Se evidencia cómo un orangután se cura una herida

Hoy nos ha llamado la atención la noticia aparecida en los periódicos sobre Raku, el primer orangután al que se ha visto como se curaba una herida de la cara con una planta medicinal.

En un estudio observacional llevado a cabo en Sumatra, un equipo de investigadores presenció cómo Raku, un orangután joven, sufrió una herida. En lugar de ignorarla, Raku mostró un comportamiento del que muchos hablamos en nuestras clases sin tener evidencia científica. Se dirigió a una planta específica, la Fibraurea tinctoria, conocida localmente por sus propiedades medicinales y que se extiende por los bosques tropicales del sudeste asiático. Con cuidado y precisión, el orangután arrancó algunas hojas de la planta y comenzó a masticarlas. Luego aplicó la pasta resultante directamente sobre la herida. A lo largo de varios días, los investigadores observaron cómo Raku repetía este proceso, mientras que la herida parecía sanar notablemente más rápido que las heridas similares observadas en otros individuos de su especie.

Imagen de un orangután de Sumatra en Hagenbeck’s Tierpark. Procede de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Pongo_abelii#/media/Archivo:Pongo_abelii_m2.JPG

La planta es conocida por uso popular contra la malaria, la diabetes o los problemas digestivos. La farmacognosia ha hallado en la misma furanos dipertenoides que poseen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antioxidantes y fungicidas. Contiene, además, el alcaloide protoberberina, origen de la berberina, que se ha generalizado en las parafarmacias occidentales como sustancia que podría ayudar a regular la diabetes tipo 2.

El orangután se hirió, posiblemente, en una pela con otros orangutanes en defensa de su territorio. Al tratamiento con la Fibraurea tinctoria, se sumó un aumento del descanso o del reposo en un 30 por ciento mientras curaba la herida. El hecho se observó en junio de 2022. A los pocos días sólo quedaba una pequeña cicatriz.

Este tipo de hechos (automedicación en animales) son difíciles de documentar de forma sistemática. El trabajo se ha publicado en Scientific Reports (2 de mayo de 2024) con el título “Active self-treatment of a facial wound with a biologically active plant by a male Sumatran orangután”. Sus autoras son Isabell B. Laumer, Arif Rahman, Tri Rahmaeti, Ulil Azhari, Hermansyah, Sri Suci Utami Atmoko y Caroline Schuppli.

El artículo se refiere a las cinco formas o categorías reconocidas de la automedicación en animales, entre ellas la ingestión de plantas de forma preventiva o su uso de forma curativa. Lo que pasa es que estas conductas son muy difíciles de observar.

Este descubrimiento plantea preguntas fascinantes. Qué peso tiene el instinto, el aprendizaje o los dos en este tipo de comportamientos en animales. Cómo conectarlo con lo que solemos afirmar cuando hablamos de los humanos de la Prehistoria en su lucha contra la enfermedad y su prevención. También con el uso popular de plantas medicinales en sociedades indígenas o aborígenes y en sociedades urbanas como la nuestra.

El trabajo contiene muchos datos e imágenes que, sin duda, agradarán al estudioso y al curioso.

Péan y las pinzas hemostáticas

Insertamos en esta ocasión el guión del vídeo del Canal Youtube «Medicina, historia y sociedad«, «Péan y las pinzas hemostáticas».

Vamos a dedicar este vídeo a las pinzas hemostáticas.

El contexto en el que vamos a situar el tema es lo que se conoce como Revolución quirúrgica, es decir, la superación del dolor con la anestesia, de la hemorragia con la hemostasia, y de la infección con la antisepsia primero y después con la asepsia.

La hemostasia es un mecanismo fisiológico del organismo que se activa tras sufrir un traumatismo o lesión que previene la pérdida de sangre del interior de los vasos sanguíneos. Se produce una activación plaquetaria, una agregación y formación de un tapón o trombo, y finalmente, la disolución del mismo.

Pero nosotros nos vamos a referir a la hemostasia quirúrgica que implica actuar para que las lesiones y heridas producidas de forma voluntaria durante las intervenciones quirúrgicas, dejen de sangrar. Esto se puede realizar con elementos sencillos como el uso de vendas, gomas, ligaduras, puntos de sutura o más complejos como con el uso del bisturí eléctrico, la electrocoagulación, etc. Como sabemos, la pérdida de una cierta cantidad de sangre puede provocar el shock. En este caso, la reposición de la misma o la transfusión se convierte en una herramienta fundamental. Pero no fue hasta principios del siglo XX que ésta pudo realizarse con todas las garantías gracias al descubrimiento de los grupos sanguíneos por parte de Karl Landsteiner (1868-1943).

Los instrumentos quirúrgicos han estado presentes en numerosas civilizaciones como los mesopotámicos, el Egipto faraónico, los griegos, los romanos, los árabes, etc. La medicina científica utiliza un sinfín de los mismos. Unos son muy sencillos y otros, por el contrario, son más complejos.

Entre los más conocidos están las tijeras, las tenazas, las pinzas, etc. cuyo funcionamiento se basa en el principio físico de la palanca.

Una de las pinzas más conocidas y utilizadas es la que ideó el cirujano Jules Émile Péan (1830-1898).

Nació en Marboué, Francia, en 1830. Estudió en el Colegio de Chartres y en 1851 comenzó medicina en París. En 1852 fue externo de los hospitales. Estuvo en el Hospital Beaujon en el servicio de Jean-Nicolas Marjolin (1780-1850) y más tarde en el de Édouard-Pierre Chassaignac (1804-1879), quien le enseñó las virtudes de la hemostasia.

Ya como interno en 1855 estuvo en el servicio de Charles Pierre Denonvilliers (1808-1872) en el Hospital de San Luis, y después en el de Auguste Nélaton (1807-1873), quien fue su maestro más importante.

En 1860 obtuvo el grado de doctor y fue contratado como prosector de los hospitales de París. En 1865 pasó a ser cirujano del Bureau central y, dos años después, fue cirujano de los hospitales. Pasó por el de Infantes asistidos, Lourcine, St Antoine y finalmente, en 1876, en el de St Louis. Compaginó el ejercicio público con la actividad privada.

En 1892 tuvo que jubilarse de los centros oficiales pero creó con su dinero el Hospital Internacional, un centro privado de 50 camas en la Rue de la Santé donde atendía a pobres e indigentes. Después de su muerte pasó a llamarse Hospital Péan. Se dice que cobraba grandes sumas por sus intervenciones y que llegó a hacer una gran fortuna.

