Se ha insertado en la sección de epónimos y biografías médicas de historiadelamedicina.org la de Virginia Apgar (1909-1974).
Fue ésta una médica inquieta, luchadora e innovadora que colaboró en que la especialidad de anestesiología gozara del mismo respeto que las otras especialidades y una de las responsables de la aparición de la anestesiología obstétrica.
Ideó el test que lleva su nombre. Se trata de una prueba que se realiza en el primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé. La puntuación obtenida en el minuto 1 indica cómo toleró éste el proceso del nacimiento. La obtenida en el minuto 5 le indica al médico cómo evoluciona fuera del vientre materno. Por otra parte, como integrante de la Fundación March of Dimes, se encargó de concienciar a los profesionales y al público en general de todo el país mediante conferencias, programas de radio y de televidión, de que las malformaciones congénitas podían prevenirse y de que hacía falta más investigación sobre el tema.
Apgar se formó en la Universidad de Columbia e hizo la residencia en el Hospital Presbiteriano, donde creó la división de Anestesiología. A pesar de las reticencias de los cirujanos, que creían que la anestesia debía estar en manos de personas menos cualificadas, Apgar logró atraer cada vez a más residentes que supieran dominar la administración de medicamentos, el uso de instrumentos cada vez más complejos y mantener a los pacientes estables fisiológicamente. Después los introdujo también en el manejo del dolor y en reanimación.
Con el tiempo fue especializándose en anestesiología obstétrica. Su test y sus estudios posteriores ayudaron a disminuir la mortalidad de los bebés en las primeras veinticuatro horas. Reunió información de decenas de miles de partos y con sus colaboradores estableció nuevas medidas preventivas. Algo parecido hizo con los niños con malformaciones congénitas. Ayudó a prevenirlas concienciando a la población y reuniendo fondos para la investigación.
Fue profesora en Columbia, Cornell y también en la Escuela de Salud Pública de la John Hopkins University. De pequeña aprendió a tocar el violín, actividad que no abandonó nunca. En la Universidad participó en varios equipos deportivos y en obras de teatro a la vez que colaboraba con el periódico de la institución. A sus cincuenta años aprendió a pilotar avionetas. Solía decir que «la mujer está liberada desde el momento que salían del útero».