¡Explora la riqueza del conocimiento médico en la Exposición en línea «Greatest Medical Library in America» de la National Library of Medicine (NLM)!

La National Library of Medicine, la conocida institución del mundo del conocimiento médico, ha abierto sus puertas de manera virtual para invitar a todos a un viaje fascinante a través de la historia y la innovación en la atención de la salud. Se trata de la exposición en línea Greatest Medical Library in America.

Captura de pantalla del sitio web de la exposición

Sumérgete en la historia y Descubre tesoros ocultos: En 1878, el Dr. John Shaw Billings, cirujano del Ejército y coleccionista de libros, adquirió una colección de unos 300 folletos científicos de la biblioteca privada del renombrado fisiólogo francés Claude Bernard. En aquel momento, la biblioteca constaba de unos pocos miles de volúmenes. Ahora, conocida como Biblioteca Nacional de Medicina (NLM), esta colección se ha ampliado desde entonces a casi 30 millones de ejemplares.

El personal de catalogación ha trabajado y trabaja para garantizar que las colecciones se puedan encontrar, acceder y recuperar en el catálogo en línea. Para esta exposición se han creado o actualizado los registros de cada uno de los folletos de Bernard utilizando una variedad de herramientas que proporcionan información precisa sobre el título, el autor y la publicación, así como también los encabezados de temas y descripciones, de modo que los usuarios puedan descubrir y acceder rápidamente a la colección del «padre de la fisiología moderna».

En otoño de 1878 Billings exhibió esta colección en la primera exposición de la Biblioteca.

También se proporciona información sobre la conservación y la digitalización de los ejemplares.

Conecta con el presente: Pero la NLM no es solo un museo del pasado; es una institución que sigue marcando el ritmo en la era digital. A través de sus iniciativas en línea, como PubMed, MedlinePlus y ClinicalTrials.gov, la NLM brinda acceso a una vasta cantidad de recursos médicos que impulsan la investigación, la educación y la práctica clínica en todo el mundo. Esta exposición también pone de manifiesto cómo la NLM continúa innovando y adaptándose para satisfacer las necesidades cambiantes de la comunidad médica y científica.

¡No te pierdas la oportunidad de explorar la «Greatest Medical Library in America» desde la comodidad de tu casa! Visita la exposición en línea de la NLM y descubre por qué es un tesoro de valor incalculable para la comunidad médica y para la sociedad en general.

[Enlace a la exposición: https://www.nlm.nih.gov/exhibition/gmla/index.html]

Misión malaria: un recorrido por la historia de la enfermedad

Entre las variadas exposiciones que he visitado estos días pasados en Madrid, se encuentra «Misión malaria: una mirada histórica», en el Museo de Ciencias Naturales, comisariada por Alain-Paul Mallard y Matiana González Silva.

Elementos de la exposición «Misión malaria. Una mirada histórica» en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid

El Museo está algo anticuado. Sin lugar a dudas debe tener un presupuesto que está a años luz de lo que disponen los grandes espacios de arte. Sin embargo, estimula la gran cantidad de escolares y bachilleres, sentados en el suelo formando corros, tratando de rellenar los formularios que les han pasado sus profesores, y a estos explicando con pasión cuestiones de biología o de ciencias naturales.

En estos momentos conviven dos exposiciones temporales, «Alfred Russel Wallace (1823-1913). Biogeografía y evolución» y «Misión malaria. Una mirada histórica», que se podrá visitar hasta el 22 de septiembre. Esta última está organizada por el Museo y por el Instituto Global de Barcelona (ISGlobal), centro que impulsa la Caixa.

Paneles, objetos, imágenes, planos, carteles, mapas, libros y folletos integran esta exposición. Muchos de ellos proceden de la colección personal del epidemiólogo Dr. Quique Bassat. Compuesta por varios módulos, pretende visibilizar una enfermedad que ha tenido y tiene un gran impacto sobre la salud de la humanidad. Se recorre su historia destacando campañas de salud pública y la evolución de la lucha contra la misma. Se habla de la quina, del descubrimiento del origen parasitario de la enfermedad y del papel del mosquito.

Hoy la malaria se distribuye por casi un centenar de países que están expuestos al contagio, fundamentalmente regiones de África, Asia y América situadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. En 2015 la OMS registró 214 millones de casos en todo el mundo.

Elementos de la exposición «Misión malaria. Una mirada histórica» en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid

Todavía recuerdo el encuentro que tuvimos con Manuel Elkin Patarroyo en la Facultad de Medicina de Valencia, en el que habló de su vacuna. Conocida como SPf66, es eficaz en el 30 y 60 por ciento de los casos (unos 100 millones de personas). Hoy se recomiendan la RTS,S/AS01 y la R21/Matrix-M para prevenir la enfermedad en los niños. No debemos olvidar tampoco los problemas que causó el paludismo en varias zonas de España, en concreto en Valencia durante el siglo XVIII en relación con los cultivos de arroz.

En 2009 la Biblioteca Nacional también organizó una exposición sobre la Malaria en cinco espacios: Las fiebres intermitentes, la quinina, el descubrimiento del parásito y el vector, estrategias de lucha, las campañas antipalúdicas españolas, y la malaria en tiempos recientes.

Péan y las pinzas hemostáticas

Insertamos en esta ocasión el guión del vídeo del Canal Youtube «Medicina, historia y sociedad«, «Péan y las pinzas hemostáticas».

Vamos a dedicar este vídeo a las pinzas hemostáticas.

El contexto en el que vamos a situar el tema es lo que se conoce como Revolución quirúrgica, es decir, la superación del dolor con la anestesia, de la hemorragia con la hemostasia, y de la infección con la antisepsia primero y después con la asepsia.

La hemostasia es un mecanismo fisiológico del organismo que se activa tras sufrir un traumatismo o lesión que previene la pérdida de sangre del interior de los vasos sanguíneos. Se produce una activación plaquetaria, una agregación y formación de un tapón o trombo, y finalmente, la disolución del mismo.