En 1887 fue elegido miembro de la Academie National de Médecine a pesar de que varios de sus colegas no estuvieron de acuerdo. Tenía un carácter difícil y se enemistó con muchos compañeros. Murió en París de una neumonía el 30 de enero de 1898.

Fue en el Hospital de San Louis donde adquirió fama. Se le conoce por varias operaciones. Fue uno de los primeros en practicar la extirpación de un quiste de ovario en 1864. Fue reduciendo la mortalidad de esta intervención, cercana al 100 por ciento, al 3-4 por ciento. Un año después realizó una histerectomía vaginal para intervenir un carcinoma. En 1867 realizó una esplenectomía. También fue el primero en realizar en 1879 una resección del píloro y del antro con anastomosis gastroduodenal terminoterminal en un cáncer gástrico. En 1895 utilizó una nueva técnica para la ablación de divertículos vesicales.

 En 1893 encargó a un dentista que fabricara una prótesis de hombro para un paciente con tuberculosis, en el que se vio afectado el hombro que tuvo que extirpar. La intervención se realizó con éxito; incluso el enfermo, que era camarero, pudo seguir trabajando. Sin embargo, en 1895 se le extrajo por infección.

Entre sus publicaciones destacan sus Leçons de clinique chirurgicale professées à l’Hôpital Saint-Louis (1876-1900), L’Ovariotomie… (1868), Hystérotomie: de l’ablation partielle ou totale de l’utérus par la gastrotomie (1873), Diagnostic et traitement des tumeurs de l’abdomen et du basin (1880-1899), De la Forcipressure (1875). También ayudó a preparar la segunda edición de los Elements of surgical pathology de Nélaton.

A pesar de no haberse instalado la antisepsia ni la asepsia en París de forma regular, Péan operaba siempre vestido de forma impecable con un gran delantal blanco totalmente limpio. Para evitar mancharse se alejaba del paciente, estirando los brazos hacia adelante y utilizando todo tipo de instrumentos para no tocar nunca al enfermo. (Cité dans : La médecine à Paris du xiiie au XXe siècle, Fondation Singer-Polignac. Paris : Édition Hervas, 1984, p. 442.). Algunas veces realizaba sus intervenciones fuera del hospital, entonces fuente de infecciones. A pesar de esta obsesión con la limpieza, se enfrentó a las ideas de Pasteur que, como sabemos, explicó las causas de la infección y a las medidas antisépticas que Lister puso en marcha hacia 1865.

El uso de la palabra forcipresión y de un aparato para evitar las hemorragias va ligado al nombre de Péan aunque se sepa poco del uso de este tipo de instrumentos en otros lugares y en otros momentos. Lo único que parece seguro es el invento de Péan de la cremallera que mantiene cerradas las tenazas. Durante más de un siglo, nadie ha encontrado algo mejor y este estándar ha sido adoptado y adaptado en todo el mundo.

Hay varios tipos de pinzas de Péan: tres tamaños (incluso más) y  rectas o curvas. Todas entran en la categoría de pinzas de forcipresión.

[Locución]: «Yo ideé las pinzas que llevan mi nombre. Evitan aplastar los tejidos durante la manipulación quirúrgica. Su punta redondeada y plana permite que estos queden intactos y los lados de los anillos ofrecen un buen agarre para los dedos de la mano, lo que limita el riesgo de pellizcar a los pacientes. Por otra parte, está equipada con un sistema de bloqueo, el cual permite mantener la pinza cerrada cuando sea necesario. De igual modo, es una herramienta ideal para los procedimientos médicos, puesto que las pinzas de Péan permiten manipular las compresas sin cortarlas, y permiten colocarlas sobre una herida limpia, sin tocar directamente la piel del paciente».

Como sucede con otros instrumentos, los cirujanos personalizan las pinzas y surgen así otros tantos modelos. Normalmente modifican el mecanismo de articulación de sus ramas o la forma de los bocados de las pinzas.

Por ejemplo, la misma pinza de Péan en forma de T.

Emil Theodor Kocher (1841-1917) diseñó otras que llevan su nombre. Tienen los bocados largos y en su extremidad terminal presentan unos pequeños dientes o garfios.

Thomas Spencer Wells (1818-1897) ideó otras en las que la articulación de las ramas cerca de los bocados de las mismas.

Las llamadas pinzas de Kelly, ideadas por la enfermera Hellen Wood según algunos,

El estadounidense William Halsted (1852-1922) diseñó unas pinzas para vasos pequeños, no siendo útiles para grandes vasos o arterias.

Bueno, y hasta aquí el vídeo sobre las pinzas hemostáticas de Péan y de algunas de sus variantes.

Nos vemos en el próximo vídeo.

Bibliografía
–Audain, L. (1891). De l’Hémostase préventive dnas les opérations chirurgicales… méthode de M. Péan. Paris, Steinheil.
–Deny, G. Exchaquet d’aprè les leçons professées pendant l’année 1874. Clinique chirurgicale de la Forcipressure ou de l’application des pinces a l’Hémostasie chirurgicale. Paris, Librairie Germer Baillière, 1875.
–Hawk, A.J. (2016). ArtiFacts: The Case of Jules Pedoux. Clin Orthop Relat Res. 2016; 474(2), pp. 302-303.
–Jeffrey K Aronson; Ramachandran, M.The diagnosis of art: Dr Péan’s operation. J R Soc Med. 2008; 101(8): 423–424.
–Lugli, T. Artificial shoulder joint by Péan (1893): the facts of an exceptional intervention and the prosthetic method. Clinical Orthopaedics and Related Research, 01 Jun 1978, (133):215-218
–Markatos, K. et al. Jules Péan (1830 – 1898) – A pioneer surgeon: His achievements and his total shoulder arthroplasty. Surgical Innovation, 2019. Disponible en https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1553350619875303?casa_token=t-ykTu1v1lwAAAAA%3AGSwcc5Ok6azABI7f01WXl586fTuA1S1XYsOgjQS-NenT9kd5jbGetyVu5tATVdT2usfmVk-QMAA , Consultado el 23 de mayo de 2023.
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–Péan, J-É. L’Ovariotomie… Observations pour servir a la solution de cette question présentées a l’Académie des Sciences le 7 janvier 1867. Paris, 1868.
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–Péan, J-É.; Malassez, L. Ulcérations anales. Paris, Chez Adrien Delahaye, 1871.
–Péan, J.-É.; Urdy, L. Hystérotomie: de l’ablation partielle ou totale de l’utérus par la gastrotomie: etude sur les tumeurs qui peuvent nécessiter cette opération. Paris, Adrien Delahaye, 1873.
–Péan, J.-É. Clinique chirurgicale. De la Forcipressure, ou de l’Application des pinces à l’hémostasie chirurgicale, par G. Deny et Exchaquet,… d’après les leçons professées pendant l’année 1874, par M. le Dr Péan ,… 1875
–Péan, J.-É. Leçons de clinique chirurgicale professées à l’Hôpital Saint-Louis…, suivies des connections recueillies dans le service de l’auteur. 10 vols. Paris, Baillière, 1876-1900.
–Péan, J.-É. Diagnostic et traitement des tumeurs de l’abdomen et du basin. 4 vols. Paris, V. Adrien Delahaye, 1880-1899.
–Portraits de Médecins. Jules-Émiles Péan, 1830-1898. Chirurgien français. Disponible en: https://www.medarus.org/Medecins/MedecinsTextes/pean.html. Consultado el 22 de mayo de 2023.
–Un glorieux et surprenant précurseur de l’asepsie, Jules-Émile Péan. Trimestriel d’information de l’Association Amicale des Anciens Internes des Hopitaux et Hospices Civils de Paris. N°19 – décembre 1998. Disponible en http://www.leplaisirdesdieux.fr/LePlaisirDesDieux/AAIHP/InternatDeParis/IDP19JEPEAN.html Consultado el 22 de mayo de 2023.

