El estudio de las disfunciones como procesos materiales

Como hemos subido un nuevo vídeo al canal de Youtube «Medicina, historia y sociedad«, vamos a insertar aquí en el blog la transcripción del guión del anterior: El estudio de las disfunciones como procesos materiales:

En el vídeo anterior decíamos que dos eran las posibilidades de estudio de las alteraciones funcionales en la enfermedad: investigar las alteraciones como procesos energéticos, estudiables por la física, y como procesos materiales, estudiables por la química. Vimos las primeras con el ejemplo de Wunderlich y la termometría clínica. En otro vídeo abordaremos otros ejemplos.

Hoy vamos a ver la segunda posibilidad, es decir, el estudio de las disfunciones como procesos materiales, estudiables desde la química. Se suele ejemplificar siempre con la obra de Friedrich T. von Frerich (1819-18885).

Nacido en Aurich (Alemania) fue profesor en varias universidades como Kiel, Breslau y Berlín. En 1859 sucedió a Johann Lukas Schönlein como jefe médico de la Charité de Berlín hasta que murió. Dedicó mucho tiempo al estudio de la química fisiológica y aplicó sus conocimientos y técnicas a la investigación de las enfermedades renales y hepáticas así como la diabetes.

Descubrió, por ejemplo, que la atrofia amarilla de hígado, en la que se produce una destrucción masiva de células hepáticas, es una alteración del metabolismo de las proteínas que acaba por hundirse totalmente conduciendo a la muerte del enfermo. A causa de esto, en la orina del paciente aparecen sustancias de desecho como la tirosina y la leucina. Esto se convirtió en signo fisiopatológico, una señal objetiva del trastorno de un proceso orgánico. Es decir, si en la orina de una persona hallamos estas sustancias nos hace sospechar que padece…

También fueron importantes los estudios de Felix Hoppe-Seyler sobre la hemoglobina, que posibilitaron también la introducción de sus alteraciones como signos fisiopatológicos. Este campo se aborda en su Handbuch der physiologisch- und pathologisch-chemische Analyse (Tratado de análisis fisiológico y patológico (1858-1883). Nació en Freyburg en 1825. Fue profesor en Greifswald, Tubinga y Estrasburgo. Murió en Wasserburg en 1895.

A continuación se muestra el Albuminómetro de Esbach, instrumento ideado por Georges Hubert Esbach en 1874 y modificado en 1880. Consiste en precipitar la albúmina con ácido pícrico y cítrico. Se llena el tubo de orina hasta la marca U y el reactivo hasta la marca R. Se tapa y se invierte 12 veces. Se deja reposar 24 horas, después de las cuales se mide la altura del coágulo en la escala grabada en el tubo. Equivale al número de gramaos de albúmina por litro. La presencia de albúmina en la orina nos puede estar indicando un mal funcionamiento del riñón.

En España se popularizó el Manual de análisis químico aplicado a las ciencias médicas del farmacéutico Juan Ramón Gómez Pamo.

Las bases de la colorimetría datan del siglo XVIII y en ella intervinieron varios científicos. Sus hallazgos fueron de gran importancia para los estudios fisiológicos y fisiopatológicos. Se trata de determinar la concentración de una sustancia disuelta al comparar el color de la disolución con un patrón.

El colorímetro de Jules Dubosq (1854), gracias a su sencillez, se incorporó a la clínica a finales del XIX. William Richard Gowers ideo uno formado por dos tubos de cristal, uno de los cuales se había graduado. El primero se dedicaba a poner el líquido de referencia y el otro al líquido problema. Cuando las dos soluciones eran iguales se miraba la marca correspondiente y el tubo graduado del 0 al 140% , dando el porcentaje de hemoglobina. Haldane mejoró el aparato debido a que daba muchos errores.

Suprimido en la grabación: [Otro que incluso sigue utilizandose hoy en países en vías de desarrollo es el que ideó el suizo Hermann Sahli (Berna, 1856 – 1933). Es parecido al de Gowers pero utiliza una solución de ácido clorhídrico al 1% para acercarse  o aproximarse al color del tubo de referencia. De fácil manejo y fiable con el que se consigue una gran reproducibilidad de las muestras.

En el tubo problema, a una solución de ácido clorhídrico hasta la señal 10 se vertían 20 mm cúbicos de sangre obtenida por punción digital. Después se añadían pequeñas cantidades de agua destilada hasta conseguir igualar el color del contenido del tubo con el testigo. Más tarde, como la intensidad del color del tubo testigo variaba por la acción de la luz y del tiempo, la solución fue sustituida por una referencia sólida basada en un cristal de composición y color inalterables.

Sahli también utilizó un hemocitómetro para contar las plaquetas que se conoce con el nombre de Hayem-Sahli]

Para el conteo de células (eritrocitos, leucoctos y plaquetas se utilizaron varios instrumentos. Uno de ellos fue la cámara de Bauer. Ideado por Carl Theodor Neubauer (1830-1879), que ahora veremos que incorpora este equipo, el Aparato de Bürker para el recuento de los glóbulos rojos y blancos de la sangre. Este hemocitómetro fue ideado por Karl Bürker (1872-1957) que simplificó el sistema de conteo y precisión entre finales del siglo XIX y principios del XX. Este tipo de instrumentos facilitó el nacimiento de la hematología.

Recordemos que el hemocitómetro sirve especialmente para el recuento de células en un medio líquido, que puede ser un cultivo celular, sangre, orina, líquido cefalorraquídeo, líquido sinovial, etc.

El conocido como Citron-Kanitz, de origen checo, sirvió para medir la cantidad de glucosa en sangre, en orina así como la hemoglobina.

