Homenaje de los estudiantes de medicina de Valencia a Jaime Ferrán (1918)

Hemos abierto un nuevo videoblog en Youtube, «Medicina, historia y sociedad«, que pretende ser un complemento de éste blog. Esto implica bastante trabajo: guión, grabación, postproducción, etc., máxime cuando solo una persona se encarga de ello, como sucede con los canales de mayor éxito de Youtube. Se pretende realizar un nuevo vídeo cada dos o tres semanas si recibe un mínimo apoyo «moral» de los visitantes.

El vídeo inaugural pretende contar el homenaje que los estudiantes de medicina de Valencia dedicaron a Jaime Ferrán en el marco de la Primera Asamblea Médica Regional Valenciana. El motivo: agradecer a Ferrán haber aplicado por primera vez en el mundo su vacuna contra el el cólera morbo asiático en la epidemia que sufrió Valencia en 1885.

El acto se celebró el día 16 sobre las 12,30 h. En la prensa de entonces se puede leer:

«Abrían la marcha la guardia municipal de caballería en traje de gala, las banderas de todos los centros docentes acompañadas de los respectivos alumnos; seguían los municipios de Alcira y Valencia en corporación, llevando el síndico de la primera de las citadas poblaciones la bandera de la ciudad.

La presidencia la formaban…..

El homenaje consistía, como es sabido, en descubrir una lápida dedicada al ilustre bacteriólogo, en el año 1885 y su estudio sobre el remedio de la terrible enfermedad del cólera, que tantos estragos causaba.

La comitiva se detuvo frente a la casa número 25 de la calle de Pascual y Genís, donde por primera vez se hicieron inoculaciones del suero anticolérico. Allí se había  construido un tablado, al que subieron las autoridades y comisiones oficiales.

Don Ramón Such, alumno de quinto curso de la facultad de medicina, leyó unas cuartillas haciendo una acertadísimo bosquejo de la personalidad científica de Ferrán, y el secretario del Ayuntamiento señor Jiménez Valdivieso, dio lectura al siguiente siguiente telefonema: 

«Imposible estar en Valencia en estos momentos; estoy de Valencia enamorado y agradecido; ruégole, como representante pueblo valenciano, ensalce nombres inolvidables a Amalio Gimeno, Ángel Pulido, Manuel Candela como representantes clase médica época 85. Sin la generosidad y la conjunción de ese pueblo admirable no hubieran sido posibles demostración vacuna anti colérica. Ruégole en mi nombre un vibrante ¡viva valencia! – Jaime Ferrán….»

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Casa de la calle de Pascual y Genís donde se colocó la lápida

Leyó después el profesor Manuel Candela una carta que le había remitido Ferrán. Intervino a continuación el alcalde de Alzira recordando la actitud de sus habitantes que depositaron toda su fe y confianza en Ferrán para experimentar su vacuna. Fue el alcalde de Valencia quien cerró el acto excitando a la juventud de Valencia a seguir los pasos marcados por Jaime Ferrán. A los acordes de himno de la Exposición (hoy el himno regional) se descubrió la lápida conmemorativa que todavía se puede ver en la actualidad.

En Las Provincias del día 19 se recoge el agradecimiento de los estudiantes a las autoridades e instituciones que participaron en el acto: el alcalde de Valencia, el gobernador civil, el capitán general, el presidente de la Asamblea médica Peset Aleixandre («amable y pródigo maestro a quien tanto debemos»), al rector Rafael Pastor, a los directores de los diferentes centros docentes, al alcalde de Alzira y a todos los estudiantes que se sumaron al homenaje. Firmaban la carta en representación de los estudiantes, M. Such y M. Gómez.

No olvidemos que se celebró en 1918. Quizás se habían presentado los primeros casos de la terrible epidemia de gripe que afectó a todo el mundo. Unos meses más tarde, en octubre, Ferrán vino a Valencia para trabajar en el Laboratorio Bacteriológico Provincial con Peset, Rincón de Arellano (del Laboratorio militar) y Pablo Colvée (del Laboratorio Municipal).

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Placa conmemorativa dedicada a Jaime Ferrán que se colocó en la calle de Pascual y Genís. Fue una iniciativa de los estudiantes de medicina de Valencia.

Bibliografía
–En honor del Dr. Ferrán. Las Provincias, 17 de marzo de 1918, p. 1.
–En honor del ilustre Dr. Ferrán. El Pueblo, 17 de marzo de 1918, p. 1
–El homenaje a Ferrán. Las Provincias, 19 de marzo de 1918, p. 4
–El Dr. Ferrán en Valencia. Las Provincias, 29 de octubre de 1918, p. 1
–Guijarro, F.G. Descubrimiento de la lápida dedicada al Dr. Jaime Ferrán. Oro de ley, nº 82, 24 de marzo de 1918, p. 160

Homenaje al profesor Sánchez Granjel

El próximo sábado 7 de septiembre será homenajeado Luis Sánchez Granjel, catedrático emérito de la Universidad de Salamanca y académico de la Real Academia Nacional de Medicina. La iniciativa procede de los presidentes de los Colegios de Médicos de Salamanca, Valladolid y del ya expresidente del de Guipúzcoa con motivo de 93 cumpleaños y 65 años de docencia e investigación en Historia de la Medicina de D. Luis.

El acto tendrá lugar en la sede del Colegio de Médicos de Salamanca y participarán discípulos y compañeros de diferentes universidades.

¡Enhorabuena!

Luis Sánchez Granjel. Imagen procedente del  Banco de imágenes de la Real Academia Nacional de Medicina

Luis Sánchez Granjel. Imagen procedente del  Banco de imágenes de la Real Academia Nacional de Medicina

1907: Homenaje de los estudiantes valencianos a Cajal

Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) recibió el premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906, que compartió con Camilo Golgi (1843-1926). La prensa cotidiana y las instituciones tardaron en reaccionar. Más tarde, los homenajes al histólogo español, se sucedieron por todo el país.