«Chauliac en Espagne», por Daniel Droixhe

The transfer of the Galenian anticancerous medication by chalybs from France to Italy (Middle Ages – Early Modern Times). Por Daniel Droixhe. Université Libre de Bruxelles / Université de Liège. Société français d’histoire de la médecine. Translated by David Adams. Production Nora Droixhe. August 2022.

Enlace del vídeo https://www.youtube.com/watch?v=utkq-PdUqJw

Droixhe, D. (2022). Guy de Chauliac et la tradition française et espagnole du traitement du cancer par les métaux à la Renaissance. Histoire des Sciences Médicales, 4 , 157-169. 

https://hdl.handle.net/2268/298950

Raymond P. Ahlquist (1914-1983) y los receptores adrenotrópicos alfa y beta

Hemos añadido en la sección Biografías y Epónimos médicos de historiadelamedicina.org la del farmacólogo Raymond P. Ahlquist.

En la historia de la farmacología y en la edificación de la teoría del receptor, contribuyó de forma especial el científico estadounidense Raymond P. Ahlquist. Sus padres eran de origen sueco. Se educó en un ambiente en el que el conocimiento de lenguas y la cultura tenían mucha importancia.

Nació en Missoula, Montana el 26 de julio de 1914. En la Universidad de Washington, en Seattle, obtuvo el grado de Farmacia, realizó un máster de Farmacología y en 1940 ganó el doctorado de esta disciplina. Después fue contratado en la Universidad de Dakota del Sur, en Brookings. Cuatro años más tarde lo fue como profesor asistente de Farmacología en el Medical College de Georgia, Augusta. A partir de 1946 fue asociado y en 1948 catedrático y director del Departamento de Farmacología, sucediendo a Robert A. Woodbury con el que había investigado el efecto de las catecolaminas sobre el sistema cardiovascular y sobre los vasos del útero.

Desde 1963 hasta 1970 sirvió como Decano asociado de la Escuela de Medicina y como coordinador de investigación. En 1970 volvió a ocupar el puesto de catedrático de Farmacología hasta 1977 cuando fue nombrado Profesor “Charbonier” de Farmacología.

Ahlquist trabajó, sobre todo, en farmacología cardiovascular y especialmente en los receptores adrenérgicos. En 1948 Ahlquist publicó su trabajo “A study of the adrenotropic receptors” en el American Journal of Physiology. Ahí propuso la presencia de dos tipos de receptores adrenotrópicos que llamó alfa y beta, y postuló que había solamente un mediador simpático-adrenérgico, la epinefrina, para los dos tipos de receptores, los alfa y los beta. Recibió numerosos premios por su contribución en el campo de la farmacología. Murió el 28 de enero de 1983 en Georgia.

Imagen procedente de la National Library of Medicine. Enlace
http://ihm.nlm.nih.gov/luna/servlet/view/search?q=B09697&res=1]

Leo Henryk Sternbach (1908-2005) y las benzodiazepinas

Hemos añadido a la sección de Biografías y epónimos médicos de historiadelamedicina.org la de Leo Sternbach.

Leo Sternbach fue un farmacéutico y químico que llegó a patentar numerosos fármacos para la compañía Roche en los Estados Unidos. Los años cincuenta y sesenta del siglo XX fueron prodigiosos enla síntesis de productos de uso psiquiátrico. Primero fue la clorpromacina y luego las benzodiazepinas, entre otros. En este último campo fue donde Leo Sternbach trabajó y creó sustancias que pronto alcanzaron records de venta en el mundo. Nació en 1908 en Abbazia, ciudad que ahora forma parte del condado de Primorje-Gorski Kotar en el oeste de Croacia y que entonces pertenecía al Imperio Austrohúngaro. Su padre, Michael Abraham Sternbach era farmacéutico. La familia se trasladó en 1923 a Cracovia donde Leo estudió Farmacia y Química en la Universidad Jagellónica. Sternbach permaneció en Cracovia como asistente del profesor Kenntnis Dziewonski hasta 1937. En 1937 recibió una beca de la Fundación Feliks Wislicki en Química coloidal. Con este dinero marchó a Viena para trabajar con Wolfgang Pauli y Sigmund Frankel. Sólo fueron unos meses. Luego fue a Zúrich como asociado del profesor Leopold Ruzicka (1887-1976), premio Nobel de Química en 1939, en el Instituto Federal Suizo de Tecnología. En 1940 se incorporó a F. Hoffmann-La Roche Ltd en Basilea, Suiza, como químico investigador sénior. Su director, Emil Christoph Barell, comunicó a Sternbach que lo habían contratado con el objetivo de enviarlo a los Estados Unidos y sacarlo así de Europa. En junio de 1941 el matrimonio Sternbach embarcó en Lisboa rumbo a Jersey City. Por esa época Roche estaba montando un nuevo laboratorio en Nutley. Poco a poco comenzó a investigar y a obtener nuevos productos que se patentaban. Prosiguió con la síntesis de la riboflavina y el estudio de los arsenicales. También logró un método barato para sintetizar la biotina. Fue adquiriendo mayor confianza hasta que en los años sesenta contaba con un equipo de veinte doctores además de químicos jóvenes y personal administrativo. Con él trabajaron también Lowell Randall y Earl Reeder. Sternbach y su equipo lograron sintetizar el que se llamó Librium y después el Valium, benzodiazepinas que mejoraban la ansiedad y la tensión sin los efectos secundarios de otros medicamentos. Con un buen marketing estas sustancias fueron recetadas por millones en los Estados Unidos y en todo el mundo. Luego aparecieron otras que poseían unas propiedades más caracterizables. Las benzodiazepinas llegaron a constituir todo un fenómeno cultural a la vez que se revisaban conceptos como el de «ansiedad». Más tarde, a finales de los setenta, comenzaron a conocerse los mecanismos de acción de estas moléculas.