Pero nosotros nos vamos a referir a la hemostasia quirúrgica que implica actuar para que las lesiones y heridas producidas de forma voluntaria durante las intervenciones quirúrgicas, dejen de sangrar. Esto se puede realizar con elementos sencillos como el uso de vendas, gomas, ligaduras, puntos de sutura o más complejos como con el uso del bisturí eléctrico, la electrocoagulación, etc. Como sabemos, la pérdida de una cierta cantidad de sangre puede provocar el shock. En este caso, la reposición de la misma o la transfusión se convierte en una herramienta fundamental. Pero no fue hasta principios del siglo XX que ésta pudo realizarse con todas las garantías gracias al descubrimiento de los grupos sanguíneos por parte de Karl Landsteiner (1868-1943).

Los instrumentos quirúrgicos han estado presentes en numerosas civilizaciones como los mesopotámicos, el Egipto faraónico, los griegos, los romanos, los árabes, etc. La medicina científica utiliza un sinfín de los mismos. Unos son muy sencillos y otros, por el contrario, son más complejos.

Entre los más conocidos están las tijeras, las tenazas, las pinzas, etc. cuyo funcionamiento se basa en el principio físico de la palanca.

Una de las pinzas más conocidas y utilizadas es la que ideó el cirujano Jules Émile Péan (1830-1898).

Nació en Marboué, Francia, en 1830. Estudió en el Colegio de Chartres y en 1851 comenzó medicina en París. En 1852 fue externo de los hospitales. Estuvo en el Hospital Beaujon en el servicio de Jean-Nicolas Marjolin (1780-1850) y más tarde en el de Édouard-Pierre Chassaignac (1804-1879), quien le enseñó las virtudes de la hemostasia.

Ya como interno en 1855 estuvo en el servicio de Charles Pierre Denonvilliers (1808-1872) en el Hospital de San Luis, y después en el de Auguste Nélaton (1807-1873), quien fue su maestro más importante.

En 1860 obtuvo el grado de doctor y fue contratado como prosector de los hospitales de París. En 1865 pasó a ser cirujano del Bureau central y, dos años después, fue cirujano de los hospitales. Pasó por el de Infantes asistidos, Lourcine, St Antoine y finalmente, en 1876, en el de St Louis. Compaginó el ejercicio público con la actividad privada.

En 1892 tuvo que jubilarse de los centros oficiales pero creó con su dinero el Hospital Internacional, un centro privado de 50 camas en la Rue de la Santé donde atendía a pobres e indigentes. Después de su muerte pasó a llamarse Hospital Péan. Se dice que cobraba grandes sumas por sus intervenciones y que llegó a hacer una gran fortuna.

En 1887 fue elegido miembro de la Academie National de Médecine a pesar de que varios de sus colegas no estuvieron de acuerdo. Tenía un carácter difícil y se enemistó con muchos compañeros. Murió en París de una neumonía el 30 de enero de 1898.

Fue en el Hospital de San Louis donde adquirió fama. Se le conoce por varias operaciones. Fue uno de los primeros en practicar la extirpación de un quiste de ovario en 1864. Fue reduciendo la mortalidad de esta intervención, cercana al 100 por ciento, al 3-4 por ciento. Un año después realizó una histerectomía vaginal para intervenir un carcinoma. En 1867 realizó una esplenectomía. También fue el primero en realizar en 1879 una resección del píloro y del antro con anastomosis gastroduodenal terminoterminal en un cáncer gástrico. En 1895 utilizó una nueva técnica para la ablación de divertículos vesicales.

 En 1893 encargó a un dentista que fabricara una prótesis de hombro para un paciente con tuberculosis, en el que se vio afectado el hombro que tuvo que extirpar. La intervención se realizó con éxito; incluso el enfermo, que era camarero, pudo seguir trabajando. Sin embargo, en 1895 se le extrajo por infección.

Entre sus publicaciones destacan sus Leçons de clinique chirurgicale professées à l’Hôpital Saint-Louis (1876-1900), L’Ovariotomie… (1868), Hystérotomie: de l’ablation partielle ou totale de l’utérus par la gastrotomie (1873), Diagnostic et traitement des tumeurs de l’abdomen et du basin (1880-1899), De la Forcipressure (1875). También ayudó a preparar la segunda edición de los Elements of surgical pathology de Nélaton.

A pesar de no haberse instalado la antisepsia ni la asepsia en París de forma regular, Péan operaba siempre vestido de forma impecable con un gran delantal blanco totalmente limpio. Para evitar mancharse se alejaba del paciente, estirando los brazos hacia adelante y utilizando todo tipo de instrumentos para no tocar nunca al enfermo. (Cité dans : La médecine à Paris du xiiie au XXe siècle, Fondation Singer-Polignac. Paris : Édition Hervas, 1984, p. 442.). Algunas veces realizaba sus intervenciones fuera del hospital, entonces fuente de infecciones. A pesar de esta obsesión con la limpieza, se enfrentó a las ideas de Pasteur que, como sabemos, explicó las causas de la infección y a las medidas antisépticas que Lister puso en marcha hacia 1865.

El uso de la palabra forcipresión y de un aparato para evitar las hemorragias va ligado al nombre de Péan aunque se sepa poco del uso de este tipo de instrumentos en otros lugares y en otros momentos. Lo único que parece seguro es el invento de Péan de la cremallera que mantiene cerradas las tenazas. Durante más de un siglo, nadie ha encontrado algo mejor y este estándar ha sido adoptado y adaptado en todo el mundo.

Hay varios tipos de pinzas de Péan: tres tamaños (incluso más) y  rectas o curvas. Todas entran en la categoría de pinzas de forcipresión.

