Historia de la medicina. Noticias de interés en español (septiembre, 2020 #1)

Cajal y su escuela neurológica: cuando la Ciencia es Patrimonio de la Humanidad y no lo vemos. Por Fernando de Castro Soubriet
Fuente: Contrainformación.es

El Museo de la Medicina de Zafra muestra en 20 dibujos de Mingote la Historia de la Medicina.
Fuente: Infoprovincia

Las pandemias solo logran desnudar las desigualdades sociales.
Fuente: El Imparcial

Eloísa Díaz: la historia de la primera mujer médicaen Chile y Latinoamérica, quien impulsó la vacunación y los desayunos en el colegio. Por Natalia Espinoza C
Fuente: Elmostrador

La burocracia frena el museo de Ramón y Cajal en Madrid. Por Juliana Leao-Coelho
Fuente: Diario del Alto Aragón

Un museo para «venerar» al Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. Por Juliana Leao-Coelho
Fuente: La Vanguardia

Joseph Lister, conoce la historia del «padre de la cirugía moderna». Por Oriana Linares.
Fuente: TekCrispy

Sarampión y tuberculosis: se tardó en admitir la ‘vía aérea’ de transmisión.
Fuente: La Opinión A Coruña

Se detecta resistencia al principal fármaco contra la malaria en África
Fuente: El Espectador

Henrietta Lacks y la verdadera historia detrás de las cálulas inmortales de la película Proyecto Power. Por Marco Perisse.
Fuente: GQ

Concabella, cuna de la cirugía cardíaca. Por X. Santesmasses.
Fuente: Segre Premium

Los fundamentos de la Historia de la Medicina. Por José M. Urkia Etxabe
Fuente: El Diario Vasco

Perú sale en defensa de la quina.
Fuente: Diario de Yucatán

Curar y sanar. Por Luis M uñoz Fernández
Fuente: El Heraldo (México)

Fanny Medicina, la primera mujer en ejercer la Medicina en Andalucía. Por Víctor Heredia.
Fuente: Diario Sur.

El doctor Moliner

Con motivo de haber subido nuevo vídeo al canal de Youtube «Medicina, historia y sociedad», insertamos en este blog la transcripción del anterior vídeo, dedicado en esa ocasión al doctor Moliner o Francisco Moliner y Nicolás (1855-1915).

[Intro]
«Estoy frente al Hospital que hoy se llama Dr. Moliner. Fue inaugurado el 15 de julio de 1899 en las dependencias de la antigua Cartuja, en la sierra Calderona, como Sanatorio de Porta-coeli. Estaba destinado a los enfermos pobres.

Tras la guerra civil, las habitaciones de los enfermos de un hospital todavía en construcción, se convirtieron en celdas y su patio en zona de reclusión. Llegaron a concentrarse más de diez mil presos políticos.

El actual hospital se reconstruyó a finales de 1942 como Sanatorio Nacional Antituberculoso dado que la TBC volvió a convertirse en un problema. En 1943 fue adquirido por la Diputación provincial. En 1987 fue adscrito al INSALUD y se destinó a enfermos crónicos de media y larga estancia y terminales.

Tras este “Sanatorio” se encuentra la voluntad de un médico valenciano que luchó siempre por los derechos de los enfermos pobres y la “reconstrucción” de una verdadera sanidad pública y de la enseñanza de la medicina. A pesar de los pocos logros que consiguió, luchó incansablemente hasta el día de su muerte manteniendo sus principios. Nos referimos al conocido como Doctor Moliner, o Francisco Moliner y Nicolás.

[Rótulo]
Ya existían los sanatorios antituberculosos para las clases acomodadas, como el de Busot, y para niños, como el de Chipiona, pero no para las clases trabajadoras y pobres. Moliner también quería acoger a los soldados enfermos repatriados a la península desde Ultramar.

Moliner propuso la creación de sanatorios para ellos donde la disciplina, una buena alimentación, aire limpio, sol y reposo, les devolvería la salud. De lo contrario supondrían un peligro para toda la sociedad.

Creía que los gastos debían correr a cargo del estado, las instituciones provinciales y locales. Sabía que era difícil pues denunció que el estado dedicaba la irrisoria cantidad de 480.000 pesetas a la Sanidad, de las cuales 350.000 se dedicaban a sueldo del personal.