Imagen: CC BY-SA 4.0. Aufnahme im Treppenhaus des alten Chemiegebäudes der ETH Zürich

La ‘Materia médica’ de Dioscórides

A continuación insertamos el guión del vídeo La ‘Materia médica’ de Dioscórides, después de haber subido un nuevo vídeo al Canal de Youtube Medicina, historia y sociedad que se centra en los productos americanos que el traductor Andrés Laguna introdujo en su ‘Materia médica’ de Dioscórides (1555).

La Materia médica de Dioscórides es quizás el libro de medicina clásica y científica que más veces se ha publicado.   Todavía hoy podemos encontrar varias ediciones facsímiles, nuevas y traducciones y libros que son una adaptación. Aquí tengo unas cuantas [Se muestran a cámara].
En este vídeo vamos a sintetizar el contenido de esa Materia médica, lo que significó para la Medicina científica y conoceremos también algo sobre su autor.

[INTRO]

Parece que Dioscórides vivió y desarrolló su obra bajo el mandato de Nerón (54-68 dC). Nació en Anazarbo, ciudad de Cilicia, cerca de Tarso. Lo poco que sabemos de él procede de la carta o dedicatoria que precede al libro y que está dedicado a un amigo suyo llamado Ario, médico de Tarso.   Dioscórides fue médico militar en época de Claudio y Nerón. Esto le dio la oportunidad de viajar y de conocer numerosas provincias de lo que fue el Imperio romano, lo que le permitió enriquecer sus conocimientos heredados de sus antecesores en materia de plantas y drogas medicinales. Él mismo se confiesa como un apasionado de la materia médica. Insistimos en decir que no parte de cero sino que ya dispuso de información que procedía de otros escritos que él califica de incompletos, confusos, incluso equivocados y de otros más modélicos. Está claro que muchos de esos escritos recogían tradiciones de Mesopotamia, del antiguo Egipto, etc.   A lo largo de la historia se le han atribuido otras obras y se han incluido capítulos en la suya de otros autores. Mientras no hubo imprenta, los ejemplares manuscritos de su Materia médica diferían unos de otros en el número de libros o de capítulos que lo componían. Lo cierto es que su Materia médica es quizás la obra médica más veces reeditada y traducida de la historia. Todavía hoy sigue siendo objeto de interés por números estudiosos. Constituye una fuente indispensable para el estudio de la materia médica, de la botánica, de las creencias populares y también para el estudio de la expresión formal de la prosa científica y del léxico.    

Dioscórides está convencido del rigor con el que construye su obra. Dice que ha visto un buen número de plantas con sus propios ojos y que ha investigado otras a partir de entrevistas a los habitantes del lugar. Por otro lado, tiene experiencia de ellas.   Ordena los remedios por sus “acciones y efectos” de ahí que a nosotros nos parezca una obra donde todo se mezcla.  

Su texto recoge 600 plantas, 35 productos de origen animal y 90 minerales.  Puede considerarse como las guía farmacéutica más amplia de la Antigüedad. Galeno la consideró como la mejor de su clase y la difundió a través de sus obras.   Por libros, en el primero (129 capítulos) trata de perfumes, aceites, ungüentos, árboles y arbustos (líquidos, gomas y frutos). En el segundo (de 186 capítulos) aborda los animales y partes de animales, productos animales, cereales y hierbas. En el tercero (de 158 capítulos) se ocupa de raíces, jugos, hierbas y semillas. En el libro cuarto (de 192 apartados) sigue tratando de raíces y hierbas. Por último, en el quinto (de 162 capítulos) describe vides, vinos y minerales.   El método descriptivo para cada remedio suele ser el siguiente: nombres con el que se le conoce en varias lenguas de la época; origen; características morfológicas de la planta (raíces, tallo, hojas, flores, aromas, sabor, etc.). Este último aspecto no aparece en todos los capítulos y en otros se dice que la planta es conocida. Hay que decir que sus descripciones son a veces insuficientes para la identificación correcta.   Sigue después la enumeración de las propiedades, especialmente las médicas. En algunos casos menciona propiedades basándose en la teoría incorrecta de las signaturas. Se ocupa después de los modos de preparación y luego de sus usos medicinales que incluyen, en ocasiones, los efectos perjudiciales. Describe, además, dosis, “formas farmacéuticas”.  

Dioscórides usó los términos de género y especie pero en un sentido distinto al que hoy lo hacemos, pero de alguna manera su intento de poner orden fue de utilidad a lo largo del tiempo. También dio importancia al ambiente en el que crecían las plantas. No tenían las mismas propiedades las que lo hacían en las altitudes que las de zonas pantanosas. También recomienda cuándo y cómo recoger las semillas, época de recolección, modo de cortarlas o de extraer su savia, etc. Asimismo proporciona información sobre su conservación.

Respecto a las ilustraciones habría que revisar los manuscritos medievales y las ediciones renacentistas.   El Códice más antiguo conservado de Dioscórides es el Vindobonensis, antes Constantinopolitanus en el que el texto se presenta por orden alfabético. Parece que las imágenes derivan de originales de una fecha tan temprana como el siglo II d.C. Varían mucho en calidad y claramente no proceden todos de la misma mano. Algunos, incluso, parece que fueron realizados por Cratevas. Las entradas de los capítulos de De Materia Medica se ordenaron alfabéticamente y sus descripciones se aumentaron con observaciones de Galeno y Crateuas (Krateuas). También se adjuntaron cinco textos suplementarios, incluyendo la Theriaca y Alexipharmaca de Nicandro y la Ornithiaca de Dionisio de Filadelfia (siglo I d.C.), que describe más de cuarenta aves mediterráneas. Después, lo que pasó es que los copistas dibujaron las plantas copiándolas y no a partir de la propia naturaleza. El cod Parisinus gr. 2179 es el mejor testimonio de la obra genuina de Dioscórides con el orden sin alterar.  