[Locución]: «Yo ideé las pinzas que llevan mi nombre. Evitan aplastar los tejidos durante la manipulación quirúrgica. Su punta redondeada y plana permite que estos queden intactos y los lados de los anillos ofrecen un buen agarre para los dedos de la mano, lo que limita el riesgo de pellizcar a los pacientes. Por otra parte, está equipada con un sistema de bloqueo, el cual permite mantener la pinza cerrada cuando sea necesario. De igual modo, es una herramienta ideal para los procedimientos médicos, puesto que las pinzas de Péan permiten manipular las compresas sin cortarlas, y permiten colocarlas sobre una herida limpia, sin tocar directamente la piel del paciente».

Como sucede con otros instrumentos, los cirujanos personalizan las pinzas y surgen así otros tantos modelos. Normalmente modifican el mecanismo de articulación de sus ramas o la forma de los bocados de las pinzas.

Por ejemplo, la misma pinza de Péan en forma de T.

Emil Theodor Kocher (1841-1917) diseñó otras que llevan su nombre. Tienen los bocados largos y en su extremidad terminal presentan unos pequeños dientes o garfios.

Thomas Spencer Wells (1818-1897) ideó otras en las que la articulación de las ramas cerca de los bocados de las mismas.

Las llamadas pinzas de Kelly, ideadas por la enfermera Hellen Wood según algunos,

El estadounidense William Halsted (1852-1922) diseñó unas pinzas para vasos pequeños, no siendo útiles para grandes vasos o arterias.

Bueno, y hasta aquí el vídeo sobre las pinzas hemostáticas de Péan y de algunas de sus variantes.

Nos vemos en el próximo vídeo.

Bibliografía
–Audain, L. (1891). De l’Hémostase préventive dnas les opérations chirurgicales… méthode de M. Péan. Paris, Steinheil.
–Deny, G. Exchaquet d’aprè les leçons professées pendant l’année 1874. Clinique chirurgicale de la Forcipressure ou de l’application des pinces a l’Hémostasie chirurgicale. Paris, Librairie Germer Baillière, 1875.
–Hawk, A.J. (2016). ArtiFacts: The Case of Jules Pedoux. Clin Orthop Relat Res. 2016; 474(2), pp. 302-303.
–Jeffrey K Aronson; Ramachandran, M.The diagnosis of art: Dr Péan’s operation. J R Soc Med. 2008; 101(8): 423–424.
–Lugli, T. Artificial shoulder joint by Péan (1893): the facts of an exceptional intervention and the prosthetic method. Clinical Orthopaedics and Related Research, 01 Jun 1978, (133):215-218
–Markatos, K. et al. Jules Péan (1830 – 1898) – A pioneer surgeon: His achievements and his total shoulder arthroplasty. Surgical Innovation, 2019. Disponible en https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1553350619875303?casa_token=t-ykTu1v1lwAAAAA%3AGSwcc5Ok6azABI7f01WXl586fTuA1S1XYsOgjQS-NenT9kd5jbGetyVu5tATVdT2usfmVk-QMAA , Consultado el 23 de mayo de 2023.
Obituario de Jules Émiles Pean MD. Br Med J, 1898; vol. 1, p. 468.
–Péan, J-É. L’Ovariotomie… Observations pour servir a la solution de cette question présentées a l’Académie des Sciences le 7 janvier 1867. Paris, 1868.
–Péan, J-É. Réparation d’une large parte de substance de la región cervicale antérieure… Paris, Chez Germer-Baillière, 1868.
–Péan, J-É. Tumeurs des lombes. Paris, Chez Germer-Baillière, 1869.­­
–Péan, J-É.; Malassez, L. Ulcérations anales. Paris, Chez Adrien Delahaye, 1871.
–Péan, J.-É.; Urdy, L. Hystérotomie: de l’ablation partielle ou totale de l’utérus par la gastrotomie: etude sur les tumeurs qui peuvent nécessiter cette opération. Paris, Adrien Delahaye, 1873.
–Péan, J.-É. Clinique chirurgicale. De la Forcipressure, ou de l’Application des pinces à l’hémostasie chirurgicale, par G. Deny et Exchaquet,… d’après les leçons professées pendant l’année 1874, par M. le Dr Péan ,… 1875
–Péan, J.-É. Leçons de clinique chirurgicale professées à l’Hôpital Saint-Louis…, suivies des connections recueillies dans le service de l’auteur. 10 vols. Paris, Baillière, 1876-1900.
–Péan, J.-É. Diagnostic et traitement des tumeurs de l’abdomen et du basin. 4 vols. Paris, V. Adrien Delahaye, 1880-1899.
–Portraits de Médecins. Jules-Émiles Péan, 1830-1898. Chirurgien français. Disponible en: https://www.medarus.org/Medecins/MedecinsTextes/pean.html. Consultado el 22 de mayo de 2023.
–Un glorieux et surprenant précurseur de l’asepsie, Jules-Émile Péan. Trimestriel d’information de l’Association Amicale des Anciens Internes des Hopitaux et Hospices Civils de Paris. N°19 – décembre 1998. Disponible en http://www.leplaisirdesdieux.fr/LePlaisirDesDieux/AAIHP/InternatDeParis/IDP19JEPEAN.html Consultado el 22 de mayo de 2023.

Esfigmógrafo de Dudgeon

A continuación inserto el guión del penúltimo vídeo subido al canal de Youtube Medicina, historia y sociedad: Esfigmógrafo de Dudgeon.

En un vídeo anterior (sale el enlace aquí arriba) en el que hablamos de la medida de la presión arterial nos referimos al esfigmógrafo de Vierordt y el de Etienne Jules Marey, que era una versión muy mejorada del anterior y que al final quedó para medir las pulsaciones, o mejor dicho, observar el pulso por el método gráfico.

Hoy vamos a presentar otro esfigmógrafo que llegó a ser muy popular en su época: el esfigmógrafo de Dudgeon

INTRO

¿Quién fue Dudgeon? Robert Ellis Dudgeon nació el 17 de marzo de 1820 en Leith, distrito municipal de la ciudad de Edimburgo. Se formó como médico en Edimburgo (Escocia) donde obtuvo el grado en 1841. Estuvo después en Viena con los conocidos Carl von Rokitansky (1804-1878), Josef Skoda (1805-1881), Fedinand Hebra (1816-1880) y Jäger (1832-1917). También asistió en París a varias conferencias impartidas por celebridades médicas como Alfred Velpeau (1795-1867), Gabriel Andral (1797-1876) y Pierre Charles Louis (1787-1872) entre otros.