El 28 de enero de 1907 los estudiantes valencianos de todas las edades organizaron una velada científico-literaria en el Teatro principal. La presidieron Pedro María López, Carmelo Aranda, Evaristo Crespo, Peregrín Casanova y César Santomás. En el estrado estuvieron Bartual, Zumalacárregui, Bernabé Herrero, los concejales Ortega, Mollá, Aguilar Blanch, así como los miembros de la comisión organizadora Sres. Uxó, Soto y Artal.

Con tal ocasión se habían convocado unos premios, que se entregaron ese día. Los ganadores fueron José Cantos, del premio «Burriana»; Eduardo Berenguer Enríquez, accésit del premio de poesís, tema «Iberia»; Juan Artal Ortells, premio de poesía, tema «Acróstico»; Evaristo Crespo Baixauli, premio «Trabajo científico»; Eusebio Escolano, premio «Histología y Anatomía patológica»; Pedro J. Gómez, premio «Nobleza obliga»; y Francisco Soto Bordés, tema «Docena de pensamientos».

Después Juan Bartual, discípulo y amigo de Cajal, leyó un discurso. Le siguió otro de Zumalacárregui, otro del organizador Sr. Uxó, y cerró el acto Pedro María López.

En el mes de mayo el homenaje se trasladó al Círculo Valenciano, de Madrid. El acto estuvo presidido por el ministro de Instrucción pública. A su lado estaban el diputado a Cortes, Eduardo Vilar, el presidete del Círculo, Sr. Cerveró, y el senador Francisco Peris Mencheta.

Primero habló el Sr. Cerveró, que enalteció la figura de Cajal. Después lo hizo el Sr.Uxó, presidente de la Comisión Escolar Valenciana, portador del álbum obsequio para Cajal. Se refirió a valencianos como Llorente, Blasco Ibáñez, Sorolla, y Benlliure, entre otros. Después hizo uso de la palabra el diputado Eduardo Vilar, en representación propia y de Amalio Gimeno, que no pudo asistir por encontrarse su madre muy enferma. Posteriormente el secretario del Círculo, Sr. Vidal, leyó el Acta concediendo al Dr. Cajal el título de socio honorario del Círculo Regional Valenciano.

Santiago Ramón y Cajal leyó unas cuartillas rindiendo gratitud a Valencia y «cuantos profesores le secundaron por amor a la ciencia para conquistar los laureles que hoy le tributaron». Se mostró satisfecho y agradecido con los estudiantes y con cuantos habían contribuido al álbum «suscrito desde las personalidades más sobresaliente hasta los más humildes hijos del pueblo». Cerró el acto el ministro de Instrucción pública que habló en nombre del Gobierno.

Amalio Gimeno y la Facultad de Letras de Valencia (1907)

Reproduzco a continuación la noticia del pequeño homenaje y regalo que la Facultad de Filosofía y Letras, de Valencia, dedicó en 1907 a Amalio Gimeno.

La Facultad de Letras al Dr. Gimeno
El claustro de profesores de Filosofía y Letras ha entregado al docto senador por esta Universidad, Excmo. Sr. D. Amalio Gimeno, una artística plancha de bronce colocada sobre rico ‘passe-partuout’, de tercipelo rojo, como homenaje de afectísimo reconocimiento.

En dicho bronce se ve el escudo del primero de nuestros centros, primorosamente grabado por el inteligente artífice Sr. Allado, y la dedicatoria que en él se consigna no puede ser más expresiva y cariñosa. Dice así:

‘AMPLISSIMO. VIRO. AMALIO. GIMENO. SVMMO. IVENTAE. MODERATORI. VALENTINAE. ACADEMIAE. IMPRIMIS. EIVSDEM. PHILOSOPHIE. DISCIPLINARVM. STRENVISSIMO. CVRATORI. NVPERRIME. PVBLICAE. HISPANIAE. INSTRVCTIONIS. BONARVM. QUE. ARTIVM. SVPREMO. PERILLVSTRI. RECTORI. HOCCE. PVSILLVM. GRATITVDINIS. TESTIMONIVM. MAIORA. MERENTI. LVBENTISSIME. DICANT. I. VILLO. P. LOPEZ. I. VENTVRA. C. RIBA. L. GONZALVO. I. DELEITO. I. PVIG. F. AMAT. KAL. FEBR. AN. MCMVII’

(Al varón ilustre Amalio Gimeno, maestro consumado, esforzado campeón de la Universidad valentina, y, por modo especial, de la Facultad de Filosofía y Letras, recientemente ministro excelentísimo de Instrucción Pública y Bellas Artes, (le) dedican muy reconocidos este modesto homenaje a quien es merecedor de más grande obsequio, José Villó, Pedro López, José Ventura, Carlos Riba, Luis Gonzalvo, José Deleito, José Puig, Francisco Amat.- 1º de febrero de 1907).

Merecido tiene este delicado obsequio tan ilustre valenciano, quien, desde que desempeña la senaduría por esta Universidad, ha conseguido establecer en Valencia las Facultades de Filosofía y Letras y Ciencias, y consejero de la Corona, refrendó la real orden para que la de Medicina cuente pronto con un suntuoso e higiénico edificio en consonancia con las necesidades de la ciencia y de la vida actual.

Las Provincias, 8 de mayo de 1907.

Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 34 y última

Con el cierre del año llegamos al final. El último es un artículo que apareción en Germinal. Por él nos enteramos de por qué la figura del entonces rector de la Universidad de Valencia, el médico Machí Burguete, no aparecía en ninguno de los actos que tuvieron lugar en el Homenaje a Darwin. De momento cerramos la sección. Esto no significa, sin embargo, que si encontramos más datos y opiniones de la época, las recojamos.

Unamuno en Valencia

Invitado por los jóvenes escolares de Medicina ha permanecido en Valencia durante breves días el ilustre rector de la Universidad de Salamanca D. Miguel de Unamuno.

Su prsencia la ha motivado el interés que los escolares valencianos -los únicos de España- demostraron por honrar la memoria del gran naturalista inglés Carlos Roberto Darwin, con ocasión de celebrarse estos días el centenario de su nacimiento.