Con la aparición de la imprenta uno de los primeros libros que se editó fue este. Aparte de volver a traducir los originales, se trató de reconstruir lo original de Dioscórides a lo que se añadieron a veces comentarios, nuevas plantas y corrección de errores como era característico del Renacimiento, pero de forma separada. Se tradujo, además, a las lenguas vulgares como el castellano y el italiano.   Los grabados que acompañan a la edición de Andrés Laguna parece que los encargó él mismo a un taller veneciano para su edición castellana. Se inspiran en los de la versión latina de Mathioli. Luego se trasladaron a Amberes donde se hizo la edición principal y más tarde se trasladaron a España concretamente a Valencia hasta 1695. La edición de Madrid de 1733 ya no los usó.  

Esta edición de Gredos [Se muestra a cámara], en dos volúmenes, es una de las últimas traducciones que sepamos que se ha realizado de la Materia médica de Dioscórides de la mano de Manuela García Valdés.  

Bibliografía

Dioscórides. (2006). Sobre los remedios medicinales. Manuscrito de Salamanca. Estudios y Traducción. Salamanca, Ediciones de la Universidad de Salamanca.

Dioscórides. (1998). Plantas y remedios medicinales (De materia médica). Traducido por Manuela García Valdés. 2 vols. Madrid, Gredos.

Dubler, C.E. (1954). La ‘Materia Médica’ de Dioscórides.  Transmisión medieval y renacentista. 5 vols. Barcelona, CSIC.

Gómez Moreno, A. (2000). La resurrección de Dioscórides y la edición comentada de Laguna. Criticón, nº 79, pp. 107-122.

Paid-Dhungat, J.V.; Parikh, F. (2015). Dioscorides (ca 54-68 aC). J Assoc Physicians India, vol. 63, nº 3, p. 20.

Pedacius Dioscorides. (1965). JAMA, vol. 194, nº 8, pp. 907-908.

Staub, P.O.; Casu, L.; Leonti, M. (2016). Back th the roots: A quantitative survey of herbal drugs in Dioscordies ‘De Materia medica’ (ex Matthioli), 1568). Phytomedicine, vol. 23, nº 10, pp. 1043-52.

Carl Voegtlin (1879-1960)

[Portrait de Carl Voegtlin, collection du National Cancer Institute des États-Unis. Dominio público]

Entre los principales nombres representativos de la historia de la farmacología científica está el de Carl Voegtlin. Nacido en Zofingen (Suiza) en 1879, se trasladço con su familia a Basilea. Su madre murió cuando tenía 9 años y su padre y sus dos hermanos lo hicieron al poco tiempo en un accidente de ferrocarril.

Comenzó sus estudios en Basilea y siguió los de física y química en la Universidad de Munich. Hizo su doctorado en Ginebra con Carl Graebe (1841-1927) y con Ludwig Gattermann (1860-1920) leyó su tesis en Friburgo. Marchó después a la Universidad de Manchester al laboratorio de química orgánica del profesor William Henry Perkin (1860-1929).

Voegtlin pasó luego a la Universidad de Wisconsin donde aprendió todo sobre análisis cuantitativo y cualitativo. Recibió después una oferta de la Johns Hopkins para montar el primer laboratorio de bioquímica. Al conocer a John Jacob Abel (1857-1938) en la misma universidad, decidió trabajar con él en el área de farmacología entre 1908 y 1913. Todavía hizo una estancia de unos meses en el Laboratorio de Emil Fischer (1852-1919), en Alemania.

En 1913 Voegtlin fue nombrado Jefe de División de Farmacología del Laboratorio de Higiene de los Estados Unidos (Division of Pharmacology at the U.S. Hygienic Laboratory), precursor de los National Institutes of Health. Después fue nombrado Director médico en el Servicio de Salud Pública.

Una ley de 1937 creó el Instituto Nacional del Cáncer. Un año después, en 1938, Voegtlin fue designado primer jefe del mismo, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1943. Durante la guerra y a lo largo de varios años, fue profesor de farmacología en la Universidad de Rochester, recibiendo un doctorado honoris causa en ciencias por sus contribuciones a la guerra y otras investigaciones.

Voegtlin trabajó en muchos campos como el del estudio del metabolismo, la función de las paratiroides y el tratamiento de la tetania con calcio, la acción de la digital sobre las coronarias, la etiología de la pelagra, las vitaminas, la anafilaxia, la quimioterapia con arsénico y el antimonio, el papel del glutatión, la bioquímica del tejido canceroso y sano, y finalmente, la toxicidad de los compuestos de uranio. Aunque socialmente sea, quizás, más conocido por sus estudios sobre el cáncer, sus investigaciones sobre farmacología fueron extensas e importantes. Murió el 9 de abril de 1960.

Breve historia de la digital

Subimos el guión del vídeo Breve historia de la digital después de insertar otro nuevo en el canal Medicina, historia y sociedad.

INTRO
Empezaremos esta tercera temporada con la historia de una planta que ha rendido grandes servicios a la humanidad: la digital.

En el camino nos referiremos a otras que han sido utilizadas por diferentes culturas a lo largo de la historia para enfermedades del corazón o que han sido evitadas por contener venenos que afectan gravemente a este órgano.

También nos referiremos a sus usos populares y cómo algunos han trascendido al cine o a la interpretación de la pintura de Vincent van Gogh.

[TÍTULO]

Una de las primeras plantas que se utilizó en las enfermedades del corazón fue la conocida como escila o Urginea marítima, Drimia marítima, muy abundante en las zonas costeras del Mediterráneo, cuyo bulbo se emplea en terapéutica desde el periodo inicial de la medicina clásica griega. Es uno de los escasos remedios medicamentosos que se citan explícitamente en las historias clínicas del siglo V aC. reunidas en el Corpus Hippocraticum. Uno de sus principios activos es el escilirósido, aislada posiblemente por Stoll y Suter en 1927.

Esta planta aparece mencionada en la Materia médica de Dioscórides entre otras cosas para resolver edemas. Con toda seguridad la conocieron los egipcios y otras sociedades de la Antigüedad.

El muguete o lirio de los valles (Convallaria majalis) es otra planta que crece abundantemente en el centro de Europa. En España es rara. Las hojas y flores contienen glucósidos cardiotónicos.

Igualmente el Ojo de perdiz o Adonis vernalis, procedentes de Oriente medio, se distribuyen por Europa, Asia y norte de África. Contiene varios principios activos, entre ellos heterósidos cardiotónicos. Se ha usado mucho en farmacia.

Muy conocida en nuestro ambiente por su abundancia es la adelfa o Nerium oleander. Se ha distribuido prácticamente por todo el mundo como planta ornamental. Contiene heterósidos cardiotónicos. La oleandrina, de estructura esteroide, es muy similar química y farmacológicamente a la oubaína y digoxina.

