Hemos incluido en la sección de «Epónimos y biografías médicas» la de Albert Hustin (1882-1967).
Se atribuye a este médico haber introducido la anticoagulación más potente, el citrato sódico, aunque alguienafirma que fue el argentino Luis Agote (1868-1954), el primero en usar esta sustancia en Buenos Aires en noviembre de 1914. Los estudios de Richard Weil (1876- 1917), tercer presidente de la Asociación Estadounidense de Inmunólogos, investigó la posibilidad de refrigerar la sangre tratada con citrato. Esto permitió conservarla durante dos o tres días.
Albert Hustin nació en Ethe (Bélgica) el 15 de julio de 1882. Realizó los primeros estudios en Virton Royal Atheneum. En la Universidad Libre de Bruselas cursó Medicina.
Uno de sus mentores fue Antoine Depage (1862-1925), fundador y presidente de la Cruz Roja de Bélgica. Una vez graduado completó su formación en París y Heilderberg. En 1906 fue a los Estados Unidos. Quedó prendado del alto desarrollo de la medicina norteamericana. A su regreso publicó “Algunas notas sobre los hospitales de Filadelfia” Siguió después su carrera quirúrgica en el Departamento de Cirugía del Hospital St. Jean de Bruselas, que dirigía Depage.
Elaboró diferentes trabajos. Publicó un folleto sobre las reformas que creía que debían aplicarse a los estudios de medicina. Se preocupó por el bienestar de los estudiantes y llegó a fundar un servicio de detección de tuberculosis para ellos y un sanatorio. Entre 1908 y 1913 realizó treinta y nueve estudios que recogió en un volumen de 400 páginas que apareció en 1922.
En 1913 redactó su tesis de doctorado que trataba de la secreción externa del páncreas: Contribution à l’étude de la sécrétion externe du pancréas. Ya en 1907 publicó un trabajo sobre la anatomía, la histología y la fisiología del páncreas (“Anatomie et histologie du pancréas”), y en 1908, otro sobre su exploración clínica (“Exploration fonctionnelle du pancréas”) [18]. Estudió asimismo el páncreas aislado y con circulación artificial. Demostró que la secreción externa de este órgano era independiente de cualquier intervención nerviosa. Para ello era necesario irrigar este órgano con sangre que pudiera conservarse sin coagular durante un tiempo. Probó la glucosa, pero no funcionó. Conocidos los trabajos de Jules Bordet (1870-1961) y de Octave Gengou (1875-1957), eligió el citrato de sodio, que era conocido por usarse para estabilizar soluciones, entre otras sustancias. Después repitió con éxito sus experimentos en animales en el Departamento de Fisiología del Instituto Solvay.
La acción anticoagulante del citrato de sodio había sido descrita por C.A. Pekelharing y por L. Sabattini, diez años antes, pero en ese momento no llamó la atención.
Un día Hustin examinó a una persona que había sido envenenada con CO procedente de gas de la iluminación. Se le ocurrió que se podía extraer su sangre porción a porción y exponerla al oxígeno a presión y volverla a reinyectar. Otro día, mientras sangraba a un enfermo hipertenso, le preguntó si quería ver cómo su sangre se utilizaba para curar a otra persona. La oportunidad se presentó con un paciente anémico tras sufrir hemorragias intestinales. Así, el 27 de marzo de 1914, extrajo 150 ml de sangre del hipertenso, le añadió una solución glucosada de citrato de sodio y en el hospital St. Jean de Bruselas se la infundió. Publicó los resultados positivos un mes después en el Bulletin des Sciences médicales et Naturelles de Bruxelles y en el Journal Médical de Bruxelles, nº 32, de 6 de agosto de 1914.
Cuando estalló la Guerra, Antoine Depage (1862-1925), director del Hospital Océan de Le Panne, permitió la transfusión de sangre con citrato en el Hospital Militar Océan, y en 1915, en plena Guerra, Georges Debaisieux (1882-1956) y Carl Janssen recurrieron a la transfusión de sangre con citrato para contrarrestar la pérdida grave de sangre en los soldados heridos.
Durante este periodo Hustin investigó aspectos relacionados con la inmunidad y la anafilaxia. Con Bouché demostró que las reacciones en estos campos se producían tanto en el nivel local como general.
En el periodo de entreguerras Hustin trabajó en el Departamento quirúrgico de Robert Danis, conocido por sus aportaciones en traumatología y ortopedia y por sus intervenciones de cáncer de mama. Fue profesor de Cirugía clínica en la Universidad Libre de Bruselas y después en el Hospital Brugmann y en el Hospital St. Pierre.
Cuando estallaron la Guerra Española y posteriormente la Segunda Guerra Mundial, el método de almacenamiento de la sangre citratada de Hustin se volvió definitivamente el método de elección.
En 1934 Hustin participó en la apertura del primer servicio de transfusión de la Cruz Roja en Bélgica. No fue el primero, ya que Inglaterra lo creó en 1921. Siguieron el de Holanda y Alicante en 1930.
En Bélgica se creó una comisión de expertos para crear un Servicio de transfusión. Entre los que constituían la misma se encontraban Hustin, Pierre Nolf (1873-1953), entonces presidente de la Cruz Roja Belga y que llegó a ser ministro de Artes y Ciencias, y Moreau, que fue uno de los descubridores del factor Rhesus. En 1934 se puso en marcha el Centro Albert Hustin, anexo al Instituto Médico-quirúrgico del Hospital Brugmann de Bruselas.
Hustin también fundó en 1938 un Instituto de Educación Física que dirigió entre 1945 y 1948. Asimismo, propuso la creación de un doctorado de esta disciplina.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, se le encomendó la tarea de evaluar las discapacidades relacionadas con la misma. En dos años cerró más de 200.000 expedientes.
Hustin se casó con Mathilde Houyoux, doctora en Medicina. Tuvieron tres hijos: Paul, Albert y Jean-Louis. En 1964 se le concedió la distinción de Comandante de la Orden de Leopoldo.
Hustin se interesó también por las ciencias humanas. Escribió dos libros dedicados a las costumbres y al habla de la Lorena.
Hustin también fue muy aficionado a la mecánica, la electricidad y la electrónica. Con sus conocimientos desarrolló sus propios instrumentos. Adaptó un termómetro industrial que registraba las temperaturas para uso clínico; ideó un cardiotaquígrafo; con Dumont creó una bomba rotativa con rodamiento de bolas para transfusión [29].
Falleció en Bruselas el 12 de septiembre de 1967. Fue enterrado en su pueblo natal.