Y en una velada que celebraron en el Paraninfo de la Universidad y en la que tomaron parte los doctores Boscá, Bartual y Casanova, pronunció un discurso bellísimo, superior a toda ponderación ya por la forma sugestiva y extrañamente amena sino por su fondo alentador, de alto consuelo y superior idealismo.

Retazos del discurso andan por ahí con las reseñas periodísticas; el discurso completo ya será conocido del público en general porque en ese trabajo se hallan en la actualidad los taquígrafos y los jóvenes escolares. Nosotros nos atenemos a recomendarlo eficazmente a nuestros lectores por las profundas verdades que en él se dicen y aún nos permitimos llamar la atención sobre la segunda mitad para que reflexionando sobre ella puedan producir su efecto aquellas palabras de un elevado sentido moral, de un gran consuelo ético.

Hubiera estado en nuestros medios y es seguro que a estas fechas anduvieran ya publicadas cuantas palabras vertió en sus tres conferencias -las dos conferencias posteriores no fueron sino continuación de la hermosa oración en honor de Darwin- y así hubiéramos honrado honrado el talento y prestado un gran servicio a la ciudad. Quizá sea Valencia la ciudad que más necesitada se halle de estos refrigerantes para encauzarse por los amplios senderos de un más puro espiritualismo.

Pero no siempre se hallan acordes el pensamiento y la realidad. Aquellos nuestros anhelos por hacer llegar hasta el último rincón la voz del apóstol que predica la nueva doctrina de la liberación y emancipación de España por la creación de una conciencia y la afirmación de la personalidad, tropezaron con no pocos inconvenientes y dieron al suelo todos nuestros amables planes.

Mas no nos quedaremos sin guardar este tesoro y sin saborearlo detenida y reflexivamente porque ya los trabajos están bastante adelantados, lo que celebramos de todas veras.

Tres conferencias dio D. Miguel de Unamuno en esta ciudad y fueron tres formidables arietes que conmovieron el quietismo de nuestros sabios oficiales. Sus engurruñidos cerebros, necesitaban un espolique para recobrar su estado normal y la palabra de Unamuno sirvió de modo elocuentísimo.

Los pobres señores que pasaron su tiempo entregados a la vulgar rutina sin perquirir siquiera el objeto para el que se les puso en una cátedra mostraron su indiferencia desdeñosa y continuaron rumiando sin molestarse ni aún para oír al compañero. Son los eternos caballos de noria -como dice el mismo Unamuno- que reciben el pienso y ruedan mecánicamente sin enterarse del objeto a que se les destina ni la utilidad o beneficio de su labor.

Y coronando a toda esta indiferencia grosera, como capitaneándola, está la actitud del rector señor Machí, modelo de incorrección, de fanatismo, de descortesía, de doblez espiritual y de hipocresía. No ha habido un solo periódico que censurase el proceder a sueldo de este rector estirado, con cara grave y severa como el compañero de Sancho Panza, que en esta ocasión mostró sus sentimientos fanáticos, su alma de radiante doblez y su espinazo asaz flexible con el alto que reparte mercedes o con la sotana que empuja y ayuda a subir cuando no se tienen méritos propios y se carece de personalidad científica y social.

Nos extraña que esta conducta observada por la primera autoridad académica para con un compañero de igual categoría oficial no haya encontrado censores acres entre el profesorado y la Prensa. Pasar en silencio esto equivale a aplaudir su conducta y esto dudamos que se haga ni consienta.

Por más que si el Sr. Unamuno hubiese reparado en el comportamiento desdeñoso del rector y en la indiferencia de nuestros togados de la Facultad de Derecho seguramente habría exclamado con su habitual franqueza – Hacen bien ¿para qué han de venir a oírme? No me entenderían y encima acreditarían de vulgares llamándome el hombre de las paradojas.

Y en tal respecto ha hecho bien el Sr. Machí al no comportarse debidamente y mejor aún los otros ‘sabios’ que capitanea el ‘genial’ Cepeda.

El Sr. Unamuno tuvo desde que llegó a esta capital a un grupo de profesores y catedráticos, a un puñado de jóvenes estudiantes y a un puñado de jóvenes estudiantes y a una gran masa de trabajadores y comerciantes de obreros y de industriales que siempre se hallarán dispuestos a escuchar su palabra y a recoger sus enseñanzas.

Puede, pues estar satisfecho y sentir hasta orgullo de que aquellos brillasen por su ausencia. Contó con los amantes del estudio y con el pueblo; su semilla cayó toda en buena tierra.

Los valencianos le pueden estar agradecidos.

Germinal, 28 de Febrero de 1909

Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 33

Insertamos noticias breves en relación con el homenaje que los estudiantes de medicina de Valencia tributaron a Darwin en 1909. Proceden de El País, ABC y Madrid científico.

Crónica
España
El Centenario de Darwin en España
En la Universidad de Valencia celebrose el lunes 22 una sesión conmemorativa del Centenario de Darwin.

Los Doctores Bartual y Boscá pronunciaron elocuentes discursos enalteciendo la obra científica del famoso patrocinador y organizador de las ideas de ‘selección’ y transformismo en la naturaleza, y el siempre notables D. Miguel de Unamuno dijo unas cuantas cosas de las suyas, contribuyendo a que la sesión resultase amena y emocionante.

También hemos leído que en Lorca se realizó o proyectó realizar algún otro acto en honor a la memoria de Darwin, pero no tenemos noticia precisa de lo que en definitiva se haya hecho en este sentido.

Madrid Científico, Año XVI (1909), Núm. 623, p. 112

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Mañana por la noche se celebrará en el Paraninfo de la Universidad la velada organizada para conmemorar el centenario del natalicio de Darwin, por la Academia Médico-escolar.

Para tomar parte en dicha solemnidad, en el correo de esta mañana llegó el señor Unamuno, siendo recibido por los escolares y numeroso público.