Propia del África tropical es el estrofanto (Strophantus kombe y algunas otras especies). Liana o arbusto trepador leñoso que segrega un líquido lechoso cuando se rompe. Contiene glucósidos cardíacos basados en la aglicona estrofantidina. En medicina parece que fue introducido por Thomas Fraser (1841-1920).

En 1889 y 1890 informó sobre un veneno para flechas utilizado en las zonas costeras de Kenia y Nigeria y analizó el frijol Calabar altamente venenoso y Strophanthus hispidus.

LA DIGITAL
Y llegamos a la digital o Digitalis purpurea, que aparece recogida por Fuchs (1501-1566) en su Nuevo herbario (1543) como “Von Finger-hutkraut (flores en forma de dedal), con propiedades descongestionantes viscerales. También la recoge Hieronymus Bock.

La leyenda (porque no sabemos cuánto hay de verdad y de fantasía) cuenta que una señora o posible curandera de Shropshire utilizaba una mezcla de plantas que daba a las personas que presentaban edemas o hidropesía y que, en algunos casos, funcionaba bien. Enterado el médico William Withering, que también era botánico, se hizo con la mezcla y empezó a analizar e identificar las distintas plantas del conjunto. Finalmente llegó a la conclusión de que era la digital o foxglove o dedalera o Digitalis purpurea la que producía esos efectos.

Si hoy pasara algo parecido, ¿algún científico se pondría a investigar el fenómeno? En esos tiempos la mayor parte de medicamentos procedían de las plantas y los médicos solían ser buenos conocedores de ellas. Por tanto, aquí tendríamos un ejemplo del paso de un uso popular a un uso científico.

La digital es una planta nativa de Europa, noroeste de África y Asia central y occidental.

Withering trabajó diez años para poder ajustar las dosis y lograr los efectos deseados. Descubrió que eran las hojas las que tenían los principios activos. Administró “la infusión” en varias concentraciones y observó que podía lograr una buena diuresis sin llegar al vómito, indicio de intoxicación. Determinó qué situaciones patológicas mejoraban: por ejemplo, el hidrotórax que a menudo se debían a insuficiencia cardíaca congestiva. Reconoció asimismo que tenía efectos sobre el corazón. Describió la intoxicación: vómitos, alteraciones de la visión (verde, amarillo, violeta) y bradicardia. Alguien ha llegado a decir que las pinturas de van Gohg representan muy bien las visiones en esos colores. La toxicidad de la digital (intoxicación digitálica) es el resultado de una sobredosificación y produce una visión amarilla (xantopsia) y la aparición de visión de perfiles desdibujados (halos), además de bradicardia en casos extremos.

En 1785 publicó The Foxglove and some of its Medical Uses. with practical remarks on the dropsy, and some other diseases [Un estudio de la Dedalera y algunos de sus usos médicos con observaciones prácticas sobre la hidropesía y otras enfermedades].

En España aparece en el volumen 5 de la Flora Española (1784) a la que se atribuyen propiedades diferentes (vomitiva, purgante, vulneraria, etc.).

Withering analizó 163 casos. Algunos ocupan páginas y otros apenas unas líneas. Este análisis, por supuesto, estaría lejos de una estudio actual aleatorio, prospectivo y doble ciego.

Sucedía esto en el tránsito de lo que llamamos “materia médica” a farmacología experimental. Todavía no se habían aislados sus principios activos, pero en Dinamarca, ya se fabricaba polvo de digital estandarizado que se usó en tabletas, infusiones y tinturas.

El Comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud en 1949, estableció un preparado patrón internacional de polvo desecado de hojas de Digitalis purpurea, consistente en una mezcla de polvos de distinta procedencia. De tal forma, que una unidad internacional es la actividad de 76 mg del preparado estándar’

En 1868 el farmacéutico francés Claude Nativelle obtuvo la digitalina cristalizada pura prácticamente igual que la digitoxina aislada por Schmiedeberg  en 1874. Las hojas contienen digitalina. Las hojas, flores y semillas contienen también digitoxina y digoxina halladas posteriormente.

Actúan inhibiendo la bomba sodio-potasio ATPasa por lo que incrementa el calcio intracelular. Esto produce efecto inotrópico positivo. También se produce un efecto vagal en el parasimpático, razón por la que se regulan las arritmias y se enlentecen las contracciones del ventrículo en la fibrilación ventricular.

Se descubrió después la Digitalis lanata que contiene gran cantidad de digoxina. Ralentiza la conducción aurículo ventricular para que los latidos del corazón se ralenticen  y aumente poco el poder de contracción. Mejora la circulación, los riñones funcionan mejor, estimula el flujo de orina, reduce el volumen de sangre y reduce la carga sobre el corazón. En 1875 Oswald Schmiedeberg identificó la digoxina de la planta y Sidney Smith la aisló en la década de los años 30 del siglo XX.

Posee efectos secundarios graves. Se sigue usando la planta porque la extracción de ésta es más barata que la síntesis. Hoy la digoxina está siendo reemplazada por medicamentos como los bloqueadores beta, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, así como agentes bloqueadores del canal de calcio. Otros señalan que fue el suizo Stoll el que descubrió la digoxina.

De la digitalis lanata también se extrae el lanatósido C, glucósido cardíaco utilizado para la insuficiencia cardíaca congestiva y arritmia cardíaca. Se administra vía oral o intravenosa

El uso de estos productos no era bien visto por algunos médicos. Corvisart, por ejemplo, cita la escila pero no la digital. Laennec pone reparos ante la dificultad que supone su manejo. Reconoce que tiene un efecto diurético y cierto poder sedante sobre el corazón aunque la acción no suele ser constante.

Jean Bouillaud, en su Traité clinique des maladies du coeur (1835) por el contrario sí la recomienda.

La reputación de la digital en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) se ha visto afectada en los últimos años. En las directrices de 2005 de la American Heart Association y el American College of Cardiology para el tratamiento de la ICC, la digital apenas se menciona ya.

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Claude-Adolphe Nativelle (1812-1889)

Hemos incluido en la sección de epónimos y biografías médicas de historiadelamedicina.org la del farmacéutico Claude-Adolphe Nativelle.