En Viena contactó con los seguidores de Samuel Hahnemann (1755-1843) quien unos cuarenta años antes había presentado la homeopatía. En ese momento, sin embargo, no se sintió atraído por estas teorías.

Marchó después a Berlín para estudiar las enfermedades de los ojos con Johann Christian Jüngken (1794-1875), del oído con Wilhelm Kramer (1801-1876) y química orgánica con Simon. Asistió en Dublín a conferencias de Dominic Corrigan (1802-1880), Robert James Graves (1796-1853), y William Stokes (1804-1878), entre otros.

En 1843 se encontraba en Liverpool donde fue persuadido por John James Drysdale para que estudiara homeopatía. Tradujo del alemán artículos para el naciente Bristish Journal of Homeopathy (1943) y regresó a Viena para realizar una segunda estancia que se centró en aprender homeopatía con Wilhelm Fleischmann (1798-1868) en el Hospital Gumpendorf.

Se instaló después en Londres donde ejerció desde 1846 a 1884. Desde allí fue editor del Bristih Journal of Homeopathy hasta que este desapareció.

En 1850 Dudgeon fundó el Hospital Hahnemann y la Escuela de Homeopatía en Bloomsbury Square. En 1969 cerró el Hospital Homeopático de Londres por problemas legislativos. Fue secretario, vicepresidente y finalmente presidente de la Sociedad Homeopática de Londres. Publicó varias obras de homeopatía.

Elegido presidente del Congreso Homeopático Internacional que debía celebrarse en Atlantic City en 1904, no pudo asistir por problemas de salud. Murió en Londres el 8 de septiembre de 1904. A pesar de una excelente formación con los mejores clínicos de la época se inclinó por la homeopatía.

Dudgeon ideó un instrumento de bolsillo, un esfigmógrafo, para el registro del pulso. Sobre el mismo publicó The Sphygmograph: its history and use as an aid to diagnosis in ordinary practice (1882).

El pulso ha sido considerado como el signo básico de vida en la mayoría de los tiempos y culturas, y tomar el pulso es una parte estándar de todas las grandes tradiciones médicas. A partir de la década de 1860 s crearon varios esfigmógrafos, esfigmomanómetros y los esfigmómetros que gozaron de menor popularidad.

Si Marey introdujo el suyo en 1863, en 1881 lo hizo Robert Ellis Dudgeon. Se trataba de una aparato más pequeño y portátil.

El aparato se ataba a la muñeca de forma que un manómetro sensible se situaba sobre la arteria radial para registrar las variaciones. Un mecanismo de reloj hacía correr un tipo especial de papel sobre el que una aguja que transmitía el movimiento del pulso lo registraba de forma gráfica.

Este instrumento se hizo popular rápidamente ya que era compacto, fácil de usar y era muy preciso. Se convirtió asimismo en el primer dispositivo fabricado en grandes cantidades. El ejército de los EE. UU. lo incorporó a su armamentarium y lo utilizó como herramienta estándar.

También se usó para diagnosticar la muerte en tres sentencias de muerte por ahorcamiento.

Veamos a continuación su funcionamiento:

Una placa resorte de acero A que está sujeta en uno de sus extremos (a). El otro extremo libre lleva adherida un botón B móvil redondeado o elíptico que se coloca sobre la arteria radial recibiendo los movimientos de ésta.

Este movimiento se transmite a la varilla corta D que se sujeta al resorte arriba en su extremo libre C. En ángulo recto con D, y conectado con él por el eje E, se eleva el vástago vertical F. En la parte superior de F hay un gancho en el que se encuentra el brazo K, que está conectado en el eje H con una barra doblada que tiene un contrapeso I.

Hay que tener en cuenta que las varillas F y K magnifican considerablemente los movimientos comunicados al resorte por las pulsaciones arteriales.

Para registrar pulsos más débiles este aparato está dotado de una excéntrica que controlamos desde la rueda R. De esta forma graduamos mejor y obtenemos gráficas más precisas.

Estas son las gráficas que obtenemos con este instrumento.

A continuación mostramos diferentes imágenes del Esfigmógrafo.

Y hasta aquí la descripción del Esfigmógrafo de Dudgeon. Nos vemos en el próximo vídeo.

Bibliografía

Dudgeon, R.E. (1882). The Sphygmograph: its history and use as an aid to diagnosis in ordinary practice. London, Baillière, Tindall & Cox

Lawrence, C. (1979). Physiological apparatus in the Wellcome Museum 2. The Dudgeon sphygmograph and its descendants. Med Hist, vol. 23, nº 1, pp. 96-101.

On the Use of the Sphygmograph in the Investigation of Disease (1868). Br Foreign Med Chir Rev, vol. 42, nº 83, pp. 1-17.

Moss, S.W. (2006). The sphygmograph in America: writing the pulse. Am J Cardiol, vol. 97, nº 4, pp. 580-587.

La conocida encuesta del Ateneo de 1901 disponible en red

La encuesta del Ateneo de Madrid (Costumbres españolas en 1901-1902), promovida por su Sección de Ciencias Morales y Políticas, es un documento histórico que recoge la opinión de los ciudadanos de la época sobre diversos temas de interés social y cultural, especialmente sobre tres hechos característicos de la vida: nacimiento, matrimonio y muerte. Realizada en 1901, esta encuesta ha sido considerada un tesoro por historiadores, sociólogos y antropólogos. Ahora, gracias a la digitalización de las papeletas en las que se encuentra transcrita la información recogida en los documentos originales enviados por los informadores, cualquiera podrá utilizarlas para la enseñanza, investigación o como mera curiosidad.

