery consiguió completar en vida su magna tarea, pero el último de los ocho volúmenes del tratado no se publicó en su totalidad hasta cinco años después de la muerte de su autor. Los ocho volúmenes del tratado de Bourgery cubren la anatomía descriptiva, anatomía topográfica y técnicas quirúrgicas (con descripciones detalladas de casi todas las principales intervenciones que se realizaron durante la primera mitad del siglo xix), anatomía general, embriología y anatomía microscópica.   Las espectaculares litografías coloreadas a mano y de tamaño natural son extraordinarias por su claridad, color y atractivo estético, ya que reflejan una combinación de observación directa en laboratorio e investigación ilustrativa.