Mejorar la atención primaria en los Estados Unidos

En el artículo ‘Delivering Better Primary Care‘ publicado en el New York Times (13 de mayo de 2010), Pauline W. Chen dice que la atención primaria en los Estados Unidos camina a toda velocidad hacia un punto crítico. Entre los motivos señala la creciente burocracia, falta de coordinación en unos reembolsos inadecuados, y la disminución del número de profesionales.

La situación —dice— se agravará con cuarenta millones más de usuarios tras la reforma de Obama. Plantea a quién debe escucharse, si a los ‘expertos’, asesores presidenciales, políticos o grandes investigadores, o a los profesionales que proporcionan asistencia primaria. La autora hace referencia a dos artículos publicados por el Dr. Richard J. Baron, un internista general que dirige un equipo de cinco médicos de atención primaria en Filadelfia.

El primero se publicó en el New England Journal of Medicine. ‘What’s Keeping Us So Busy in Primary Care? A Snapshot from One Practice’ Se trata de una ‘Nota ocasional’ en la que, a grandes rasgos, analiza qué tareas hacen este tipo de profesionales fuera de lo que es el acto clínico: llamadas telefónicas, correo electrónico, prescripciones, solicitar y leer informes de laboratorio y de diagnóstico por la imagen, consultar informes de especialistas, etc. La base de la buena práctica reside, según señala, en la relación médico-enfermo y en la fluida comunicación entre ambos. En los últimos años a los profesionales se les están asignando nuevos roles y tareas, muchas relacionadas con las nuevas tecnologías.

El segundo artículo, que no he podido leer por no ser suscriptor ni tampoco las instituciones a las que pertenezco, está escrito en colaboracióin con Emily Desnouee (Health Affairs, 2010; 29(5): 953-955). Su título es ‘The Struggle To Support Patients’ Efforts To Change Their Unhealthy Behavior’. Cuentan su experiencia en la adopción de nuevos modelos asistenciales basados más en el paciente y en la prevención. Se trata de casos de diabetes, hipertensión y colesterol elevado. Los enfermos trabajan con auxiliares capacitados y crean un conjunto de objetivos a lograr en su autocuidado y que reflejan después en la historia clínica informatizada. Más tarde comparten su experiencia con los médicos en un sitio web interactivo así como con otros medios. La gestión de la propia salud es un proceso complejo y genera también problemas sobre el modelo de negocio que hay tras los cuidados. Por otro lado es necesario incentivar a los médicos y ayudarles a superar barreras tecnológicas. En definitiva, cada vez se hace más necesario un cambio de paradigma en la atención primaria.

El artículo del NYT incluye una pequeña entrevista al Dr. Baron que tiene interés y que omitimos aquí por razones lógicas. Se puede consultar su contenido en red. A pesar de la gran diferencia de planteamiento de la asistencia sanitaria en los Estados Unidos y en una buena parte de los paises europeos, algunos problemas son parecidos.