Sigue el 606

Cerramos las noticias sobre el 606 que aparecieron en la revista Nuevo Mundo. Éste es el artículo que apareció en enero de 1911 que habla ya de los buenos resultados obtenidos con su administración.

La Fórmula 606
Felicísimos resultados de su aplicación en España

La aplicación de la famosa fórmula del Dr. Ehrlich para la curación de la avariosis no había sido en España un completo fracaso; pero es lo cierto que tampoco se obtuvieron de la aplicación de las inyecciones esos maravillosos y rapidísimos resultados que en el extranjero se habían conseguido y de que nos dieron asombrosa cuenta, no sólamente las revistas profesionales con la autoridad que les presta la condición técnica de sus redactores y colaboradores, sino también la prensa toda de información.

Los que juzgando por el escaso fruto que de estas primeras experiencias habían logrado apresuráronse a fallar en contra, asegurando que el Dr. Ehrlich había exagerado la bondad de su invento, no tendrán más remedio que reconocer que eran ellos los que padecían lamementable error al ver los maravillosos resultados que actualmente se obtienen de la aplicación de la fórmula.

El Ayuntamiento de Madrid, mostrando un plausible interés en este asunto de tan decisiva trascendencia para la salud pública, tuvo el buen acuerdo de comisionar al Dr. D. Antonio Navarro Fernández, notable especialista cuyo crédito científico corre parejas con la solidez de sus conocimientos, para que como delegado especial hiciese un detenido estudio de la fórmula y de su aplicación en aquellos países en que más positivos y admirables resultados habíanse obtenido de ella.

A su regreso de Francia y Alemania, donde el Dr. Navarro permaneció algún tiempo estudiando concienzudamente tan importante materia en los hospitales en que con más eficaces resultados se aplica el descubrimiento de Ehrlich, el ilustre doctor estableció en su clínica de la calle de Fernando VI un servicio de aplicación de la fórmula, con resultados tan absolutamente satisfactorios que hasta en enfermos que habían resistido los más radicales tratamientos sin que por su virtud se consiguiera vencer el mal, se ha logrado en plazo brevísimo, no ya una mejoría indudable, sino la franca convalecencia que promete una cura tan rápida como completa.

Es indudable que el secreto del prodigioso descubrimiento del sabio alemán estaba para nosotros en la manera de su aplicación, y que conocida ésta minuciosamente y en todos sus detalles mediante el detenido estudio efectuado por el eminente especialista español, el éxito de la fórmula es tan seguro como prodigioso, pues se da el caso verdaderamente estupendo de obtener la cura radical con una o dos inyecciones, aún en enfermos sometidos a otros tratamientos y en los que los más extremos recursos de la ciencia habían sido ineficaces para atajar los funestos progresos de la dolencia.

Para rendir el homenaje de admiración y de gratitud a que el Dr. Navarro se ha hecho acreedor por los felicísimos resultados obtenidos en cuantos enfermos han acudido a su clínica mediante la sabia y prudente aplicación del 606, en armonía con las circunstancia que cada caso requiere, numerosos compañeros profesionales, admiradores y amigos obsequiáronle con un banquete. De esta agradable fiesta íntima en que se rendía tributo a la ciencia y a la perseverancia ofrecimos a nuestros lectores una instantánea en nuestro número anterior, y completando el deber que nos impone la actualidad y la importancia que el hecho tiene, añadimos hoy estas líneas como justo homenaje a los méritos del Dr. Navarro y sus brillantes éxitos científicos.

Nuevo Mundo, enero de 1911 (Año XVIII, Núm. 889)