Viene de El Instituto Médico Valenciano en 1917 (I)
El año de 1917 fue un año difícil para Valencia y el resto de país. La crisis del periodo que va desde el comienzo de la primera guerra mundial y el golpe de estado de Primo de Rivera, tuvo un momento delicado en 1917. La grave huelga general que se desarrolló en agosto no fue más que un episodio de un problema que venía arrastrándose. Las dificultades para la exportación, la carestía de la vida, la inflación, el paro y el empeoramiento progresivo de las clases trabajadores se hacían insoportables. La descomposición del sistema monárquico y la desgastada alternancia de partidos era muy evidente. Se sucedieron las huelgas, las protestas y las manifestaciones en el campo y, de hecho, supuso el comienzo de una huelga revolucionaria que se extendió por todo el país en agosto.
La actividad del Instituto que se reflejó en el diario Las Provincias abarca hasta el mes de julio de ese año. Como vimos en el post anterior, el propio Instituto entró también en crisis. Estas fueron las reseñas que se publicaron:
Instituto Médico Valenciano [Conferencia de Práxedes Llisterri]
Las Provincias, 14 de enero de 1917, p. 1
Instituto Médico Valenciano
El Presidente de la sección de Cirugía de esta Corporación, doctor Práxedes Llisterri, puso anoche una vez más de relieve sus profundos conocimientos de Anatomía quirúrgica en la interesante conferencia dada en el salón de actos del Instituto Médico.
Hizo un detallado estudio descriptivo de la región mastoidea, y analizó con elevado espíritu crítico, los procedimientos quirúrgicos más notables, citando, en corroboración de sus afirmaciones doctrinales, numerosos casos prácticos.
El docto conferenciante fue fue muy aplaudido y felicitado.
Instituto Médico Valenciano. Radium y Radiumterapia. Conferencia del Dr. Monmeneu
Las Provincias, 21 de enero de 1917, p. 1
Instituto Médico Valenciano. Primera conferencia del Dr. Bermejo
Las Provincias, 2 de febrero de 1917, p. 2
Instituto Médico Valenciano
Primera conferencia del Dr. Bermejo
A la hora anunciada y ante numerosísimo y distinguido público, que llenaba por completo los salones de esta Corporación, dio anoche el Excmo. señor don Luis Bermejo y Vida su primera conferencia sobre Bioquímica.
Sus primeras palabras fueron para saludar al Instituto Médico, que de manera tan galante le ha honrado con la distinción de invitarle a ocupar la cátedra tan gloriosa por los ilustres hombres de ciencia que le han precedido en el uso de la palabra, y que tan notablemente han contribuido al intercambio científico iniciado por la anterior junta directiva, al traer a Valencia a los PP. Pujiula y Vitoria, y a los doctores Gómez Ocaña, Iranzo Simón y Espina.
Elogia la labor continuadora del mismo, que viene realizando la junta directiva actual, felicitándose a sí mismo por ser el favorecido en el presente momento con el encargo de añadir su modesta labor, a la admirable y verdaderamente científica de aquellos sabios químicos.
Comienza por definir la Química y la Bioquímica que, según dice, tienden a fundirse en una sola.
Habla de Química y de sus diferentes especies, tomadas primero de la Naturaleza, obtenidas después por el hombre; de sus capítulos que éste forma a medida que se notan más detalles y a él se ofrecen mayor número de experiencias. Se fija en el dualismo aplicado a la Química mineral, por el que llegaa lo que llama ‘Química estructural’, y otros ‘Anatomía de la molécula’, y también alude a las manifestaciones de la energía.
Se ocupa luego de la materia orgánica, distribuida para su estudio, en otra serie de capítulos, y a cuyo conocimiento se llegó aplicando en un principio los medios empíricos de la química estructural hasta que apareció la síntesis orgánica. Y lo que fue metaloide y metal, género y especie en la Química mineral, es función en la que estudia los compuestos del carbono, función que se hace notar en dos químicas orgánicas, caracterizadas por atributos imborrables: la de los compuestos grasos o acíclicos y la de los compuestos cíclicos.
De las ideas dualistas pasa al unitarismo químico, donde los materiales de construcción de los arquitectónicos monumentos moleculares obedecen a las leyes del equilibrio de las fuerzas y pueden ser reemplazadas por otros, apareciendo por obra humana miles y miles de especies, de formas ornamentales, cada vez más complejas, hasta alguna de aquellas que por un ‘superior destino’ forma parte de la materia viva.