Según podemos leer en el sitio web: «A través de [las respuestas] ellas vemos una sociedad -rural y urbana- en un proceso de cambio de costumbres y de prácticas antiguas, a la vez que, en cierto modo, aún se mantenían otras muchas de forma clara o se podía documentar su reciente desaparición. También se refleja una diferente implantación de las nuevas prácticas en relación con la situación socioeconómica de las personas y de los grupos sociales, y se resaltan las distinciones culturales entre las localidades en función de su importancia administrativa y de su población; las diferencias entre aldeas y villas (y, sobre todo, ciudades) son palpables y transmiten una distinta asimilación del cambio cultural.

Por tanto, la importancia de la encuesta del Ateneo radica en su capacidad para reflejar los cambios sociales y culturales que tuvieron lugar en España a principios del siglo XX. Esta valiosa información puede ayudarnos a entender mejor la historia de España y su evolución a lo largo del tiempo. Además, invita a reflexionar sobre cómo nuestras opiniones y creencias pueden cambiar a lo largo del tiempo y cómo la sociedad cambia.

La encuesta se incorporó a los fondos del Museo Nacional de Antropología en 1922 a través de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria. Los materiales pueden encontrarse en este enlace: La Encuesta del Ateneo (1901-1902)

Una conferencia del Instituto Médico Valenciano de 1917

Todos conocemos las dificultades de encontrar iconografía del pasado. Incluso instituciones con larga trayectoria es posible que te enseñen un montón de fotografías sin fechar y sin identificar en una caja de zapatos. Ahora se nos llena la boca con la «conservación del patrimonio», pero las cosas siguen más o menos igual.

Por suerte la revisión sistemática de la prensa, especialmente de la prensa gráfica, nos descubre imágenes que proceden de alguna fotografía que seguramente haya desaparecido. Unas veces se debe a la dejadez y a la poca sensibilidad de sus responsables, y otras, a desastres, como la riada de Valencia de 1957 que se llevó consigo el archivo fotográfico de Las Provincias.

En la revistilla Oro de ley. Revista semanal ilustrada, número 45, de 4 de marzo de 1917, en su sección «Actualidades gráficas de la semana», descubro una imagen de una conferencia de Luis Bermejo y Vida en el Instituto Médico Valenciano. Efectivamente, revisando mis datos, Luis Bermejo y Vida (1880-1941), inició el 2 de febrero de 1917 una serie de tres conferencias sobre bioquímica en la sede del Instituto Médico Valenciano. Presidió el acto Rodríguez Fornos. Según leo «Hallábanse atestados de gente los dos salones que tienen acceso al estrado presidencial, y materialmente no había ya sitio disponible para nuestros oyentes». En la imagen, colgado de la pared, se observa el óleo que todavía hoy preside la sede del IMV en el Colegio de Médicos de Valencia. Se trata del retrato de su fundador, Luis Bertrán Besante.

Bermejo nació en Zaragoza el 2 de noviembre de 1880. Se doctoró como químico en la Universidad Central. Fue catedrático de química en la Universidad de Santiago. En 1908 vino a Valencia como catedrático de química general. En nuestra universidad llegó a ser vicerrector y también fue alcalde de la ciudad en 1911 y 1912. A partir de 1923 fue catedrático de química orgánica con nociones de bioquímica en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central. Llegó a ser vicerrector y rector entre 1927 y 1929. Presidió la Real Sociedad Española de Física y Química durante parte de la Segunda República. Finalizada la Guerra civil, fue nombrado miembro de la Comisión Depuradora del Profesorado Universitario y Decano de la Facultad de Ciencias. Murió en Zaragoza el 18 de septiembre de 1941.

Actualización de la sección «Fuentes iconográficas y materiales» de historiadelamedicina.org

Se ha actualizado la sección de «Fuentes iconográficas y materiales de Historia de la medicina» de historiadelamedicina.org. Entre las novedades destacan:

El Álbum fotográfico de la Promoción 1959-60 de la Facultad de Valencia así como el Álbum fotográfico del Hospital Provincial (General) de Valencia realizado en 1927.

Se han adquirido también algunas imágenes correspondientes a la gripe de 1918 en los Estados Unidos.

Destacan también las tarjetas y los sobres primer día dedicados a Claude Bernard, Charles Richet y Jacques Monod:

Se incorpora también una receta firmada por Ramón Vila Barberá, catedrático de Patología general de la Universidad de Valencia:

En lo que se refiere a instrumentos y objetos, destaca el Esfigmógrafo de Dudgeon de finales del siglo XIX:

Asimismo un equipo de exploración neurológica, dos termómetros y el aerosol de gas carbónico Carbatom.

Alarik Frithiof Holmgren (1831-1897) y el test de la lana

Después de subir un nuevo vídeo al canal de Youtube Medicina, historia y sociedad, insertamos la transcripción del anterior que se refería a Alarik Frithiof Holmgren (1831-1897) y el test de la lana.

Los escenarios principales del desarrollo de la fisiología científica fueron Francia y Alemania. Otros países trataron de imitarlos, como los del norte, Suecia, Noruega y Finlandia que surgieron de un tronco común formado por Alarik Frithiof Holmgren y Christian Lovén.

Este último fue médico y político. Cultivó la anatomía, la fisiología y la zoología. Fue profesor ayudante de anatomía y fisiología y en 1874 primer titular de la recién creada cátedra de fisiología del Instituto Karolinska.

El segundo, el que nos interesa, es conocido en el mundo por haber ideado la prueba de la lana.

 [INTRO]

Alarik Frithiof Holmgren nació el 22 de octubre de 1831 en Västra Ny, Östergötland, una de las veintiuna provincias de Suecia. Su padre Anders Holmgren era pastor.

Estudió en la escuela secundaria de Linköping, ciudad situada al sur de Suecia, hasta 1849. Un año después se trasladó a Upsala para iniciar la carrera de Medicina, que terminó en 1860. Durante sus estudios desempeñó diferentes trabajos: en 1853 colaboró en la lucha contra el cólera y fue también profesor de historia natural en un instituto de Norrköping, entre otros.