Moliner comenzó la campaña de 1 céntimo diario que convenció a a 14.000 obreros valencianos. A ellos se sumaban algunas donaciones y las colectas organizadas por los estudiantes.

Las obras del sanatorio comenzaron en 1898.

Obtuvo el favor (sólo eso) de la protección de la reina regente y de su hijo. Se nombró una junta de patronos. José Juan Dómine presentó el proyecto en la Conferencia Internacional Antituberculosa que se celebró en Berlín en 1899.

Moliner era el director, José Chabás (que después creó una revista especializada en tuberculosis) era el jefe clínico. Había además un practicante, un farmacéutico, dos enfermeros, dos ordenanzas, dos limpiadoras, dos cocineras, un repostero, un pinche, un mozo de limpieza, dos sirvientes de cocina, una jefa de comedor y dos camareros.

A finales de 1899 el gobierno declaraba de utilidad pública el Sanatorio y aceptaba una propuesta de ley para convertirlo en nacional.

En mayo de 1901 se habían atendido a 320 enfermos. Algunos médicos criticaron el derroche de dinero ofreciendo seis comidas abundantes a los pacientes.

Al no recibir subvenciones oficiales de forma regular el sanatorio tuvo que cerrar en 1902 con unos treinta enfermos.

En 1905 logró que el rey visitara el centro. Le hizo promesas como una subvención de 25 millones de pesetas, que, por unas razones u otras, tampoco se cumplieron.

Esbozo biográfico
Francisco Moliner nació en Valencia en 1855 y no en 1851 como se suele decir en algunos textos, en el seno de una familia acomodada. Estudió el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Valencia.

Se matriculó después en la Facultad de Medicina. En 1874 consiguió una plaza de alumno interno y en 1876 obtuvo la licenciatura con la calificación de sobresaliente y premio extraordinario. Cursó el doctorado en Madrid, grado que ganó en 1878 con la tesis “De la bomba del estómago y sus aplicaciones generales”. En la misma describe las propiedades exploratorias y terapéuticas del aparato ideado por Kussmaul y Weiss.

Ese mismo año ganó por oposición la plaza de Ayudante del Disector del Museo Anatómico de Valencia. En 1880 ganó la de profesor clínico, puesto que ocupó hasta 1883 cuando ganó las oposiciones a la cátedra de Patología de la Universidad de Zaragoza. En junio obtuvo la cátedra de Obstetricia de Granada y el 16 de julio la permutó por la de Fisiología de Valencia.

En Valencia vivió activamente la epidemia de cólera de 1885. Se declaró seguidor de la nueva bacteriología, pero se enfrentó a Ferrán y a Amalio Gimeno y seguidores por “problemas en la experimentación” y “falta de fiabilidad de las estadísticas”. Se enfrentó así a una serie de personas que luego se encontraría en el camino. Quizás los directores generales de sanidad Cortejarena y Pulido fueron poco receptivos en atender sus peticiones por ese motivo. Es difícil afirmarlo, pero conociendo el carácter patrio no sería extraño. Contrapuso a la vacunación, un método para el tratamiento del cólera, denominado «lavado de la sangre», que pretendía la disolución de las toxinas microbianas y su posterior eliminación por la orina, mediante la inyección endovenosa de grandes cantidades de suero salino.

En 1887, tras el fallecimiento de José Crous, pasó a ocupar la cátedra de Patología especial de Valencia hasta 1908. En 1889 publicó Lecciones clínicas dadas en la Facultad de Medicina durante el curso 1888 a 1889.

Poco a poco los intereses de Moliner se desplazaron hacia temas médico-sociales. En 1890 pronunció el discurso inaugural del Instituto Médico Valenciano: Necesidad de crear cátedras de Medicina popular. Ese mismo año fue comisionado por el Ayuntamiento y la Academia para que fuera a Alemania a estudiar el procedimiento de Koch contra la tuberculosis.

En 1893 publicó Tratado clínico de la pulmonía infecciosa. Ese mismo año fue nombrado rector de la Universidad.

