Noticias sobre Amalio Gimeno en ‘La Ilustración Española y Americana’

Inserto la transcripción de dos noticias aparecidas en La Ilustración Española y Americana, que pueden ser de interés.

Ingreso en la Academia de San Fernando de Amalio Gimeno Cabañas
La Ilustración Española y Americana, 30 de junio de 1916, pp. 3 y 4

Don Amalio Gimeno utilizó su puesto en la política para trabajar por la enseñanza y la cultura patrias, como lo demostraron su paso por el ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, en los Gabinetes de López Domínguez, del marqués de la Vega de Armijo y del infortunado D.José Canalejas. A él se debe la creación del Curso normal, luego convertido en Escuela Superior de Estudios
del Magisterio, déla Junta para ampliación de estudios é investigaciones científicas, de la Inspección médica escolar y de las Bibliotecaí populares.

Como ministro de Marina, es autor del proyecto de Escuadra y Bases navales, que mereció la general aprobación y el aplauso de los técnicos y de nuestros marinos.

Este nuevo académico de la de Bellas Artes de San Fernando, lo es ya de la Real de Medicina, y posee la Encomienda de Isabel la Católica, y las grandes cruces de Alfonso XII, Carlos III y Mérito Naval, y varias grandes cruces y Órdenes extranjeras, y en la actualidad desempeña la cartera de Estado, para cuyo elevado puesto ha sido nombrado en las difíciles y delicadas circunstancias presentes.

Siluetas de Personalidades ilustres: Don Amalio Gimeno
La Ilustración Española y Americana
, 8 de marzo de 1919, pp. 132-133

Entre las más poderosas mentalidades que avaloran la intelectualidad española contemporánea irradia su luz
propia la resallante personalidad del Excmo. Sr. D. Amalio Gimeno y Cabañas, hombre de ciencia respetadísimo, cuya sólida autoridad aquilató en brillante actuación de clínico y de publicista; dibujante meritísimo, faceta ésta eclipsada por el esplendente fulgor de las otras de su proteico talento, pero que bastaría por si sola para dar noble realce a toda una vida, y, político insigne de verbo ateniense y preparación vasta y profunda que patentizó luminosamente lo mismo en el Parlamento que en los diversos departamentos ministeriales por él regentados.

Don Amalio Gimeno y Cabañas nació en el año 1857 [?], en Cartageaa, donde estaba de guarnición su señor padre, pundonoroso militar, trasladándose aún muy niño a Valencia, de donde era su familia.

En la Atenas del Mediterráneo cursó los estudios de primera y segunda enseñanza, dando comienzo a los de Medicina, que terminó en 1872 en la Facultad de San Carlos, de Madrid. Su hoja de estudios, brillantísima, fué coronada al graduarse de doctor, en 1874, con el premio extraordinario.

Su ardiente vocación por el sacerdocio médico le llevó, en 1873, a ocupar la plaza de médico titular en Puzol (Valencia), en cuyo lindo pueblo no dejó anquilosar sus alas por el aletargador ambiente rural, que tantas inteligencias malogró, y, simultaneando los enfermos con los libros estudió sañudamente, obteniendo, en 1875, en reñidas oposiciones, el cargo de catedrático de la Facultad de Medicina en la Universidad de Santiago, de la que pasó a la de Valladolid y más tarde a la de Valencia hasta llegar a la de Madrid en la que explica actualmente la cátedra de Patología general.

No fué nuestro ilustre biografiado de aquellos que ya en la Capua del profesorado piensan sólo en vegetar. El éxito le alentó, y también por depuradora oposición alcanzó una plaza de médico director de baños, que hoy le lleva a dirigir el importantísimo balneario de Cestona.

En tanto escalaba con propios méritos estas cumbres, iba tejiendo una labor científica notabilísima con incalculable número de discursos, opúsculos y obras rreferidas a cuestiones de Medicina, cuya enumeración daria inusitada extensión a estas breves notas tomadas a vuela pluma, por lo que mencionaremos sólo sus magistrales obras Patología general y Tratado de Terapéutica, cuya segunda obra fué adoptada como texto en todas las Universidades españolas y en muchas de la América latina.

Lugar culminante de su vida profesional ocupa la campaña que realizó en 1885 en defensa de las inoculaciones anticoléricas del doctor Ferrán. Asiduo y entusiasta colaborador de éste en sus trabajos de laboratorio fué más tarde elocuente expositor de sus teorías y puso su actividad y su palabra al servicio de la idea que encarnaba difundiéndola en Academias, Sociedades y Centros de cultura de todo género, entre ellos el Ateneo de Madrid, donde dio varias notabilísimas conferencias ensalzando los procedimientos por él preconizados, que entonces parecieron a muchos erróneos y que hoy han sido universalmente confirmados. En colaboración del doctor Ferrán redactó las notas presentadas a la Academia de Medicina de París, y el libro La inoculación anticolérica que con posterioridad se tradujo al francés.