El País, 23 de Febrero de 1909
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Homenaje a Darwin
(Por telégrafo)
Banquete a Unamuno
Valencia 22 (9’50 n.).- Los organizadores del homenaje a Darwin, han obsequiado hoy con un banquete al Sr. Unamuno.

Con este motivo el rector de la Universidad de Salamanca ha pronunciado un discurso en acción de gracia.

Le ofreció el banquete, en breves palabras, el rector de esta Universidad.

Velada en la Universidad
Valencia 22 (10’55 n.)- En el Paraninfo de la Universidad se ha celebrado una velada solemne en conmemoración del centenario de gran Darwin.

Al acto, que resultó brillantísimo, acudió todo el elemento intelectual de la población valentina, predominando entre la concurrencia gran número de señoras y una importantísima representación de la clase escolar que llenaba por completo el salón de actos.

Por las galerías había inusitada concurrencia, que no pudo lograr sitio.

La velada fue presidida por el decano de la Facultad de Medicina Sr. Casanova.

El catedrático D. Pascual [Eduardo] Boscá pronunció un notabilísimo discurso de tonos tan elevados y dicho tan magistralmente, que cautivó al auditorio por la concisión de ideas expresadas con verdadera valentía.

El público, que escuchó con religioso silencio la magnífica peroración, le tributó una formidable ovación, tan arrebatadora y espontánea como jamás se ha conocido en estos discursos doctrinales e históricos.

El presidente, Sr. Casanova, hizo el discurso resumen en uno muy elocuente y oportuno que arrancó otra nueva ovación.

El público salió verdaderamente entusiasmado del brillante resultado, que honra a sus organizadores y a la memoria del insigne Darwin.- Fdo. Manaut

El País, 23 de Febrero de 1909

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De Valencia
Conferencia de Unamuno
Valencia, 23 (11 n.)- Se ha celebrado en el Paraninfo de la Universidad la conferencia dada por el señor Unamuno.

Trató sobre la cultura e instrucción diciendo que en lugar de que avance el campo hacia la ciudad debe la ciudad avanzar hacia el campo.

Analizó después las teorías de Darwin, siendo muy aplaudido.

Le presentó el presidente del Ateneo científico, en breves e inspiradas frases.

Asistieron al acto los profesores de la Universidad y del Instituto y muchos más

El País, 24 de Febrero de 1909
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Valencia
Jueves 18, 9h.
Homenaje a Darwin

Se han circulado las invitaciones para el homenaje escolar a Darwin, que se celebrará el lunes próximo en el paraninfo de la Universidad.

Presidirá el decano de la Facultad de Medicina, Sr. Casanova, y hablarán los catedráticos Sres. Bartual, Bosacá y Unamuno, que llegará el domingo con este objeto.

ABC, Viernes 19 de Febrero de 1909

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Homenaje a Darwin
Valencia, 22, 4 t.
Un banquete
En Miramar se ha verificado el banquete obsequio del claustro universitario al Sr. Unamuno.

Ha asistido muchos catedráticos, el exministro D. Amalio Gimeno y el senador electo D. José Herrero.

No ha habido más brindis que el del rector, doctor Machí, ofreciendo el banquete, y el del Sr. Unamuno.

El acto
Bajo la presidencia del decano dela Facultad de Medicina, Sr. Casanova, se ha celebrado en el paraninfo de la Universidad el homenaje a Darwin, organizado por la Academia Médico-escolar.

La noticia de que hablaría el Sr. Unamuno había despertado tan grande expectación, que fue necesario desistir de que la entrada fuese pública, y repartir invitaciones.

Al presentarse el ilustre catedrático de la Universidad de Salamanca, el público, que llenaba por comleto el paraninfo, le tributó una ovación calurosísima.

Comenzó el acto con los discursos de los Sres. Casanova y Bartual; el alumno señor Lucas leyó un trabajo del Sr. Boscá, y el señor Unamuno hizo uso de la palabra.

Es tarea imposible dar por telégrafo una idea siquiera aproximada del magnífico trabajo del catedrático salmantino, que, con pretexto de reseñar la vida del sabio autor del ‘Origen de las especies’ y comentar sus doctrinas evolucionistas, ha desenvuelto una serie de ideas personalísimas y muy interesantes sobre la vida de los pueblos modernos, el progreso individual y colectivo de las naciones y la necesidad absoluta de una ética agresiva y afirmativa que substituya a la ética negativa que hasta ahora hemos padecido.

El discurso del sabio profesor, original y ameno siempre, a ratos instructivo y a veces paradójico, ha sido escuchado con gran curiosidad y aplaudido al final con entusiasmo.

ABC, Martes 23 de Febrero de 1909

Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 32

Siguen dos artículos de distinto signo en torno al Homenaje que los estudiantes de medicina de la Universidad de Valencia dedicaron a Charles Darwin en 1909. Provienen de Cádiz, uno de El Correo de Cádiz y el otro de El Radical Gaditano. Desgraciadamente el segundo está cortado y no lo hemos podido completar. Ahí van:

Homenajerías

La Universidad valenciana se apresta a rendir homenaje a la memoria de Carlos Roberto Darwin, naturalista inglés fundador de la Escuela transformista, nacido en la soberbia Albión en el año de 1809.

Por si nuestros lectores no lo saben, que sí lo sabrán, bueno es decirles que Darwin fue aquel ‘sabio’ que ‘descubrió’ el origen de la especie humana, viniendo a deducir por sucesivas y lógicas transformaciones, que el hombre desciende del mono, quedándose después tan satisfecho y fresco, en espera de un homenaje cuando se cumplieran cien años de su natalicio.

A la Universidad valenciana cabe la satisfacción de esta ‘homenajería’, en la que, la autorizada palabra del Sr. Unamuno, Rector de la de Salamanca, ensalza la memoria de Darwin, dedicando de pasada, algunos elogios a sus antepasados los monos y tal vez relatándonos algunas monerías de la simpática familia de los cercopitecos, que aquel colocó en la escala zoológica como precursora de la humanidad.