Ha habido otros instrumentos más sencillos y para una primera aproximación, como el de Laboratorios Boehringer y el de Marucelli. Se hace una pequeña punción en el dedo, se extrae una pequeña cantidad de sangre con una pipeta; se deposita una gota en el círculo y se espera un tiempo. Luego se compara con la rueda de colores.

Aquí tenemos otro instrumento que nos mide la hemoglobina en sangre pero por el procedimiento de la espectrometría. Colorimetría es la técnica utilizada para determinar la concentración de una solución que tiene color. Mide la intensidad del color y relaciona la intensidad con la concentración de la muestra.

La espectrometría es un método científico que se utiliza para medir cuánta luz absorbe una sustancia química, midiendo la intensidad de la luz cuando un haz luminoso pasa a través de la solución muestra. También puede usarse para medir la cantidad de un producto químico conocido en una sustancia.

Fabricado por la Casa Hellige creada por Fritz Hellige en 1895. Consta de un visor, en la parte superior de un botón rojo, la escala regulable en el frontal y en la parte posterior el cajetín donde se inserta la muestra.

Este otro de la American Optical Company es el mismo que el anterior con alguna variación. El visor está a un lado; en el contrario está la conexión a la corriente; en la parte frontal las escalas regulables y en la cara posterior, el lugar donde se pone la muestra en esta especie de cajoncitos.

Volvemos al estudio de la orina. Aquí mostramos este estuche M.Moya. Con cada uno de estos reactivos podremos conocer la concentración de sustancias presentes como la glucosa, la acetona, etc.

Este otro utiliza 4 reactivos; dos de ellos para conocer la glucosa, otro para la albúmina y un último para la acetona (acidosis). En la tabla se indica el número de gotas de orina en la columna izquierda y los gramos de glucosa por litro en la columna de la derecha.

El Metrorin Barry sirve igualmente para determinar la albúmina, la glucosa y la acetona en orina. En el mismo se incluye un pequeño manual.

Por último éste sirve para hacer el test de azúcar en orina Sheftel, elaborado por Lilly and Company, Indianápolis. Las pastillas azules son de sulfato de cobre, las blancas de Metenamina. Igualmente se acompaña de un pequeño manual y de la escala de colores correspondiente,

Salvando la distancia en tiempo, viene a ser como éste actual, el COMBUR 5 HC, que nos mide varias cosas en orina: glucosa, leucocitos, nitritos, proteína, presencia de sangfre y de hemoglobina

También fueron apareciendo pruebas funcionales, exámenes clínicos rigurosamente estructurados para obtener información sobre el estado funcional del organismo o de alguna de sus partes cuando se les somete a una exigencia nueva y calculada.  Por ejemplo la exploración funcional del riñón tras ingestión de yoduro potásico, de azul de metileno, o de agua.

O  el examen de la capacidad funcional del diabético frente a los hidratos de carbono como la prueba de Külz, las pruebas de Naunyn y Strauss, o la de la “glucemia provocada” de Noorden y Rosenberg.

Siguieron otras pruebas funcionales renales, hepáticas, cardíacas, etc.

Lo mismo que sucedió con la forma de pensar o la mentalidad anatomoclínica que dio lugar a una nueva semiología, en este caso sucedió lo mismo. Así, capítulos de la patología actual se edifican sobre estos criterios: enfermedades de las glándulas de secreción interna, metabolismo y nutrición, etc.

Esta mentalidad condujo a la aparición de una nueva disciplina: la patología experimental o la investigación en los animales de experimentación de los procesos disfuncionales. Uno de sus creadores fue Ludwig Traube (1818-1876), amigo de Virchow y muy influido por los experimentalistas franceses Magendie y Claude Bernard. Éste último reunió valiosos trabajos en su Cours de pathologie expérimentale (1859).

El representante de la institucionalización de esta disciplina es Julius F. Conheim (1839-1884), discípulo de Virchow de quien modificó algunas de sus explicaciones sobre la inflamación mediante investigación.  Demostró que los leucocitos pueden salir de los vasos sanguíneos y aparecer en los focos inflamatorios. Fue autor de una Vorlesungen über allgemeine Pathologie (Leccions sobre patología general, 1877-80). En éstas ofreció una exposición del estudio científico de la enfermedad basada en supuestos fisiopatológicos y en los resultados de la patología experimental. Esta institucionalización también estuvo presente en los Archiv de Naunyn y Shmiedeberg. Hay que tener en cuenta que la farmacología también se benefició del enfoque fisiopatológico. Se crearon gran número de medicamentos que actuaban sobre síntomas y signos, aunque no sobre las causas.

En el próximo vídeo seguiremos hablando de la enfermedad desde el punto de vista de las funciones alteradas.

Bibliografía

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–Fresquet Febrer, J.L. (2010). Albuminómetro de Esbach. Museo de Historia de la Medicina y de la Ciencia. Material didáctico. Disponible en: https://www.uv.es/fresquet/Expo_medicina/Patologia_XIX/Albuminometro_de_Esbach.pdf Consultado el 2 de enero de 2021.

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–Laín Entralgo, P. (1978). Historia de la medicina. Barcelona, Salvat.

–López Piñero, J.M. (2010). Historia de la medicina universal. Valencia, Ajuntament de València.

–Obituario de Georges Hubert Esbach (1890). Br Med J, vol. 1, nº 1523, p. 577.

–Sánchez González, MA (2012). Medicina y humanidades médicas. 2ª ed., Barcelona, Elsevier

–Verso, ML (1971). Algunos pioneros de la hematología del siglo XIX. Medical History,, vol.15, nº 1, pp. 55-67.

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