Fue contratado como profesor asistente de medicina teórica y práctica en la misma Universidad. En 1861 presentó su tesis de doctorado sobre las células blancas de la sangre. Pronto supo que quería dedicarse a la fisiología, pero su país, como otros muchos, se encontraba atrasado en la materia, lo que le obligó a marchar al extranjero.

En 1861 marchó a Viena para formarse con el fisiólogo von Brücke, que fue asistente de Johannes Müller y, según Erna Lesky, el fundador de la fisiología austríaca moderna. Trabajó de forma especial en temas de óptica fisiológica, (luminosidad óptica y proceso de acomodación y percepción cromática entre otros). Más tarde, éste lo envió a Leipzig donde se encontraba Carl Ludwig, quien había convertido su Instituto de Fisiología en la meca de la disciplina al que acudían de todas partes para aprender fisiología experimental. Con él estudió los gases sanguíneos.

En 1864 regresó a su país para convertirse en el primer profesor de fisiología del país. Montó un laboratorio en su casa, dispuso después de un espacio en el departamento de Anatomía y, más tarde, de una zona amplia dentro del Departamento de Patología.

Entre 1869 y 1870 viajó de nuevo al extranjero. Estuvo en Berlín con Reymond (1818-1896), del grupo de fisiólogos de orientación física quien, influido por su maestro Johannes Müller, trabajó en el campo de la electricidad animal, y en Heidelberg con von Helmholtz, conocido por sus trabajos sobre el funcionamiento y los procesos de percepción del ojo y del oído humanos. Se dedicó también a los aspectos físicos de los procesos fisiológicos. Holmgren asistió, además, a unas conferencias que Claude Bernard impartió en París.

En 1848-49 Du Bois-Reymond había observado una corriente de reposo entre los electrodos en la parte frontal y posterior del ojo, es decir, el potencial de reposo del globo ocular. Inspirado en estos hechos, Holmgren, en 1865 mostró las variaciones inducidas por la luz en ese potencial. Lo mismo hicieron de forma independiente los escoceses James Dewar y John G. McKendrick. Se descubría así la respuesta eléctrica de la retina a la luz y las bases del electrorretinograma de hoy. 

[PAUSA]

En diferentes lugares de Europa surgió la necesidad de estudiar el daltonismo para poder reconocer con seguridad si lo padecían trabajadores de los ferrocarriles, donde las señales de color juegan un papel fundamental. Se estimuló el desarrollo de varios estudios que no llegaron a buen puerto.

En la noche del 14 al 15 de noviembre de 1875 se produjo un accidente ferroviario en Lagerlunda, a pocos kilómetros de Linköping. Chocaron el expreso nocturno que iba de Estocolmo a Malmö y el expreso que iba en dirección contraria, de Malmö a Estocolmo. Hubo nueve muertos. Se habló de una mala interpretación de las señales entre un jefe de estación y uno de los conductores. Entonces se manejaban con diversos tipos de señales sonoras y luminosas. La transcripción del juicio por el accidente parece que no contiene nada relativo al color de las señales. Sin embargo, Holmgren afirmó que uno de los conductores podía ser daltónico, aunque como había fallecido en el accidente, no pudo investigarse. Parece que el siniestro se debió a un conjunto de causas que otros autores han demostrado posteriormente.

Por entonces Holmgren había desarrollado ya un método que se basaba en la comparación de lanas de diferentes colores. Se trataba de una prueba para comprobar la capacidad de percepción cromática.  

Se ponen 40 madejas de lanas juntas y se agrupan las 10 madejas cuyo tono se parezca más al color marcado con la letra “A”, que es verde. De las 30 restantes deben seleccionarse 5 que se asemejen con la madeja marcada con la letra “C” que es roja. Se repite la operación con las 25 madejas restantes entre las que deben separarse las 5 que se parezcan a la marcada con la letra “B”, de color violeta. Si el paciente opta por colores azules o violetas en la prueba del rojo, quiere decir que presenta un problema de ceguera al rojo. Si el paciente opta por colores grises o café oscuro en la prueba del color verde, indica que posee un problema de ceguera al verde. Si el sujeto opta por colores verdes o amarillos en la prueba del color violeta, presenta ceguera al violeta.

En un congreso médico que tuvo lugar en Gotemburgo después del juicio por el accidente, Holmgren presentó su test de la lana y sugirió que el daltonismo hubiera podido ser la causa del accidente; se acordó que era necesario investigar de forma sistemática las deficiencias de la percepción cromática del personal que trabajaba en los ferrocarriles.

Holmgren obtuvo permiso para evaluar a 266 empleados de la línea privada Uppsala-Gävle. Identificó 13 daltónicos (un 4,8%) entre los que había un jefe de estación, un ingeniero, dos conductores y dos empleados encargados de revisar las vías. A pesar de los resultados, los responsables no quedaron convencidos hasta que se preparó una simulación el 13 de octubre de 1876. Tres días después se emitió una orden por la que los médicos de los ferrocarriles se familiarizaran con las pruebas ideadas por Holmgren. Igualmente, las compañías de otros países fueron cambiando sus reglamentos en este sentido.

Sin embargo, parece que la prueba que hizo Holmgren estaba manipulada, ya que se utilizaron faroles con distintas intensidades de color cuando los conductores estaban acostumbrados a distinguirlos por su luminosidad. Esos faroles todavía se conservan y se ha podido reproducir el experimento.

Independientemente, la prueba de Holmgren supuso un adelanto respecto a los medios de que se disponía entonces. En 1877 publicó Sobre el daltonismo en relación con los ferrocarriles y el mar, que se tradujo a varios idiomas. El estudio del daltonismo le proporcionó fama a nivel mundial.

Holmgren investigó también un tema que era debatido en su país. Se trataba de la decapitación y de si ésta era dolorosa o no. Recogió datos de cuatro ejecuciones públicas, dos de ellas las últimas de este tipo que se llevaron a cabo en Suecia. Se refirió a lo horrible de los preparativos y concluyó que era imposible que el ejecutado sintiera algún tipo de dolor.