Dios me libre de creer en tamaño absurdo y me perdone la idea que en estos mismos instantes se me viene a los puntos de la pluma, mareado por el fárrago de deducciones que Darwin hace en su escandalosa obra.

Pero a mí no hay quien me quite de la cabeza, que eso de las transformaciones tiene algo de racional, aunque en sentido inverso.

Es decir, que el hombre no desciende del mono, pero que hay hombres que van para monos, es indudable y ahí están los iniciadores de esa ‘homenajería’ que no me dejarán por mentiroso.

Aparte lo que esa obra significa religiosa y moralmente considerada, encierra algo, y aun mucho, de poco galante, pues no creo que les hará mucha gracia a las señoras y señoritas que asistan al homenaje, que les digan que descienden directamente de un orangután o de un gorila, y ya me calculo la carita de satisfacción que pondrán, ante un requiebro de tal naturaleza.
Philipo

El Correo de Cádiz, 20 de febrero de 1909

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Para ‘El Correo de Cádiz’
Homenaje a Darwin

Con el título de ‘Homenajerías’, trata el citado periódico en su número del sábado 20 del pasado Febrero del homenaje que la Universidad de Valencia, con asistencia del señor Unamuno hace a C.R. Darwin.

El tono altamente despectivo con que las ideas del ilustre naturalista inglés y partidarios suyos habla ‘El Correo de Cádiz’ así como el haber un acuerdo del Centro Escolar  que presido, por el cual se deseaba celebrar un homenaje a Darwin, acuerdo tomado sin conocimiento del de Valencia y que no se ha llevado a efecto por circunstancias que no son de este lugar tratar, son razones que me obligan a contestar algo a ‘El Correo de Cádiz’. en este asunto.

No vamos a discutir aquí con el autor del artículo citado las ideas transformistas, que sépalo dicho señor, cuentan con partidarios en España y fuera, de gran valer y prestigio; infinitas obras de ciencias naturales existen donde tales /…/ [Falta un renglón].

Empieza por llamar ‘homenajerías’, nombre despectivo, derivado de homenaje, al tributado a Darwin; es decir ‘homenaje no ganado, mal tributado o caricatura de homenaje’: los sabios de por ahí que creen a Darwin un hombre digno de tales homenajes se han equivocado: tiene razón pues ‘El Correo’. Pase lo de sabio con bastardilla que decía a Darwin y sigamos; dice ‘El Correo’ hablando de la doctrina transformista:

“Dios me libre de creer en tamaño absurdo y me perdone la idea que en estos mismos instantes se me viene a los puntos de la pluma, mareado por el fárrago de deducciones que Darwin hace en su escandalosa obra”.

¿Se puede saber señor articulista por qué afirma usted con plena conciencia que tales ideas son absurdas? ¿Creéis que el espíritu de la ciencia moderna es el de las afirmaciones rotundas, categóricas, el de cristalizar en una idea y cerrar el cerebro a toda innovación? Porque ese espíritu es el de nuestra España vieja; ese espíritu es el que ha cerrado aquí las puertas al progreso que de fuera viene y el culpable de que llevemos algunos años, muchos, de atraso en el camino de la civilización; ese es el espíritu de intransigencia, de intolerancia; el espíritu reaccionario en una palabra.

Y decir ¡por qué son escandalosas tales ideas? ¿Es quizá porque se quita la venda de la ignorancia al pueblo y se ve claro que los poderes que se asentaban sobre ciertos errores, han caído? ¿Es porque la visión de la verdad destruye viejas comerciales tradiciones?

Y sigue el articulista, supremo y único poseedor de la verdad afirmando de modo categórico: “Pero a mí no hay quien me quite de la cabeza, que eso de las transformaciones tiene algo de racional, aunque en sentido inverso.”

Es decir que el hombre no desciende del mono, pero hay hombres que van para monos es indudable y ahí están /…/ [se corta].

El Radical Gaditano, 3 de marzo de 1909

Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 31

Ya estamos llegando al final. En unos días se cerrará el Año Darwin.

Insertamos hoy unos breves publicados en varios diarios donde se da noticia de la vuelta a Salamanca de Unamuno y del resumen de actividades que tuvieron lugar en Valencia con motivo del homenaje a Darwin:

Crónica local
Anoche visitó nuestra Redacción el rector de la Universidad de Salamanca, D. Miguel de Unamuno, acompañado de la comisión escolar.

Con gran satisfacción recibimos la visita del sabio eminente a quien admiramos por su talento y su independencia.

El Sr. Unamuno se trasladó al ‘Ideal Room’, donde se se encontraba D. Rodrigo Soriano, con el objeto de saludar a nuestro diputado.

Los Sres. Unamuno y Soriano conversaron durante un rato sobre cosas generales.

El Dr. Unamuno saldrá hoy para Salamanca, llevándose grata impresión de su estancia en Valencia.

Los valencianos, que tanto han aplaudido sus valiosos discursos, quedan con deseos de volver a oirle.

Le deseamos feliz viaje.

El Radical, 29 de febrero de 1909

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En el tren correo de ayer salió para Madrid y Salamanca el doctor Unamuno, que ha sido nuestro huesped durante breves días y que ha contribuido en primer término al acto realizado por los estudiantes de Medicina, que rompiendo con antiguallas y supersticiones han rendido homenaje de admiración al gran apóstol del transformismo biológico Carlos Darwin.

Despidieron al Sr. Unamuno en la estación gran número de catedráticos y la inmensa mayoría de los estudiantes de la Facultad de Medicina.

El Sr. Unamuno se va muy satisfecho de Valencia y ha prometido volver.

Al partir el tren resonó en los andenes una salva de aplausos.

El Mercantil Valenciano, 25 de febrero de 1909

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Darwin

Pocos días ha cumpliose el aniversario del nacimiento de Carlos R. Darwin, el gran naturalista que supo tallar nuevas facetas al brillante de la Creación y ostrarnos su inmensa grandeza, unificando en la armónica ley de evolcuión el perfeccionamiento de las razas.

En tal sentido fue Darwin el hombre que más ha contribuido a la gloria de Dios.

