El libro electrónico está en auge. En nuestra sociedad consumista se habla de que va a ser uno de los regalos de las ya cercanas navidades. El camino iniciado parece que no tiene vuelta atrás. Lo que ha sucedido en otros campos ha llegado también a los libros. Muchos hablan de ventajas y muchos de desventajas. También abundan los que destacan los sentimientos que despierta tener un objeto-libro en las manos, pasar las páginas, el olor a papel y a tinta… en el fondo son sentimientos. A muchas empresas les ha pillado de sorpresa y se resisten. Otras, en cambio, ya han iniciado las medidas para entrar en este nuevo mercado. Los derechos de autor y los derechos adquiridos por las editoriales suponen un verdadero quebradero de cabeza. Una vez más las cosas en la realidad van por delante de las leyes. Yo veo en el libro electrónico una ventaja inmediata: el ahorro de espacio físico. En nuestras casas, generalmente escasas en metros cuadrados, ya no cabe un solo ejemplar más. No quiero hablar de los traslados.
En algunos países nos llevan cierta ventaja, ¿quién no ha oído hablar del Kindle de Amazon? Quien adquiera uno de estos lectores de libros electrónicos tiene disponibles centenares de títulos libres de derechos en la red. Para los profesionales, en cambio, poco hay en sus respectivos campos.
En TechFlash he encontrado esta anotación (Graphic: A Big Boom in the Universe of Electronic Books) y un interesante gráfico. Según se dice en el post «Las ventas de libros electrónicos crecido a un ritmo rápido, de una cifra estimada de $ 20 millones en 2003 a US $ 113 millones en 2008, según la Asociación de Editores Americanos. Pero la venta de e los e- libros es todavía relativamente pequeña en comparación con el resto de la industria del libro – que constituyen menos del 1 por ciento de los 24,3 mil millones dólares en ventas de libros durante el año pasado». Dejo aquí los enlaces para los que estén interesados y deseen ponerse al día.
Anotación: Graphic: A Big Boom in the Universe of Electronic Books
Gráfico: E-Book Universe