En 1869 Holmgren se casó con la escritora y feminista Ann Margret Tersmeden (1850-1940) [21]. En su casa se reunían personas muy liberales, incluso radicales. Frente la sociedad conservadora de la época allí se criticaba la monarquía y se defendía el parlamentarismo y el sufragio universal, los derechos de los trabajadores, la anticoncepción y el libre pensamiento religioso. Tuvieron ocho hijos.

El matrimonio Holmgren estuvo siempre del lado de los estudiantes con quienes mantuvieron excelentes relaciones. Defendió la libertad de ideas en la Universidad, institución de la que pensaba que tenía que educar a sus alumnos para que fueran capaces de pensar por sí solos.

En 1893 comenzó la construcción de un instituto que todavía perdura hoy. No llegó a tiempo a su inauguración, ya que falleció por esclerosis arterial el 14 de agosto de 1897 en Upsala. Tras su fallecimiento su mujer se mudó a Estocolmo donde siguió trabajando por la igualdad de género. Fue partidaria del amor y sexo fuera del matrimonio y participó en varias organizaciones feministas.

Bibliografía

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«Chauliac en Espagne», por Daniel Droixhe

The transfer of the Galenian anticancerous medication by chalybs from France to Italy (Middle Ages – Early Modern Times). Por Daniel Droixhe. Université Libre de Bruxelles / Université de Liège. Société français d’histoire de la médecine. Translated by David Adams. Production Nora Droixhe. August 2022.

Enlace del vídeo https://www.youtube.com/watch?v=utkq-PdUqJw

Droixhe, D. (2022). Guy de Chauliac et la tradition française et espagnole du traitement du cancer par les métaux à la Renaissance. Histoire des Sciences Médicales, 4 , 157-169. 

https://hdl.handle.net/2268/298950

El Atlas anatómico de Crisóstomo Martínez

Insertamos el guión del vídeo El Atlas antómico de Crisóstomo Martínez, después de subir uno nuevo al canal Medicina, historia y sociedad de Youtube.

En un vídeo anterior sobre la Historia de la Ilustración anatómica, dije que iba a ocuparme de Crisóstomo Martínez en otra ocasión. Pues bien, voy a hacerlo ahora. Como dice Juan Pimentel, se trata de uno de los tesoros sumergidos de la ciencia española.

[INTRO]

Voy a tratar de ser lo más sintético posible para ajustarme a los tiempos. Esto significa que quedarán cosas en el tintero, pero para quien quiera ampliar dejaré en el blog bibliografía para ello.

Parece que el primero que puso a Martínez en el lugar que le corresponde fue Joseph Rodrigues en su Biblioteca Valentina, anterior a 1700. Contribuyó con una biografía más extensa Marcos Antonio de Orellana en su Biografía pictórica Valentina. González de Velasco fue el primero en dedicar un artículo a la figura de Martínez en El Anfiteatro Anatómico Español en 1877. También podemos mencionar el discurso de José Vives Císcar y el artículo de Faustino Barberá publicado en la Revista Valenciana de Ciencias Médicas en 1902. Finalmente, R. Pérez Contel realizó un estudio en 1955. También ha habido estudios franceses y alemanes

José M. López Piñero publicó toda la obra de Martínez acompañada de un profundo estudio en 1964, que se ha reeditado dos veces. Luego ha habido aportaciones de aspectos concretos de la vida y obra de Martínez como las de Felipe Jerez y M. López Terrada, Juan Bordes o Velasco Morgado.

Crisóstomo Martínez Sorlí nació en Valencia en 1638. Se formó como grabador y pintor. Uno de sus maestros fue Jerónimo Espinosa, discípulo del conocido Ribalta.

Como grabador quedan unas pocas obras: lo que demandaba el público entonces: estampas religiosas, retratos, etc.

Los estudios de medicina en Valencia gozaban todavía de cierto renombre, especialmente en lo que a morfología se refiere, aunque se había vuelto a un inmovilismo doctrinal. Sin embargo, el número de disecciones aumentó. En 1624 se construyó un anfiteatro anatómico que se amplió en 1637. El movimiento novator surgía también en la ciudad. En 1696 el renovador Tomás Longas ocupaba la cátedra de anatomía y, desde 1661 a 1681, la de herbes estaba en manos de Bautista Gil de Castelldases, quien después ocupó la de Prima. Martínez comenzó a realizar un atlas anatómico que sirviera tanto para los médicos como para los artistas con el apoyo del claustro de profesores, especialmente de este último.

Martínez decía: “como vivimos en un siglo tan ilustrado, en el que parece que las Ciencias y las Bellas Artes han llegado a su perfección, es justo que los que han adquirido algunos talentos en su estado comuniquen al público el fruto de sus trabajos y desvelos”.

En 1685 el Ayuntamiento de Valencia, el claustro de la Facultad de Medicina y los diputados de la Generalitat solicitaron una ayuda económica a Carlos II para que Martínez completara ese atlas en París. Se le concedieron 800 libras pagaderas en anualidades de 200 según fuera entregando el trabajo. Hubo dificultades para cobrar porque tuvo problemas para completar el encargo.

El viaje a París tenía la finalidad de conocer y familiarizarse con las técnicas de grabado e impresión más adelantadas. También para consultar las últimas obras anatómicas. Dejó en Valencia a su esposa y cuatro hijos.

Llegó a la capital de Francia el 19 de julio de 1687. Residió en el Colegio Montaigu. Durante su estancia escribió tres cartas a Castelldases. En la primera le anunciaba y justificaba el retraso que iba a sufrir su trabajo. Necesitaba tiempo para ponerse al día, para aprender las nuevas técnicas y aplicarlas. También se vio obligado a reducir su atlas a un tratado de osteología.