En 1894 hizo hincapié en la importancia de «las granjas-sanatorios en el tratamiento de los tísicos pobres» y publicó dos años después su discurso “Aspecto social de la tuberculosis”, en el que defendió, principalmente, con datos epidemiológicos, que «la tuberculosis es una verdadera enfermedad social, por su extensión, por su naturaleza, por las condiciones biológicas de su germen, por su modo de propagación, por su distribución geográfica y social, por los problemas que provoca y por la terapéutica que reclama».

En 1895 fue nombrado presidente del Ateneo Científico y Literario de Valencia. Inauguró el curso con la conferencia Aspecto social de la tuberculosis.

En otoño de 1897 se produjeron abundantes lluvias en Valencia y ocasionaron el desbordamiento del río Turia. Las entidades culturales organizaron actos para recaudar dinero para ayudar a los damnificados. El Ateneo organizó una corrida de toros benéfica cuya presidencia fue aceptada por la reina regente. Mientras tanto fue nombrado rector. Se celebró la corrida y asistió a la misma como tal. Esto se consideró como una vergüenza nacional por la prensa de Madrid. El Gobierno consideró la corrida poco adecuada para un rector y lo destituyó.

En 1899 creó la Liga Nacional contra la tuberculosis y de socorro a los tísicos pobres en el seno del Instituto Médico Valenciano. Sus objetivos eran atender a los enfermos sin recursos y fomentar la creación de sanatorios para ellos. Pretendía extenderse por todas las provincias. Sin embargo fue languideciendo poco a poco.

Aquí situaríamos ahora todo lo dicho al principio del vídeo sobre el Sanatorio.

Tras el fracaso en parte del Sanatorio de Portaceli inició otra campaña para la creación de este tipo de sanatoriospopulares en todo el estado. A pesar de los miles de apoyos esta iniciativa tampoco se atendió.

Se presentó a elecciones por la “Candidatura médica independiente” con el fin de lograr, entre otras cosas, una ley para la protección de los tuberculosos pobres. Su insistencia y modos resultaron ser incómodos y se hizo lo posible para expedientarlo e incapacitarlo.

El 8 de abril de 1905 presentó su dimisión de la cátedra de Valencia por falta de medios para enseñarla. Su renuncia no fue aceptada.

En 1908 publicó Por la enseñanza y la salud. Mostraba su indignación porque las cortes habían denegado cinco millones para la mejora de la enseñanza y concedido doscientos para la marina de guerra. Incitaba a los estudiantes valencianos a que reclamasen un empréstito de cien millones para la enseñanza y la salud pública.

Encabezó las revueltas de los propios estudiantes y el gobernador le mandó encarcelar junto a ellos. Estuvo un mes encerrado, lo que le supuso la separación de la cátedra.

En 1909 pidió la creación de un ministerio de sanidad independiente, lo que fue desestimado.

En 1911 escribió el folleto Pidiendo una revisión en defensa de la verdad y de la justicia. En el mismo reivindicaba la cátedra y criticaba a quienes lo atacaron en los sucesos de 1908.

En 1914 se presentó de nuevo a diputado por el Partido Conservador. Siguió luchando por la defensa de los enfermos pobres, por la dignificación de la enseñanza y la sanidad pública.

Uno de sus últimos objetivos fue la aprobación de un proyecto de ley sobre epidemias.

Moliner falleció el 21 de enero de 1915 de una hemorragia cerebral.

En Madrid fue trasladado desde la casa mortuoria hasta la Estación de Mediodía. A los lados del coche mortuorio iban los porteros del Congreso con hachas encendidas. La presidencia estaba compuesta por los presidentes del Consejo de Ministros y del Congreso de Diputados. El ministro de Gobernación, el hijo de Moliner, el alcalde de Valencia, los doctores Pulido, Cortezo y Albiñana.

Su entierro en Valencia fue un auténtico acontecimiento social, fiel reflejo de la popularidad y del gran aprecio que el pueblo valenciano sentía por Moliner. Presidió el capitán general, el arzobispo, el gobernador civil, el alcalde y demás autoridades. En una segunda presidencia estuvieron el decano de la Facultad de Medicina, el presidente de la Academia, del Instituto Médico y representantes de la Casa del Pueblo y de los escolares.  En el cementerio leyeron discursos el hijo de Moliner y su fiel seguidor el doctor Albiñana.