La pasión sectaria, que todo lo envenena, enfoca sobre su excelsa personalidad la luz de los réprobos, restando admiradores al espíritu más enamorado de las bellezas del universo.

Fue un sabio, que ensanchó el caudal de los conocimientos científicos en tales términos, que del aumento en el caudal regáronse primero, y fructificaron después, innumerables teorías, derivaciones del transformismo en el orden natural, económico, político, etc.

Al cumplirse los cien años de la fecha en que vino al mundo quien tanta gloria ha dado a la Humanidad, tan solo unos ilustrados y simpáticos jóvenes de Lorca [Aquí hay un error, ya que debe referirse a Valencia] se ha acordado de rendir público homenaje al eminente sabio.

Pero éste, en cambio, ha sido brillante.

En bien editado folleto han conseguido reunir varios artículos de las mejores firmas, que al divulgar la doctrina de Darwin serán su mejor oblación.

El Heraldo de Madrid, 17 de marzo de 1909

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Del homenaje a Darwin
En Valencia también

Nuestro querido colega el ‘Heraldo de Madrid’, en su número del miércoles último, y al hablar del homenaje tributado en España al sabio Darwin con motivo del centenario de su natalicio, incurre en una omisión que debemos, no rectificar, pero sí aclarar , en bien del nombre de Valencia y de la clase escolar médica valenciana.

No ha sido solamente en Lorca donde se ha glorificado la memoria del gran revolucionario inglés. Valencia también ha sabido honrar el nombre de Darwin, y por cierto digna y espléndidamente como cumplía a su cultura y amor a la Ciencia: El Pueblo dedicó varios trabajos a elogiar la vasta, grandiosa obra científica del del sabio naturalista biólogo y se asoció al homenaje a Darwin, organizado en la Universidad por los estudiantes de Medicina la noche del 22 de Febrero último, en cuido acto pronunciaron elocuentes discursos, catedráticos de tan justo renombre como Eduardo Boscá, Juan Bartual y Peregrín Casanova, y el ilustre Miguel de Unamuno, que ex profeso vino de Salamanca para asociarse a la fiesta.

Además, para perpetuar la fecha del centenario de Darwin, a expensas de los escolares de Medicina se colocó en la Facultad del mismo nombre una lápida, que fue inaugurada con gran solemnidad.

El mismo ‘Heraldo’ dio cuenta de estos actos en su sección telegráfica.

Y «Un madrileño», en crónica a los centenarios dedicada, escribió ha pocos días en nuestro estimado colega madrileño «El País», a propósito del centenario de Darwin, las siguientes líneas:

«El de Darwin se ha celebrado peor en Londres que en nuestra gran Valencia.

Lorca y Valencia se han acordado del centenario del gran revolucionario, del sabio que más ha influido en la filosofía y en las ciencias naturales en el pasado siglo. Valencia echó la Universidad por la ventana, puso una lápida, llevó a Unamuno, y demostró ser más digna de Luis Vives que de Machi y de Cepeda».

Consignamos estos hechos, no por prurito de rectificar al ‘Heraldo’ —de ningún modo: el popular diario ha demostrado repetidas veces sus simpatías por Valencia — sino para evidenciar que Valencia y la clase médica han honrado también al ilustre autor de «El origen de las especies».

El Pueblo, 20 de marzo de 1909

Placa inaugurada hace pocos días que rotula la plaza del actual Rectorado de la Universitat de València como ‘Plaza Charles Darwin’

Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 30

Segumios insertando los artículos que aparecieron en la prensa de la época sobre el Homenaje que se tributó a Darwin en Valencia en 1909. Hoy, un artículo que hace referencia a Unamuno y la «descatolización». Después de cien años, creemos que muchas cosas de las que se dicen siguen vigentes. Fue publicado en El Pueblo, el 3 de marzo de 1909.

“… Voila l’ennemi”

Las conferencias de Unamuno

Importancia extraordinaria han revestido los discursos pronunciados por el sabio humanista, dignísimo rector de la Universidad de Salamanca, D. Miguel de Unamuno, en el paraninfo de nuestro primer centro docente y en la rotonda de nuestro primer centro político, con motivo de la apoteosis científica, que ha coincidido con el centenario del gran Darwin.

El eximio orientalista ha tenido la fortuna de encender en las inteligencias el fuego de la filosofía, que se manifiesta en las múltiples discusiones, por los varios efectos que los discursos del orador han producido en los ánimos de los oyentes; mágico y misterioso efecto de la palabra, de siglos designado con el calificativo de “don de lenguas”, cuya inexplicable grandeza se refirió a la inspiración divina, descendida de lo alto en forma de lenguas de fuego.

La tesis general del Dr. Unamuno, lo mismo en el terreno de los hechos que en de las ideas, de la historia que de la filosofía, está condensada en el principio fundamental de la descatolización ética y científica.

El principio de la sabiduría no es el temor de Dios; la religión no es suficiente garantía de la moral y de las buenas costumbres.

Se impone un cambio radical de orientación de los entendimientos que investigan las causas primeras para que las ciencias corran libres de todo obstáculo, de todo prejuicio, por despejadas sendas, y una nueva moral, congruente con el verdadero concepto de humanidad, dulcifique el trato y suavice las costumbres de los hombres, uniéndoles con los lazos del amor en una sola y gran familia.

El doctor Unamuno supone, con tanta razón como acierto, que para llegar a aquella solución general hay un obstáculo histórico —entre nosotros el principal y acaso el único:— el catolicismo; de aquí su empeño, que no es solo el suyo, de descatolizarnos.

El insigne rector de la universidad de Salamanca cree, como muchos creemos, que el catolicismo no puede resistir a la crítica científica y desearía que todos fuéramos teólogos para poder emprender con acierto la disección de los dogmas hasta llegar con el escalpelo a la misma unidad de esencia y trinidad de personas y convencernos de que esta clase de dioses los hizo el hombre a su fantástica imagen y semejanza.