Claude-Adolphe Nativelle (1812-1889)

Su padre era carnicero y su madre vendía flores, plantas y hierbas. Claude nació el 25 de junio de 1812. Tuvieron otros tres hijos de los que solo sobrevivió el más pequeño, Pierre-Hypolite. Jean, el padre, falleció en 1820 y su viuda lo hizo en 1825. Los dos hermanos ingresaron en un horfanato. El hermano pequeño aprendió el oficio de relojero. Él probó a hacer pinceles y sombreros; su padrino quería que continuara la tradición de su familia de hacer y vender sombreros, pero Claude-Auguste quiso seguir los pasos de su madre con quien aprendió mucho sobre la recolección de plantas y de sus propiedades. Había cursado estudios elementales y su padrino lo metió de aprendiz en una farmacia. Por entonces, realizando ocho años de prácticas en farmacias y aprobando el examen final, tenía derecho al grado de farmacéutico.

Pasó por varias farmacias de París. Con los años quiso investigar los principios activos de las plantas. Este tipo de estudios estaba en pleno desarrollo y había aportado grandes sustancias a la farmacología y a la terapéutica médica. Obtuvo el diploma con un trabajo sobre la jalapa en 1841. Investigó otras plantas como la quina. Realizó una expedición a Colombia para estudiar estos árboles, aunque regresó antes de que aquella finalizara.

A su regreso perdió el interés en analizar las clases de quina y se dedicó a estudiar la digital. La Sociedad de Farmacia y la Academia de Medicina ofrecían premios para los que presentaran memorias sobre los principios activos de esta planta. Tras múltiples intentos y de enfrentarse con otros investigadores, finalmente ganó el premio Orfila de la Academia de Medicina, que era la tercera vez que se convocaba (antes lo hizo en 1864 y 1866). En 1871, pues, Nativelle obtuvo el principio activo de la digital en estado puro y con una actividad intensa. En esta ocasión no era un alcaloide, sino un glucósido.

Su precaria salud hizo que se retirara a un pueblo de la periferia de Paris, Bourg-le-Reine. Allí se caso con una maestra a los 63 años, que murió en 1885. Fue aquí donde empezó a comercializarse la digitalina Nativelle. En 1888 hizo testamento y donó diez mil francos a la Academia de Medicina para la mejor memoria sobre la extracción de un principio activo, definido, cristalizado, todavía no aislado, de una sustancia medicamentosa.

Murió el 25 de marzo de 1889 durante una epidemia de gripe.

Portada de la memoria que le supuso a Nativelle el Premio Orfila de la Academia de Medicina de París

Opoterapia II

Insertamos el guión del vídeo «Opoterapia II» con su correspondiente bibliografía, al haber subido un nuevo vídeo al Canal Medicina, historia y sociedad.

«La farmacología y la terapéutica del siglo XIX sufrireron grandes cambios después de los descubrimientos de la química y de la fisiología. Se aislaron los principios activos de los productos naturales y se comprendió mejor su acción y efectos sobre el organismo. Esto hizo posible también la aparición de nuevos medicamentos mediante síntesis, lo que Paul Ehrlich denominó quimioterapia.

Pero nosotros vamos a centrarnos en este segundo vídeo en la opoterapia, con el que cerraremos la también segunda temporada del canal “Medicina, historia y sociedad”.

[INTRO]

En la historia de la opoterapia hay un nombre importante: Charles Brown-Sequard (1817-1894), discípulo de Claude Bernard que le sucedió en el College de France. Se formó en París donde fue profesor de fisiología. Marchó después a los Estados Unidos donde también fue profesor de fisiología en la Universidad de Richmond desde 1854. Mas tarde, desde 1864 fue profesor en Harvard y en 1869 fue encargado del curso de patología experimental y comparada de la Universidad de París. En 1872 regresó a los Estados Unidos. Cuando murió Claude Bernard le sucedió en el Collège de France.

Glándula suprarrenales

Brown-Sequard demostró la acción a distancia de los productos segregados por las glándulas suprarrenales. El llamado síndrome de Addison (hipotensión, astenia, anorexia, pigmentación cutánea) se presentaba también en perros, conejos y gatos.

John J. Abel y Albert C. Crawford, igual que hicieron los alemanes S. Fränkel y Otto von Fürtth (de forma separada) aislaron productos cuyos efectos eran parecidos. En 1900 el químico japonés Jokichi Takamine consiguió purificar más el extracto y que llamó “adrenalina” a la sustancia cristalina. Sin embargo, ésta no era suficiente para curar el Addison.

La investigación demostró la secreción de otra hormona por la corteza suprarrenal. Cuando se administraban extractos de ésta mejoraba la enfermedad. Poco a poco fueron descubriéndose 26 esteroides. Edward Calvin Kendall (1886-1972) y su equipo de la Clínica Mayo aislaron varios compuestos. Finalmente halló uno que aliviaba la artritis reumatoide al que llamó cortisona. De Parke Davis recibió extractos de suprarrenal de buey de los que entre 1933 y 1936 logró aislar 30 compuestos de los que logró purificar 5. En 1936 Seyle relacionó estas sustancias con el concepto de “reacción de alarma” o adaptación del organismo al estrés.

Durante la Segunda guerra mundial se trabajó de forma intensiva en lograr la síntesis de estas sustancias. El profesor F.C Kuch de la Universidad de Chicago, logró con Kendall mostrar que se trataba de un esteroide. Con la ayuda de las compañías Merck, Armoury y el laboratorio Upjohn, se comenzó la producción de la cortisona por vía parenteral. En mayo de 1949 Upjohn pudo lograr la presentación oral. Tadeus Reichstein, Edward Kendall y el médico Phillip Hench recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1950.

A partir de ahí se abrieron nuevos horizontes terapéuticos para varias enfermedades.

La testosterona

Brown-Sequard también fue conocido por haber utilizado extractos de órganos como el del testículo. Utilizó este último en personas que habían perdido la vitalidad o en personas mayores. Llegó a inyectarse por vía subcutánea una mezcla acuosa de jugo de testículo con sangre de los vasos espermáticos con el fin de “Mantener una juventud eterna”, una quimera como pronto se dieron cuenta.

Las sustancias que el testículo vertía a la sangre controlaban la aparición de los caracteres sexuales secundarios. En 1902 Bayliss y Starling pusieron el nombre de hormona a estas sustancias. También vieron, entre otras cosas que, mezclando alimentos parcialmente digeridos con ácido clorhídrico, activaba una sustancia química en el duodeno que llamaron secretina debido a la secreción del jugo pancreático.

Más tarde en 1935, Ernst Laqueur (Ámsterdam) aisló la testosterona y Adolf Butenandt (Gdansk) y Leopold Ruzicka (Zürich) la sintetizaron luego. Esto se logró en los albores de la Segunda Guerra Mundial, gracias al apoyo de las farmacéuticas. En este trabajo participaron científicos nazis que posteriormente pudieron seguir trabajando en sus laboratorios.