Monumento y calle homenaje a Moliner en Valencia
Inmediatamente se formó una junta pro-monumento a Moliner. Fueron llegando las donaciones. En 1916 se hizo un concurso que ganó el escultor José Capuz. Sin embargo, tardó en realizarla al surgir numerosos problemas. Debió terminarse en 1920 o 1921. Se montó sin inauguración.

En el centro aparece la figura de Moliner revestido con toga universitaria sobre un pedestal en el que figura la inscripción “PAZ Y ARMONÍA SOCIAL POR EL AMOR Y LA CIENCIA”. Abajo, “AL DR. MOLINER”. A ambos lados le flanquean dos matronas que simbolizan el amor y la ciencia. Ambas recostadas sobre enormes volutas. En la trasera existe un relieve que deja constancia de la fecha. En torno al monumento se dispuso después una alberca con juego de surtidores e iluminación nocturna (1972).

Valencia le dedicó también una calle en 1924, la actual calle Sueca. Después se cambió por otra que va desde Micer Mascó (antes Luis Simarro) al actual Blasco Ibáñez a la altura del Hospital Clínico y la Facultad de Medicina. Data de 1936 y fue solicitada por el concejal médico García Brustenga.

Bibliografía

–Ayuntamiento de Valencia. Sesión de Ayer. Las Provincias, 29 de mayo de 1924, p. 3.

–De las Heras Esteban, H. (2001). El monumento al Dr. Moliner en la Alameda de Valencia, obra del escultor José Capuz Mamano. Archivo de Arte Valenciano, nº 81, pp. 109-115.

–El doctor Moliner. Heraldo de Madrid, 21 de enero de 1915, p. 1

–El doctor Moliner. La Hormiga de Oro, 30 de enero de 1915, pp. 8-10.

–Fresquet Febrer, J.L. (2012). Dr. Moliner: la corrida de toros que le costó el rectorado. En Medicina, historia y sociedad. Disponible en: https://historiadelamedicina.wordpress.com/2012/11/08/dr-moliner-la-corrida-de-toros-que-le-costo-el-rectorado/, consultado el 12 de mayo de 2020.

–La Unión Ilustrada, 31 enero de 1915, pp. 20

–Lo que dice Capuz. El monumento al Dr. Moliner. Las Provincias, 16 de agosto de 1919, p. 2.

–La Ilustración Artística, 1 de febrero de 1915, p. 107.

–Manaut Noigués, J. Un monumento “paz y armonía social por el Amor y la Ciencia”. La Esfera: ilustración mundial, 8 de octubre de 1921, p. 23.

–Micó Navarro, J. (1991). Francisco Moliner y Nicolás (1851-1915), fundador de la moderna patología respiratoria en Valencia y del sanatorio antituberculoso de Porta-coeli. Médicos, nº 36, pp. 7-9.

–Molero Mesa, J. (1990). Francisco Moliner y Nicolás (1851-1915) y el inicio de la lucha antituberculosa en España. Asclepio, vol. 42, pp. 253-279.

Mundo Gráfico, 27 enero de 1915, p. 15.

–Perales Birlanga, G. (2009). Católicos y liberales. El movimiento estudiantil en la Universidad de Valencia (1875-1939). Valencia, Publicacions de la Universitat de València.

–Perales Birlanga, G. (2012). Francisco Moliner y Nicolás, de la cátedra al escaño. Matrícula y lecciones: XI Congreso Internacional de Historia de las Universidades Hispánicas, Valencia, Universitat de València, vol. 2, pp. 157-175.

–Peydró Olaya, A. (). Recuerdo histórico académico del Excmo. Sr. Prof. D. Francisco Moliner Nicolás, fundador del Sanatorio Antituberculoso de Portacoeli, con motivo del centenario de su fallecimiento. Anales de la Real Academia de Medicina de la Comunitat Valenciana, 15, disponible en: https://www.uv.es/ramcv/2015/6_16_128_Amando_Peydro.pdf, consultado el 12 de mayo de 2020.

–Toro, M. de (2019). El campo de concentración de Portaceli (1939-1942). En elestado.net Comunicación contra la desinformación. Disponible en https://elestado.net/campo-concentracion-portaceli/ Consultado el 15 de mayo de 2020.

–VV.AA. El Camp de Concentració de Portaceli (1939-1942). Tavernes Blanques, València, L’Eixam Edicions.