La idea de Dios, tal como la sorprendemos en la historia, ha sido impuesta, efectivamente, por los teólogos. Los primeros códigos de los pueblos más antiguos son de carácter esencialmente religioso.

Los Vedas, el Avesta, la Iliada y el Pentatéuco son obra de fundadores de nacionalidades que se hicieron pasar por familiares de la divinidad: Moisés, Manou, Buda, Confucio, Menés, Minos, Numa, Orfeo, Hermes y Zoroastro, son teólogos y sagrados legisladores, inventores de dioses que encajan en el ambiente de sus épocas, de los que son copias o trasuntos el Baiame, el Nambajandi y el Wuruagura de los australianos.

Los polinesios adoran a Raitubu y a Taaroa; los isleños de Borneo, a Tenabi; los Pieles Rojas a Michabu; los iroqueses a Tarouhiwagou.

Las razas autónomas de la América Septentrional adoran: los guaranís a Tamoi, los araucanos a Pillan, los incas a Viracocha y los mejicanos a Tezcalipoca.

Es decir, que el ignorado origen del mundo y de la humanidad lo ha fingido el hombre y lo ha personificado, según el periodo histórico de su existencia, y con arreglo a sus grados de civilización y cultura. esto es, a su imagen y semejanza; constituyendo un fenómeno psicológico y un hecho histórico el instinto reconstituyente del proceso de la existencia, en el que la fantasía, el interés o la necesidad han sido los únicos datos del problema.

El hombre se encontró agrupado en la superficie del planeta, y queriendo, con natural ansiedad, conocer su origen, se ha visto, con la imaginación, mecido en su cuna por manos divinas, allá en las vetustas regiones del misterio.

El Júpiter de los griegos, Zeus Pitar de los helenos, el Jehová de los israelitas, el Deus de los romanos o el Alah de los africanos, como el Siwa de los chinos, no son más que creaciones menos groseras de los teólogos de Oriente y Occidente.

El catolicismo, en su afán de acreditar el adjetivo, ha reunido en sus teogonías con el auxilio de la escolástica, todas las aberraciones, todos los horrores de todos los dioses personales; y del Panteón romano y del Olimpo griego, se ha construido un cielo para perpetuo alojamiento de sus innumerables deidades, mayores y menores, masculinas y femeninas.

Naturalmente que si todos conocieran a fondo la teología católica, desaparecería el catolicismo, y más pronto si conocieran su moral y si tuvieran noticia de su historia.

Todos los grandes impugnadores del catolicismo fueron teólogos como Focio, Miguel Cerulario, Basilides y Marcial, Juan Hus, Jerónimo de Praga, Lutero, Calvino, Mahoma, Zuinglio, Wiclef, Carlostadio, Jordán Bruno, Savonarola, Teyerand, Matamoros, Voltaire y los enciclopedistas; y entre nosotros, basta con leer la historia de los heterodoxos españoles, de Menéndez Pelayo, para convencerse de que no vamos a la zaga de la universal protesta.

Ahora; que la lucha del presente contra el catolicismo, entiendo que no tiene carácter teológico, que no es religiosa, porque nadie piensa en sustituir el catolicismo por otra religión cualquiera; para eso haría falta, como primera materia, la fe, y la fe se ha perdido completamente.

Nuestro intento de descatolizar no debe ser teológico, sino político, social y ético. Las creencias ajenas y sus naturales manifestaciones, son dignas de todo respeto cuando son tranquilas, cuando no molestan a los demás. El catolicismo es de suyo batallador, rebelde, agresivo, dominante, absorbente y explotador; y no es que le ataquemos, es que nos colocamos prudentemente a la defensiva de sus ataques.

Nosotros no queremos descatolizar los sentimientos, sino la política y las costumbres.

No pensamos descatolizar por los medios que empleó el catolicismo contra los paganos, los judíos, contra los mahometanos, contra los protestantes, a quienes quemó vivos, arrojó de sus dominios y robó sus haciendas.

Ni siquiera emplearemos contra los católicos la difamación ni el boicotaje, tan corrientes en sus menguados procederes. Unicamente les apartaremos de nuestro camino como un estorbo, sin concederles otros derechos que los comunes y ordinarios que corresponden a las instituciones humanas en los Estados libres. La humanidad ya no tolera legisladores en íntimo contacto con los dioses, ni cifra sus esperanzas en halagadoras promesas de eternas bienaventuranzas ni le inquietan los temores del Tártaro.
Y porque el catolicismo ha conturbado la paz de los espíritus, de los hogares y de la nación, hemos de someterle a duros reglamentos y a extrema vigilancia; por lo menos hasta que se considere fracasado y vencido. Y ¡ay de nosotros si no consiguiéramos lo uno y lo otro!

Todo esto no lo ha dicho Unamuno en Valencia, sin duda por delicada cortesía, por figurarse, atenido a las apariencias, que este pueblo es devoto, lleno de atávicos prejuicios; cuendo es todo lo contrario: un pueblo cultisimo, eminentemente progresivo y racionalista. Si en alguna parte se desea con ansiedad la secularización del estado y de todos los servicios públicos es en Valencia; si la descatolización de las costumbres ha de comenzar, comenzará por Valencia.

Yo jamás me he propuesto ganar el ánimo de los católicos burocráticos, de los que viven y prosperan a la sombra de sus iniquidades, porque de ellas están bien convencidos; y no me llama la atención que muchos liberales disimulen que saben que no es posible ser a la vez católicos y liberales, que el liberalismo no sólo es pecado, sino una verdadera herejía, muchísimas veces condenada con excomuniones de todo género, en Bulas, Encíclicas, Rescriptos y Motus propios de los Papas, pastorales de obispos y toda clase de documentos oficiales eclesiásticos.

Nuestras leyes fundamentales, nuestros códigos, nuestra magistratura, nuestro Gobierno, nuestras instituciones, por ser liberales, están fuera del gremio de la Iglesia católica; sin embargo, nadie quiere declararlo; y porque van a misa y se acercan de vez en cuando al confesionario de un jesuita mañero o cura agradecido (de los que están en el secreto) o se tratan con el señor obispo, se dan por engañados, suponiendo que engañan a los demás.