Contactó con el anatomista Guichard-Joseph du Verney  (1648-1730 y con el ambiente científico de la Académie des Sciences, el más avanzado en el París de la época y enfrentado al más tradicional de los catedráticos de Medicina de la Sorbona. Se relacionó con Jean Audran y Etienne Defrochers, grabadores reales de Luis XIV.  Allí pudo ver las estampas grabadas por Bidloo (1649-1713) y se convenció de lo mucho que le quedaba por aprender e investigar: “estudiar y especular de nuevo, por lo que en estos tiempos últimos se ha suptiliçado esta materia, no solamente en Francia y en especial París, pero en Suecia, en Holanda, en Inglaterra y otras partes…”·

En la segunda carta informaba de sus dos años en París y de su dedicación a la investigación anatómica. También da noticia de los problemas que le causaba la gota que sufría. Mencionaba las dos láminas grandes que había grabado durante este tiempo.

En París también se familiarizó con el uso de microscopio y poder penetrar en la estructura de las formas.

Aquí vemos una reproducción del microscopio que utilizó realizada por Vicente Zorrilla

En la tercera y última carta escrita con posterioridad a septiembre de 1689 siguió informando de su labor y de una de las grandes láminas.

Allí publicó las láminas XVIII y XVII (si no contamos la lámina repetida). La XVIII, de 1689, se dedica a las proporciones del cuerpo humano. A la derecha de los tres cuerpos masculinos (con perspectiva dorsal, frontal y lateral) figura el esqueleto de un niño. Se aprecia cómo las proporciones se mantienen a distintas edades. Se reeditó dos veces, en Frankfurt-Leipzig en 1692, y en 1740 en París junto con la lámina XVII y un Élogue de autor desconocido. Más tarde la Real Academia de París compró las planchas y publicó en 1780 la reimpresión de las dos grandes láminas y los folletos que las acompañaban.

La lámina XVII reúne las visiones macro y microscópica, los objetos tratados de forma aislada en el resto de las láminas. Se trata de una imagen sintética, de una visión de conjunto que ayuda a ubicar cada parte y no perder la perspectiva. En el plano superior figuran 14 (o 12 según algunos) esqueletos en diferentes posiciones. Cada uno de ellos presenta un elemento de las representaciones de las vanidades. En el inferior se muestran los huesos de las extremidades y algunos sueltos del cráneo y tórax abiertos en su interior, ofreciendo al espectador los tejidos óseos, las membranas y observaciones microscópicas. En su explicación de grabado subyace un trasfondo religioso que, sin embargo, aparece sólo en los símbolos. Habla de la vida y de la muerte, del destino del hombre, de la miseria humana y del pecado. Sin embargo, parece que llega a considerar la Naturaleza como la que rige la mecánica del mundo y, de alguna manera, reemplaza a Dios. En esta lámina se mezcla la mentalidad barroca que se escinde entre la idea moderna y racional de la ciencia y un mundo donde lo patético es un elemento cotidiano. Ciencia, filosofía, arte y religión.

Sólo con estas dos láminas consiguió prestigio en la historia del grabado, la anatomía y el arte europeo del siglo XVII.

Martínez aún realizó cuatro láminas nuevas, las dedicadas a los huesos del cráneo, el fémur y la tibia. Con todas estas láminas podemos decir que su mejor trabajo fue la investigación de la estructura fina de los huesos especialmente con el microscopio. De esta forma se puede afirmar que pertenece a la primera generación de microscopistas europeos junto a sus coetáneos Marcello Malpighi, Van Leeuwenhoek y Robert Hooke. Asimismo imprimió a su trabajo las características del dinamismo e infinitismo propias del siglo XVII.

Aparte de las láminas XVII y XVIII, los restantes aguafuertes con retoque de buril se conservan en el Archivo municipal de Valencia junto con siete manuscritos que contienen la explicación de seis de ellos y el texto titulado Generalidades acerca de los huesos

La guerra entre Francia y la Liga Augsburgo, de la que España formaba parte, le supuso dificultades como la de ser acusado de espía y tener que abandonar París en 1690 y trasladarse a la región de Flandes. Moría allí pocos años después en 1694.

Crisóstomo fue consciente del cambio de las cosas durante el periodo ilustrado y de que la ciencia estaba cobrando prestigio. Su Atlas puede considerarse como un estudio artístico y también científico. Dejó una obra muy superior a las que se publicaron con imágenes anatómicas en España en el siglo XVI y también de la mayoría del siglo XVIII.

Nos vemos en el próximo vídeo.

Bibliografía

Barberá Martínez, F. (1902). Valencianos ilustres. Crisóstomo Martínez. Revista Valenciana de Ciencias Médicas, 4, pp. 291-336.

Bordes, J. (Ed.) (2006). El cuerpo humano. Crisóstomo Martínez. Valencia, Diputación.

López Piñero J.M. (2001). El atlas anatómico de Crisóstomo Martínez, 3ª ed. Valencia, Ayuntamiento de Valencia.

López Terrada, M.J.; Jerez Moliner, F. (1994). El Atlas anatómico de Crisóstomo Martínez como ejemplo de Vanitas. Boletín del Museo e Instituto Camon Aznar, nº 56, pp. 5-34.

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Rodriguez, J. (1747). Biblioteca Valentina / compuesta por … Josef Rodriguez … del Orden de la SS. Trinidad … ; por su muerte interrumpida su impresion, aora continuada y aumentada con el prologo y originales del mismo autor … ; juntase la continuacion de la misma obra hecha por … Ignacio Savallas … En la misma [Valencia], por Joseph Thomas Lucas … se hallará en la sacristia del Real Convento del Remedio

Velasco Morgado, R. (2012). Nuevas aportaciones documentales sobre el grabador Crisóstomo Martínez y su Atlas de Anatomía. Asclepio, vol. 64, nº 1, pp. 189-212.

Vives Císcar, J. (1890). Bosquejo biográfico del pintor y grabador valenciano Crisóstomo Martínez y Sorlí. Discurso leído en la sesión pública que celebró la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia con motivo de la apertura del curso oficial de estudios de 1890 a 1891 […], [Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos], p. 35.