Captura de pantalla de la cabecera de los Crash Courses
La red es un lugar donde el estudiante y cualquier interesado en aprender puede encontrar gran cantidad de recursos. Sin embargo, entre la cantidad de información disponible en la red, a veces es difícil encontrar los sitios adecuados.
Un ejemplo de recurso útil lo constituye la serie de Crash Courses, una serie de vídeos educativos educativos de alta calidad que pueden ser utilizados por profesores, estudiantes y personas interesadas. No están diseñados especialmente para centros educativos –que los utilizan de hecho– sino para «todo el mundo». Entre un 60 y un 70 por ciento de los dos cientos milones de visualizaciones que han registrado, provienen de individuos que no siguen ningún curso.
Los temas que abarcan los vídeos son variados: química, historia universal, biología, ecología, historia de EE. UU., psicología, literatura, anatomía y fisiología, astronomía, propiedad intelectual, economía, filosofía y física, juegos, mitología universal, sociología, informática, estudios cinematográficos, estadística, teatro, etc.
Según señalan sus responsables, hacen lo posible para mantener la gratuidad y los bajos costes de producción, pero para ello necesitan colaboradores (investigadores, animadores, guionistas, músicos, editores, etc.) y patrocinadores. Cualquiera puede apoyar esta iniciativa y la forma de hacerlo se indica en su página web.
En esta ocasión quremos llamar la atención sobre una nueva serie de vídeos que se lanzó en marzo de este mismo año y cuyo tema es la historia de la ciencia. Hasta hoy hay disponibles catorce episodios sobre el tema de una duración en torno a los 12 minutos. En los mismos se analiza el contexto social y la historia de un aspecto concreto como la ingeniería en el Imperio romano, la ciencia en el Islam medieval, los presocráticos, Platón y Aristóteles, la medicina en la Antigüedad y en la Edad Media, la alquimia, la nueva astronomía, etc.
Los vídeos están presentados de una forma muy dinámica por Han Green y en el primero de la serie se explica qué es la historia de la ciencia, qué preguntas se hace y cómo las contesta, a la vez que introduce la colección. Una buena noticia es que pueden verse con subtítulos en castellano ya que las explicaciones en inglés fluyen con rapidez (quizás en exceso) ante la cámara y hace difícil su seguimiento para quien no esté muy familiarizado con el idioma.
Aunque se nota el tinte «anglosajón» de los contenidos, se trata de un recurso nada despreciable que puede satisfacer las necesidades de muchos e incluso alguno de los vídeos puede recomendarse a los estudiantes de nuestras materias. Estaremos pendientes de nuevas incorporaciones.