Este sistema, que no me atrevo a calificar de hipócrita por temor a ofender a las tres cuartas partes de los españoles, es la última fase del catolicismo burocrático, explotada por el clericalismo, con abuso manifiesto de los irritantes privilegios que disfruta.

El comerciante, el industrial y hasta el obrero, han de fingirse católicos al uso, muchas veces, para salvar el pan de sus familias, ante otros que lo fingen también para acrecentar sus honores y sus rentas. Concluir con esta situación, harto violenta, es verdaderamente descatolizar las costumbres y a ello vamos con entusiasmo y con decisión, seguros de prestar a la patria y a la humanidad, a la ciencia y a la libertad un gran servicio.

Descatolicemos el Estado, a título de legítima defensa, de injustas agresiones y de continuos peligros; que cuando obispos… [se corta aquí].

El Pueblo, 3 de marzo de 1909

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Homenaje a Darwin de los estudiantes de medicina de Valencia (1909). Parte 29

Es continuación de la parte 28:

Es lo mismo que ocurre en el fraile —en cuyos goces no creo tanto como la generalidad de las gentes—. Lo único que hace es limitar sus necesidades para limitar el trabajo.

Y es esto, es un fraile lo que llevamos dentro.

Lo que importa es no molestarse mucho, no luchar.

Alguna vez hacemos como el salvaje que come inmoderadamente un día y luego duerme tres días en laboriosa digestión.

Como ocurre en los goces y diversiones. No son continuos y apacibles. Se producen con violentas intermitencias. Se baila localmente, salvajemente, durante los días de Carnaval y después se duerme en el resto del año.

Y algo de esto influye en la emigración, que para mí no es un mal como algunos creen.

Es de notar que emigrantes más en las regiones donde hay más frailes.

Advertir también, como en España disminuye el número de escolares en los seminarios, mientras aumenta en las Normales.

Es porque el Estado va preocupándose en pagar a los maestros y todos en mayor o menor escala encuentran medios de vida.

Claro está que este problema no es otro que el de la oferta y la demanda.

Mientras la carrera eclesiástica va hacia la quiebra, la del magisterio adquiere mejores condiciones de subsistencia, como antes ocurría a los primeros. Es una sencilla cuestión económica. Ni unos ni otros tenían ni tienen vocación.

He dicho que la emigración es ventajosa.

En primer término porque hay menos familias, es verdad, pero son más numerosas y hay por lo tanto mayores lazos de relación colectiva. Y además, porque los indianos que vuelven a la patria son elementos de progreso, no sólo por el dinero que traen consigo, sino también porque importan un espíritu de amplitud, de innovación, y con todo ello crean necesidades materiales y espirituales.

Aconsejaban pan y catecismo —esto no importa mucho— y yo digoque necesitamos carne y ciencia.

No es sólo la carne en el sentido material, sino en lo que influye en el orden físico, en cuya acción encuentra sin duda influjo lo espiritual.

Es de seguro poco atrayente —y poco limpio—la vulgaridad y pobreza de los muebles, el ridículo adorno de las habitaciones.

En muchas veréis un mal retrato, una vulgar pintura de San Antonio o de San Vicente junto a la de Mazzantini.

Falta un cierto refinamiento como falta mucho jabón para la limpieza y aseo del cuerpo.

A muchos debiéramos amarrarles a un poeta y rascarles con un estropajo y hasta a cañonazos.

En cuanto a la ciencia, hace falta, pero hay que andar con cuenta.

En las clases populares hay afán de aprender. Y esto tiene sus peros.

¿Qué lee el obrero?

Libros por los que las cosas de la ciencia llegan a él deformadas por la fe supersticiosa que es la misma y del mismo gérnero que la de los milagros.

Creen muchos en los de la ciencia.

Y esto me recuerda a un médico que en París ejercía de curandero.

Le denunciaron por lo ilícito de su oficio y enseñó el título, añadiendo que se anunciaba como curandero porque uno de estos es quien le quitaba toda la clientela cuando se exhibía como médico.

Y las misma fe se pone en la ignorancia que en la ciencia, cuando se considera a ésta como sobrehumana.

En una conferencia sobre Astronomía los oyentes quedaron anonadados al decirles los millones de distancia que medían entre una y otra estrella, creyendo cosa de misterio el estudio de tal extremo.

Cuando se les explicó cómo se medían tales distancias, viendo que en ello no había nada de sobrenatural despreciaron a la ciencia y al científico.

Es la superstición de los principios religiosos trasladada a la ciencia.

Así se lee a Kropotkin y a Haeckel.

Cogen cosas ‘ad probandum’ y creen que en ellas no hay enigmas.

Y quien diga que estos se han acabado, es un fanático o un contumaz.

Así se ha creado una pseudo-filosofía y una pseudo-ciencia de superstición.

‘La conquista del pan’ no resiste el más ligero examen, y sin embargo ha sido origen de superstición.

Y es que pasa de una cosa a otra que, aunque parecen distintas u opuestas, son lo mismo vuelto del revés. Esos son, como dijo Clarín, teólogos puestos patas arriba.

Dije en cierta ocasión que había que descatolizar a España. Y ahora digo que hay que cristianizarla.

Yo no puedo creer que la vida acabe, porque esto sería muy triste. Hay algo que alimenta el espíritu; y si no lo hubiera, yo quiero que lo haya.

Porque para la vida es necesaria la ciencia, pero también lo que se sueña.

Creo que la vida es una chispa entre dos eternidades de tinieblas.

Yo, pues, que allá en otra parte he dejado siete hijos que perpetuan mi memoria, dejo entre vosotros pedazos de mi alma para que mi vida perdure entre vosotros y entre vuestros hijos.

El eminente pensador fue aplaudido varias veces durante su brillante e intenso discurso, y al terminar oyó una ovación estruendosa, cariñosísima.

El Pueblo, 25 de febrero de 1909

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