Su actuación en la Medicina universal abunda en hechos importalísimos: En 1891 ostentó la representación del Gobierno de España en Berlín, con motivo del descubrimiento de la tubercuiina de Koch. En 1894 obtuvo la Delegación en la Conferencia Internacional de París sobre profilaxis del cólera a consecuencia de las peregrinaciones a la Meca, siendo digno de mención el hecho de ser el doctor D. Amalio Gimeno el primer médico español nombrado plenipotenciario. El mismo año asistió con igual carácter de delegado especial de España al Congreso internacional de Higiene celebrado en Budapest, y entre otros honrosísimos actos, organizó, como secretario general, en 1898, el IX Congreso Internacional de Higiene y Demografía que se celebró en Madrid.

Son numerosas las Academias y Sociedades nacionales y extanjeras que se honran contando en su seno al doctor Gimeno; entre ellas la Real Academia de Medicina, en cuya solemne recepción leyó su admirable discurso «La lucha contra la vejez». De la de Bellas Artes de San Fernando es también académico de número.

Con ser tan abrumadora la actividad desplegada en el campo de la Medicina, no soló se agotó las energías de su privilegiado talante, sino que éste dio y está dando en el sector de la política óptimos frutos.

Don Amalio Ciimeno y Cabanas fué elegido en 1886 diputado a Cortes por Alcira (Valencia), dejando poco después este cargo por el de senador por la Universidad valentina, en el que fué reelegido ocho veces, hasta su nombramiento de senador vitalicio.

Sus excepcionales facultades de hombre cultísimo y decidido campeón de la enseñanza quedaron demostradas en el desempeño del cargo de ministro de Instrucción pública y Bellas Artes, para el que fué designado en julio de 1906 hasta fin de noviembre, en el Gabinete de López Domínguez; y en diciembre del mismo año hasta fin de enero de 1907 en el del Marqués de la Vega de Armijo. Creó entonces el Curso normal, que después sa transformó en la Escuela Superior de Estudios del Magisterio. También fué obra suya ta creación de la Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, con todas sus derivaciones, y la implantación de la enseñanza nocturna de adultos.

Siendo presidente del Consejo de ministros el Sr. Canalejas, fué llamdao el Sr. Gimeno en 1911 por tercera vez al Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, donde continuó su patriótica labor pedagógica. Creadas por el señor Burell las Escuelas del Hogar, Nacional de Artes Gráficas, de Cerámica artística y Central de Idiomas, pero sin llegar a dar principio su funcionamiento, el Sr. Gimeno puso en
marcha, con sus atinadas disposiciones, todos estos Centros que tan excelentes resultados están dando en la actualidad.

Obras asimismo del Sr. Gimeno son la iniciación de las Bibliotecas populares y la fundación de la Mutualidad Escolar de España entre otras culturales.

Después del nunca bastante anatematizado asesinato del Sr. Canalejas y encargado por S. M. el Rey para que formase Gobierno el excelentísimo señor conde de Romanones, éste designó al Sr. Gimeno para el cargo de ministro de Marina, del que tomó posesión en enero de 1913 y en cuyo alto cargo tuvo indiscutibles éxitos, tales como el de su proyecto de Escuadra y Bases navales, que merecieron la general aprobación y aplauso de los técnicos, despertando el Sr. Gimeno entre los marineros y patriotas excepcionales simpatías.

Más tarde, en plena guerra mundial y siempre bajo la jefatura del sagaz estadista señor conde de Romanones, el Sr. Gimeno pasó, en marzo de 1916, a ocupar la cartera de Estado, en cuyo delicado puesto dio evidentes pruebas de su exquisito tacto, amplia y sólida cultura e inmaculado patriotismo, resolviendo vidriosos problemas.

Finado el Gobierno del señor conde de Romanones, por las razones que él adujo y que no son de glosar ahora, y formado el primer Gobierno heterogéneo, en marzo de 1918, el Sr. Gimeno perteneció a él, en representación de su ilustre jefe, ocupando la cartera de Marina, donde prosiguió su patriótica labor con el beneplácito general.

Más tarde, y después de la disgregación del llamado Gobierno nacional presidido por el Sr.Maura, tornó al Poder en noviembre de 1918 el conde de Romanones, desempeñando en este Gobierno el Sr. Gimeno la cartera de Gobernación, en la que patentiza sus conocimientos sociales en los diversos difíciles problemas planteados y labora en cuestiones de sanidad muy acertadamente.

El número de condecoraciones con que don Amalio Gimeno y Cabañas ha sido distinguído por sus excepcionales méritos es grande, estando en posesión de la Encomienda de Isabel la Católica, grandes cruces de Alfonso XII, Carlos III y Mérito Naval, Gran cordón de la Legión de Honor e innumerables más españolas y extranjeras.

Tal es a grandes rasgos la silueta biográfica del insigne patricio Excmo. Sr D. Amalio Gimeno y Cabañas, formada con datos que son como flores arrancadas del jardín de su vida, y que como las otras flores, sólo pueden dar una idea somera al formar «bouquet» de la bella grandiosidad del vergel de donde proceden.

Firma: Saint-Martin

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