Podríamos hablar de los usos y abusos de las hormonas androgénicas, pero no lo haremos porque es un tema conocido y no disponemos de tiempo para hacerlo.

La secreción excesiva de la tiroides se propuso también como enfermedad: el bocio o bocio exoftálmico (hipertrofia tiroidea acompañada de exoftalmia, anemia e hiperfuncionalismo.

La glándula tiroides

En el año 1656 Thomas Wharton, un anatomista inglés, describió la tiroides a la que se atribuían diversas secreciones y funciones. Tanto el bocio (hipertrofia de la glándula) como el cretinismo (atrofia, ausencia de la glándula) se trataron con sales marinas. William Gull fue quizás de los primeros en describir el mixedema con el nombre de “condición cretinoide en el adulto” (1873) relacionando la enfermedad con el tiroides. No fue la primera, pero sí fue la pionera en atribuir las causas clínicas al tiroides.

Cirujanos como Theodor Kocher que extirpaban el tiroides vieron que algunos pacientes desarrollaban cretinismo (niños) o mixedema (adultos). William Miller Ord (1834-1902) dirigió un comité que revisó numerosas historias clínicas y las consecuencias de tiroidectomías en animales. Después Moritz Schiff (1823-1896) describió la tetania en perros cuando se les extirpaba la glándula tiroides experimentalmente; en 1884 descubrió que podía prevenirse si se injertaba tejido tiroideo en el abdomen.  Utilizó con éxito extracto de tiroides para tratar a los humanos.

Victor Horsley (1857-1916), que trabajó con monos, se mostró partidario del injerto tiroideo como tratamiento de la hipofunción tiroidea, específicamente de tiroides de oveja para tratar el mixedema y el cretinismo. Antonio Maria Bettencourt Rorigues (1854-1933) y José Antonio Serrano (1851-1904) de Lisboa, hicieron el experimento, insertando la mitad de la tiroides de una oveja por vía subcutánea en la región inframamaria a cada lado de uno de sus pacientes. Descubrieron que el injerto funcionó de inmediato, antes de que pudiera haberse vascularizado, y concluyeron que su efecto probablemente se debió a la simple absorción de jugo de la glándula injertada, una conclusión de extraordinaria importancia. Después utilizaron inyecciones hipodérmicas de extracto de tiroides. 

Sus hallazgos fueron eclipsados ​​por el artículo posterior de George R. Murray (1865-1939) publicado en el más conocido British Medical Journal. También utilizó inyecciones de extracto de tiroides de oveja. Más tarde se pasó a la vía oral. 

Los efectos producidos en casos de mixedema por una cantidad relativamente minúscula de extracto de tiroides, la rapidez con la que desaparecen todos los síntomas característicos y la extraordinaria mejoría, tanto en la condición física como mental, de los cretinos esporádicos, son muy importantes.

La tiroxina fue aislada en 1915 por Edward Calvin Kendall (1886-1972) (en realidad, el día de Navidad de 1914). Su estructura química fue determinada en 1926 por Charles Harington, y fue sintetizada por Harington y George Barger en 1927. Sin embargo, pasó mucho tiempo antes de que fuera sintetizado sobre una base comercial. Al principio, se necesitaban 3 toneladas de tiroides de cerdo para aislar solo 33 gramos de tiroxina pura. Incluso cuando la tiroxina estuvo disponible comercialmente en Glaxo en 1949, las tabletas de extracto de tiroides desecado siguieron siendo la principal fuente de tratamiento durante muchos años.

La triyodotironina (T3) fue identificada, aislada y sintetizada en 1952/53 por Jack Gross, de Canadá, y Rosalind Pitt-Rivers, de Londres) pero, hasta hace relativamente poco tiempo, se utilizaba sólo en el tratamiento del coma mixoedematoso. 

La secreción excesiva de la tiroides se propuso también como enfermedad: el bocio o bocio exoftálmico (hipertrofia tiroidea acompañada de exoftalmia, anemia e hiperfuncionalismo cardíaco, caracterizada por temblor, irritabilidad mental, debilidad muscular y otros transtornos generales orgánicos). Descrito por Robert Graves y Carl von Basedow

En España, tal como ha estudiado Carla Aguirre el primer artículo que se publicó sobre el tratamiento del mixedema se debe a Martín Salazar en la Revista de Sanidad Militar en 1893. Más tarde Lobo Regidor publicó otro y Muga Machado lo incluyó como capítulo en su libro Idea general del método de Brown-Sequard.

Un texto clásico que se tradujo al castellano es el de los Medicamentos animales, de Paul Carnot, de la Biblioteca Terapéutica de Gilbert y Carnot.

El texto se refiere a:

A) Productos fisiológicos naturales que se encuentran en animales normales y son fabricados por el organismo en el curso de su funcionamiento normal.

B) Productos de reacción o anormales que proceden de animales preparados especialmente y que se fabrican de forma artificial para luego usarlos terapéuticamente.

Del grupo A):

1.Alimentos, secreciones externas (jugo gástrico, bilis, etc.) y secreciones internas.

–Directamente activas como los extractos de cápsula y de médula suprarrenal, de tiroides, etc.

–Secreciones internas excitantes de las glándulas sinérgicas (hormonas) como la secreción interna del ovario, de la placenta, etc.

2. Complementos que se encargan de activar un producto orgánico por sí mismo inactivo como la enteroquinasa que activa el jugo pancreático.

3.Productos antagónicos como la adrenalina para aumentar la presión arterial.

del grupo B)

1.Anticuerpos para provocar inmunidad pasiva

2.Anacuerpos para reforzar la acción nociva de los microbios y de sus productos tóxicos.

Hoy las cosas habrían cambiado bastante. Se hablaría de «Farmacología endocrinológica» que contendría estos apartados:

  1. Opoterapiao el estudio de las hormonas elaboradas por las glándulas de secreción interna.
  2. Introducción de modificaciones estructurales en la molécula de la hormona natural para facilitar su uso sustitutivo o para conseguir una selectividad de efectos.
  3. Sustancias que modifiquen farmacológicamente el equilibrio hormonal normal o perturbado del organismo.

Ejemplos de medicamentos de opoterapia: Se muestran los siguientes:

Hepatina (extracto de hígado)

Polihormina (Instituto Llorente) (ovario, testículo, hipófisis, tiroides, suprarrenal

Hipofisina (Instituto Llorente): Hipófisis desecada, para el crecimiento, el tono vascular, diuresis, metabolismo de los hidratos de carbono, adiposis, etc.

Tiro-Ovarina: ovario seco y tiroides seco

Orquina (Instituto Llorente): Extracto glicérico del testículo

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