Pasa luego a ocuparse de las relaciones de ambas ciencias, hablando del átomo químico, al que considera primero como ser dotado de personalidad, transportable íntegro de unas combinaciones a otras, y después del descubrimiento del radio como sistemas de complicación infinita, como un verdadero cielo archimicroscópico, compuesto de infinitesimales astros, que tienen sus masas , que describen sus trayectorias, dentro de los límites que les marca la imaginación, que están dotados de velocidades inmensas y retenidospor fuerzas atractivas inmensas también, cual corresponde a la pequeñez diferencial de las distancias, dependiendo de la menor estabilidad del sistema de la dispersión de tales astros (iones) que forman las radiaciones y emanaciones del radio y compuestos radioactivos.
Al estudiar la naturaleza de los átomos pasa también por las diferentes concepciones que han existido, y sin pretender crear escuela ni fomentar alguna de las experiencias que ha realizado la Química en estos últimos tiempos, hechos que, de estar bien practicados, llevan a pensar en la posible unidad de la materia que, con la unidad de las fuerzas, constituyó el sueño dorado de los alquimistas.
Explica lo que son los llamados complejos químicos que establecen relaciones entre la química de la materia muerta y la de la materia viva, y en aquella entre la mineral y la orgánica. Al mismo resultado llega con las doctrinas de la química-física, la moderna concepción de los electrolitos, su disociación en iones, la complejidad de éstos que obliga a decir muchas veces que están disimulados.
Seguidamente hace una relación de los hechos que determinan la constitución de la Química biológica, y relaciona una vez más los fenómenos químicos con los biológicos, ya que los seres vivos, ‘desde el punto de vista de su constitución material’ nada propio contienen ni crean, reduciendo su condición a la de mecanismos que recogen del mundo externo la materia y con ella la energía necesaria para sustentar la fábrica de la vida en el estado de ‘equilibrio móvil’ en que subsisten al través de sus incesantes mutaciones.
Se ocupa también de los cementos biogenésicos, cuyo número de catorce considerados por W. Preyer como ‘esenciales’ tiene por discutible, ya que los denominados ‘accesorios’ presentan hoy un carácter de generalidad que los progresos de la técnica analítica imponen.
Al hablar de la físico-química en Biología, hace mención de la teoría cinética de los gases que aplica a las disoluciones.
Tratándose de la estructura molecular de los compuestos bioquímicos, hipotéticamente admitida con el conocimiento de la isomería, explica el cómo de muchas reacciones que responden al supuesto desmoronamiento de los edificios organizados y las relaciones entre la estereoquímica y el vitalismo y la Fisiología.
De la catálisis en Biología dice que no puede admitirse como fuerza especial, fuerza oculta a la que se atribuyeron los fenómenos de contacto o de presencia, ni pensar con Woker que los fenómenos vitales son completamente y puramente catalíticos.
Después expone las generalidades sobre albuminóides y sus reactivos principales, dando fin a su conferencia con un hermosísimo canto al progreso de las ciencias, dentro del cual el hombre, aun con sus limitaciones de ser humano e imperfecto, ha logrado, siquiera sea en símbolo, acercarse a la obra del Creador, al vislumbrar la unidad suprema que la preside.
La admirable disertación del doctor Bermejo fue coronada por nutridos aplausos y entusiastas felicitaciones.
***
Hoy a las siete en punto de la tarde, el ilustre doctor Bermejo dará su segunda conferencia, con sujeción al siguiente sumario: Estado coloide de la materia: Primer concepto del estado coloide,—Diálisis.— Seudo-disoluciones.—Fenómeno de Tyndall.— La moderna concepción de los iones y el estado coloide.— Coloides positivos y negativos.— Precipitación o coagulación de los coloides.— La micela.— Afinidad adhesiva.— El protoplasma.— Concluiones.
Instituto Médico Valenciano. Segunda conferencia del Dr. Bermejo
Las Provincias, 3 de febrero de 1917, p. 2
Instituto Médico Valenciano. Última conferencia del Dr. Bermejo
Las Provincias, 4 de febrero de 1917, p. 1
Instituto Médico Valenciano [Conferencia del Dr. Pastor Reig: Los modernos tratamientos de la tuberculosis pulmonar]
Las Provincias, 10 de mayo de 1917, p. 1
[Estas anotaciones se han podido realizar gracias al Proyecto de Investigación del Ministerio de Educación, HAR2008-04023].
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